El número de herederos jóvenes en el mercado inmobiliario se ha disparado en los últimos tres años. En un universo en el que la edad media en la que se hereda un inmueble son 54 años, los menores de 35 han ganado muchas posiciones desde 2020, cuando representaban el 8%, hasta este año, en el que escalan al 15%.
Lo señala el estudio 'Análisis de las viviendas heredadas en España', de Fotocasa. Pretendiendo hacer una radiografia de los herederos que llevan sus flamantes propiedades al mercado de alquiler o venta, han acabado por sorprenderse con la evolución del segmento de los más jóvenes, que ya no son rara avis.
"Es positivo que el colectivo joven aumente el porcentaje de heredar vivienda, ya que los jóvenes son quienes más dificultades tienen para acceder a una vivienda, y esta vía de aproximación puede suponer una solución para los menores de 35 años que buscan convertirse en propietarios", subraya María Matos, portavoz de la plataforma.
No se profundiza en demasía sobre los motivos de este incremento, aunque en todo caso es un avance: es el primer informe que señala directamente un fenómeno que apenas llegó a sugerirse en otro estudio, esta vez del Banco de España.
Ocurrió en junio, en un artículo que abordaba el desajuste entre la oferta y demanda. En una nota al pie, discretísima, apuntaba que los jóvenes de entre 19 y 30 años con vivienda en propiedad se había incrementado "moderadamente tras la pandemia", pasando del 25,5% en 2019 al 30,7% en 2020.
Cifras históricas
"Podría estar relacionado con el aumento de las herencias y donaciones a favor de este colectivo a raíz de ésta", comentaba. Los expertos consultados por EL ESPAÑOL-Invertia consideran que, efectivamente, el exceso de mortalidad por la pandemia es uno de los motivos que impulsa a que haya más jóvenes con pisos en propiedad.
Durante los tres últimos años han muerto en España 131.361 personas por el virus, según el INE. La gran mayoría de ellos, de acuerdo con los mismos datos, superaban los 60 años.
Es una cifra fundamental para explicar cómo en el primer semestre de este año se han podido registrar niveles históricos de cifras de herencias. En dicho periodo hubo 107.073 viviendas transmitidas por esta vía, siempre según el INE.
Es un 3,7% más que en el mismo periodo del año pasado y se trata de la cifra más alta desde 2007, cuando se comenzó a elaborar la estadística de transmisiones de derechos de propiedad. El anterior récord databa de 2021, cuando hubo 104.386 viviendas heredadas.
Lo que se ve este año es consecuencia de la pandemia, un embalsamiento de operaciones de transmisión de viviendas que se fueron retrasando en el tiempo por problemas de toda índole, como por ejemplo que se vayan pasando los meses para liquidar los impuestos que comporta la aceptación de una herencia.
Así lo explica Angel Martínez León, vicepresidente del consejo general del COAPI (Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria).
Se trata de viviendas en su mayoría que "distan mucho" de la tipología más habitual hoy en día: se heredan sobre todo pisos de gran amplitud, superiores a los 100 metros cuadrados y en cualquier caso pensados para familias numerosas, con cuatro dormitorios por norma general.
Cuando estos pisos llegan a los herederos, se abren dos vías. "Si son muchos herederos, por ejemplo cuatro o cinco hermanos, la vivienda supone un problema. Si se alquila, la renta que sale de ahí para repartir no interesa y se suele optar por liquidar el bien, porque es más facil repartir el dinero".
Ayuda para los jóvenes
Cuando el bien se reparte entre dos herederos, normalmente uno de ellos liquida al otro su parte para quedárselo. "Eso son casos menores", subraya, pero el sector nota que este caso minoritario es el que ha aumentado. Y donde se esconde el crecimiento del heredero más joven.
Porque en esos casos ese nuevo heredero tiene un hijo joven sin vivienda, que es quien acaba por verse beneficiado. "Es verdad que no es lo mismo para los jóvenes, sobre todo a la hora de acceder a una hipoteca. La herencia es una puerta que se abre para mayor facilidad. Sólo hay que liquidar a la otra parte", expone Martínez.
Teniendo además en cuenta que las viviendas a heredar suelen tener décadas de construcción y poca reforma. Lo que hace que su valor sea de entrada muy inferior a lo esperable por un piso de esas características. "Lógicamente el valor de tasación no es tan alto", razona Martínez.
Así que liquidar al otro eventual heredero la mitad del valor de ese inmueble es siempre "más fácil" que pedir una hipoteca normal, que ronda en promedio los 141.737 euros, y que se han convertido en un muro inexpugnable a resultas de los tipos de interés, que rondan el 4%.
Préstamos más modestos que pueden zanjarse en menos tiempo, una vía factible para el colectivo con ingresos más moderados.