El Consejo de Ministros aprobó en la reunión del martes 13 de febrero la línea de 2.500 millones de euros en avales para la compra de la primera vivienda. ¿Destinatarios? Menores de 35 años y familias con menores a su cargo.
Según explicó Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda y Agenda Urbana, los datos indican “que jóvenes o familias con menores a su cargo, teniendo un buen empleo y un buen salario, no disponen de los ahorros necesarios para la firma de un crédito hipotecario”. Y añadió que, por este motivo, “el Estado es tu avalista y da garantía a las entidades bancarias para la concesión de la hipoteca”.
Conviene recordar que el aval ICO para la hipoteca es un mecanismo por el que este organismo ofrece una garantía adicional a los bancos. Dicha garantía es el equivalente al 20% que las entidades financieras no suelen prestar a sus clientes. Porque, normalmente, se quedan en el 80% del valor de tasación de la vivienda. La pregunta es: ¿será más cara o más barata la hipoteca con o sin aval?
¿Cuáles son los requisitos para optar a los avales?
Antes de entrar en detalle sobre los pros y los contras de los avales ICO, conviene recordar los requisitos para acceder a los mismos.
Más allá de que va dirigido a jóvenes menores de 35 años, y familias con menores a su cargo, sus ingresos individuales no deben superar la barrera de los 37.800 euros brutos al año. Es decir, 4,5 veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples).
Por tanto, si son dos las personas interesadas en la misma propiedad, el límite de ingreso se acabará duplicando: 75.600 euros. Hay otro punto que conviene tener en cuenta teniendo en cuenta el número de hijos, o si se trata de familia monoparental o no.
En este caso, el límite se incrementa en 0,3 veces el IPREM (22.250 euros brutos al año) por cada menor de edad que tengan a su cargo. Si la familia es monoparental, ese límite crece un 70% adicional. Asimismo, su patrimonio no debe superar los 100.000 euros.
¿Cómo solicitar el aval ICO?
Los avales del ICO se podrán solicitar hasta el 31 de diciembre de 2025, con opción a dos años de prórroga. Eso sí, quienes los pidan tendrán que aportar la parte correspondiente a los gastos e impuestos asociados a la operación procedente de sus ahorros. ¿Cuánto? Aproximadamente el 10% del valor del inmueble.
Un dinero que servirá para pagar tantos los gastos de la compraventa (como el IVA o los gastos de notaría) como los de la hipoteca (gastos de tasación y comisión de apertura de la hipoteca, si la hubiera).
¿Cómo pedirlo? Habrá que hacerlo directamente a través del banco con el que se vaya a pedir la hipoteca.
De momento, hay que esperar a que el Gobierno cierre el acuerdo con el ICO y que las distintas entidades financieras se sumen al mismo. En la anterior convocatoria, la mayoría lo hicieron.
¿Cuál será el coste para el consumidor?
El aval tiene luces y sombras. Y es que, aunque no tendrá un coste directo para el consumidor, sí tendrá un impacto para su bolsillo. Así lo estiman desde Kelisto. “Pedir una hipoteca con este respaldo público costaría un 25% más que si no se contara con esta ayuda”, afirma Estefanía González, portavoz del comparador.
La razón es bien sencilla: cuanto mayor sea el importe que se pida al banco, mayor será la cuota que pagará la persona al banco cada mes y la cifra de intereses totales que acabará abonando a la entidad financiera.
Un ejemplo: para un préstamo de 200.000 euros sin aval, y de 250.000 con aval, la cuota pasaría de 928 euros al mes a una de 1.160 euros mensuales. Es decir, 232 euros más al mes. Así, el total de intereses pasaría de 78.324 euros a 97.906 euros. Por tanto, 19.581 euros más.
Kelisto hace estos cálculos teniendo en cuenta una serie de parámetros. Para empezar, el coste de la media aprobada en Consejo de Ministros es de 2.500 millones de euros. Y el Gobierno estima que se beneficiarán 50.000 ciudadanos. Por tanto, el aval medio sería de 50.000 euros por solicitante.
Dado que la hipoteca que se podrá avalar con la ayuda podrá ser de hasta el 100% del valor de tasación o de compra del inmueble (el menor de los dos), el coste medio de la vivienda a comprar sería, como mucho, de 250.000 euros.