El alquiler de temporada continúa su avance a pesar de los intentos de contenerlo por parte del Gobierno. En el segundo trimestre de 2024 el peso de este modelo de arrendamiento llegó hasta el 13% del total del mercado, con un incremento interanual de la oferta del 55%, según Idealista. 

El peso de este modelo de alquiler ha cobrado relevancia en los principales mercados, como es el caso de Barcelona, donde ya supone el 42% del total de la oferta. 

Los alquileres de temporada son aquellos que no se destinan a satisfacer una necesidad permanente de vivienda, sino que sirven al alojamiento durante un periodo de tiempo muy concreto (por lo general, inferior al año). Se rigen por la voluntad de las partes, la Ley de Arrendamientos Urbanos y el Código Civil. Quedan fuera del ámbito de aplicación de la reciente Ley de Vivienda, por lo que no se ven afectados, entre otros aspectos, por las limitaciones en las actualizaciones de la renta o las prórrogas extraordinarias del contrato. 

[El Gobierno limitará el alquiler de temporada y obligará a justificar las causas antes de firmar el contrato]

Esto ha provocado que su impacto haya sido mayor en los grandes mercados y, sobre todo, en aquellos en los que los gestores públicos han anunciado su interés por aplicar un efectivo control de precios (particularmente, en las llamadas zonas tensionadas). El Gobierno anunció hace unos días que los regularía exigiendo que existiese una causa para que se firmasen. 

"Los datos del segundo trimestre siguen poniendo de manifiesto que legislar de espaldas a los propietarios acaba destruyendo el mercado. Las medidas adoptadas en materia de alquiler han trasladado la oferta del alquiler permanente al alquiler de temporada, una fórmula perfectamente legal pero que viene a dificultar aún más el acceso a la vivienda de las personas y las familias más desfavorecidas", señala Francisco Iñareta, portavoz de Idealista. 

Entre los grandes mercados, el mayor incremento de la oferta de este tipo de alquiler se ha producido en Málaga, que cuenta con un 99% más que hace un año, seguido de Bilbao (73%), Palma (72%), Valencia (70%), Sevilla (63%), Madrid (53%) y Barcelona (48%).

"Es llamativo que a pesar de todas las evidencias empíricas, las administraciones sigan legislando en contra de los propietarios (como parece que sucederá en los próximos meses con el alquiler de temporada) en vez buscar consensos e incentivos que aumenten orgánicamente el parque de viviendas", insiste el portavoz de Idealista. 

En paralelo a esta situación, los alquileres de larga estancia, que sí están regulados por la Ley de Vivienda, siguen cayendo en este último año en los principales mercados. El mayor descenso se da en Barcelona (-45%), seguido por San Sebastián (-32%), Sevilla (-27%), Madrid (-22%), Bilbao (-22%), Alicante (-8%) y Valencia (-6%).

Aún así, en la ciudad de Málaga la oferta ha logrado crecer un 4%. Entre el resto de ciudades la mayor caída se ha dado en Palencia (-47%), Oviedo (-44%), Valladolid (-35%) y Teruel (-32%), mientras que las mayores subidas se han producido en Cáceres (38%), Melilla (28%), Cuenca (26%), Almería (20%) y Ávila (6%).