58 años. Es la edad media de quienes comparten piso en Cádiz, una ciudad en la que los precios del alquiler han subido un 7,5% en un año, hasta llegar a una media de 860 euros al mes por un piso de 80 metros cuadrados; donde la renta neta media por habitante es inferior a 13.000 euros al año; donde la tasa de paro es del 22%.
Alquiler, sueldo y contrato laboral. Son los responsables de que se eleve la edad media de los compañeros de piso en esta ciudad, que es punta de lanza de una tendencia que se observa en varios territorios de nuestro país, y que reflejan el empobrecimiento de los adultos, obligados a vivir como jóvenes muchos años después de haber dejado de serlo.
Es lo que sucede en Vitoria, donde la edad media está en 44 años, o Santa Cruz de Tenerife, Pontevedra y Palencia, con 40 años. Son datos de Idealista referidos al último año, en el que el orden de esta lista de compañeros de pisos veteranísimos ha variado un poco.
Por ejemplo, el año anterior quien lideraba era Vitoria, donde la edad media entonces era 58 años. En los datos más recientes, en cualquier caso, se observa que el envejecimiento de los inquilinos se consolida: cada vez más ciudades superan la media nacional, establecida en 34 años.
Además de las ya citadas, están en ese grupo Lleida y Segovia (39 años) Burgos y León (38), Cáceres, Guadalajara y Huelva (36). No es un fenómeno que se explique por el envejecimiento de la población.
"Principalmente la causa es el fuerte desequilibrio entre renta per cápita y precio medio del alquiler en la zona", señala a EL ESPAÑOL-Invertia José María Alfaro, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI).
La evolución de los precios de alquiler, que han aumentado un 9,3% en el último año a nivel nacional, de acuerdo con Idealista, ha hecho que las ciudades que tienen mayor tasa de paro o menores ingresos hayan visto cómo se eleva la edad de los compañeros de piso. Simplemente porque no pueden permitirse ya otra opción.
Alfaro advierte también que influye si tienen mayor rotación al ser centros más productivos, como ocurre en Vitoria. Allí alquilar un piso de 80 metros puede costar 880 euros, con una renta neta media anual de 15.109 euros por habitante, según datos del INE.
Su diagnóstico es compartido por el presidente de Alquiler Seguro, Antonio Carroza, que apunta que este aumento en los pisos compartidos es "una consecuencia del encarecimiento de los precios", aunque no solo del alquiler.
Por ejemplo, ha afectado también la escalada de las hipotecas, con las subidas de tipos de interés, que ha expulsado a eventuales compradores, más frecuentes en este segmento de edad y que han debido girarse en su lugar a un mercado de alquiler disparado.
La vivienda se convierte entonces en un fuerte gasto que deben compaginar con otras subidas, como las de la cesta de la compra a resultas de la inflación, que ha hecho que los alimentos sean ahora un 10,8% más caros que hace un año. Además, estas subidas se han notado más en las comunidades autónomas cuya renta per cápita está por debajo de la media nacional, agravando el problema.
Todo esto ha provocado una merma importante del poder adquisitivo, menos capacidad de sufragar gastos con unos salarios que resultan insuficientes. "Debemos recordar que el principal escollo que se encuentran los españoles a la hora de acceder a la vivienda, más allá de los precios, son los bajos sueldos y la falta de empleos estables", subraya Carroza.
Basta un ejemplo: los 12.996 euros netos que tienen de renta al año los gaditanos, de acuerdo con el INE, son la mitad de la renta en Pozuelo de Alarcón, que lidera esta lista.
"El fenómeno más destacable de los datos publicados por Idealista no es tanto el repunte del modelo de vivienda compartida, siempre presente en estudiantes y jóvenes que se independizan, sino el aumento de la edad, lo que muestra la precariedad de nuestro mercado laboral", insiste Carroza.
Una precariedad en la que también cuenta la temporalidad. Contando desde enero, el 64% de los contratos firmados en Cádiz fueron temporales; en la provincia de Álava, el 75%; en Santa Cruz de Tenerife, el 54%; en Pontevedra el 67% y en Palencia, el 82%.