Vivir de alquiler es más caro que nunca. Así, el precio a finales del mes de diciembre en España fue de 12,1 euros el metro cuadrado. Por tanto, se trata de un aumento del 10,1% durante el último año. Dicho de otra manera, ha alcanzado su máximo histórico según Idealista.
Unos datos que preocupan sobre todo a los más jóvenes que, junto a sus sueldos precarios, se están encontrando con una oferta que cada día es menor lo que infla los precios. Por eso, el Gobierno ha vuelto a prorrogar la bonificación económica a este colectivo.
Se trata del bono alquiler joven cuya cuantía es de 250 euros al mes y que es compatible con el Plan Estatal de Vivienda. Se concede durante dos años por lo que el total es de 6.000 euros.
¿Cuáles son los requisitos para acceder al bono alquiler joven?
Para poder acceder al bono alquiler joven los aspirantes deben cumplir una serie de características. Así, por ejemplo, podrán hacerlo aquellas personas que tengan entre 18 y 35 años. Además, deben acreditar renta de trabajo y los ingresos anuales no deben superar 3 veces el IPREM (Indicador Público de Rentas Múltiples).
La persona interesada debe estar empadronada en la vivienda para la que se solicita la ayuda y, además, debe ser la vivienda habitual. Debe poseer nacionalidad española y tener todos los pagos de esa vivienda al día. Por último, debe pagar como máximo 600 euros mensuales por alquiler de vivienda completa, o 300 euros por habitación.
¿Cómo acceder a la ayuda?
Aquellos interesados en el bono alquiler joven deben dirigirse a la comunidad autónoma donde se ubique la vivienda arrendada. Son estas administraciones las que publican las convocatorias de la ayuda por lo que es recomendable acudir a sus respectivas páginas web.
Para poder acceder a la misma, el solicitante ha de tener menos, o 35 años, el último día del plazo. Habrá de cumplir 36 años al día siguiente en que finalice el plazo.
Asimismo, hay una ayuda adicional al bono de alquiler joven. Gracias a la misma, la comunidad autónoma podrá aportar hasta el 40% de la renta de alquiler en función de diferentes criterios. Los mismos tienen que ver con el número de personas de la unidad de convivencia, los ingresos de la unidad de convivencia, la tensión del mercado de alquiler del municipio o entorno, o si se trata de una persona con discapacidad, entre otros.