En Málaga, aunque parezca distópico vista la coyuntura actual del mercado, costaba vender promociones. De hecho, antes de que estallase la pandemia, el precio del metro cuadrado en el conjunto de la provincia estaba en 2.227 euros. Tres años más tarde, el fervor por las vistas al mar, el buen clima y una amplia cartera de ocio han dejado al enclave casi sin oferta, llevando el precio del metro cuadrado hasta los 3.051 euros.
El 'boom' del ladrillo en la Costa del Sol desde que estallase la pandemia atiende, principalmente, a dos razones: la elevada demanda extrajera y la presencia cada vez mayor de una importante comunidad de nómadas digitales.
Una de cada tres casas que se venden en Málaga tienen como destino el cliente internacional, sobre todo del norte de Europa. Los elevados salarios de países como Suecia -46.500 euros anuales de media, unos 3.877 al mes- o Bélgica -52.248 euros anuales de media, 4.354 al mes- hacen que su capacidad adquisitiva sea mucho mayor que la del ciudadano medio en España y apenas sientan la subida de los precios.
La pandemia, señalan varias promotoras con intereses en el mencionado enclave, cambió por completo el paradigma de la vivienda en los países fríos y con pocas horas de luz. Sus ciudadanos han comenzado a valorar intangibles, como es poder pasear en noviembre a 20 grados o disfrutar de la amplia gastronomía española durante todo el año.
Y con esto, las inmobiliarias han pasado de tener problemas para vender al completo sus promociones a no tener ni siquiera que anunciarlas. Ahora los propios ciudadanos de Suecia o Gran Bretaña son los que fletan aviones chárter para aterrizar, visitar, negociar, firmar y comprar llave en mano.
Sólo en Málaga capital se otorgaron más de 1.800 licencias de obra nueva este último trimestre. Es la cuarta ciudad de España favorita por los fondos para invertir, sólo por detrás de Madrid, Sevilla y Barcelona, en el citado orden. A nivel provincial ya es la cuarta provincia en la que más compraventas se cierran. A nivel local, sólo hay seis ciudades españolas por delante.
La última en lanzar una promoción destinada a este tipo de cliente ha sido Aedas Homes, que presentó esta semana su proyecto más exclusivo en la Costa del Sol. Viviendas de 800 metros con piscina privada y playa que tendrán un precio inicial de 1,5 millones de euros.
"Se trata de uno de los mercados más activos desde hace varios años. Han creado una oferta de ocio muy completa. Existe un elevado componente turístico, que representa una importante cantidad del mercado, pero también hay que atender a las transacciones que están llevando a cabo los nómadas digitales, también son una parte importante en este enclave", señala Ferran Font, director de estudios de Pisos.com.
Y es que Málaga, desde la pandemia, se ha vuelto un reclamo para esta comunidad. Según el executive nomad index de Savills, Málaga es la segunda ciudad del mundo mejor valorada por los nómadas digitales, sólo por detrás de Dubai. Y las razones que atraen tanto a los nómadas, en este caso, son las mismas que atraen al residente extranjero: buen clima, oferta cultural y buena conectividad.
La llegada a Málaga de importantes empresas internacionales, como es el caso de Google, que ha abierto un centro de ciberseguridad, también esta siendo un elemento tractor para esta comunidad. El perfil, por norma general, suele ser ejecutivo y con capacidad adquisitiva alta.
La Costa del Sol, sobre todo su zona occidental, más en concreto el triángulo de oro formado por Marbella, Estepona y Benalmádena, supone el tercer desarrollo urbanístico más importante ahora mismo en España. El desarrollo de promociones ya va más allá de la primera línea de playa, donde apenas queda suelo disponible y el que queda se vende a precios muy elevado. Más de 410 promociones se están llevando a cabo en enclaves como Estepona, Benalmádena, Mijas, Torremolinos o Marbella. Sólo en Los Cerros y en Sevilla se levantarán más viviendas.
El problema del cliente local
Esta tesitura ya desplaza a una importante cantidad de ciudadanos locales fuera del mercado, tanto de la compraventa como del alquiler. Si bien el precio del metro cuadrado en Málaga sube casi un 50% desde 2020, el del alquiler tampoco se queda atrás. El precio del metro en alquiler ha pasado de 10 euros a los 13,3.
"Hay muy poca oferta tanto en Málaga capital como en otras zonas de la costa. Los ciudadanos locales ya se encuentran con problemas para encontrar vivienda, Málaga es la sexta capital más cara de España", señala Ferran Font.
Málaga es el enclave de España en el que más pisos han cambiado su modalidad de alquiler. Así, el número de pisos arrendados bajo la modalidad de temporada, cuyos precios no están topados por la Ley de Vivienda, han aumentado desde que se aprobase el texto un 127%. El 15% de la oferta en alquiler en la provincia está destinado al alquiler de temporada.