A pesar de los esfuerzos en España para acabar con la ocupación ilegal, la realidad es que las cifras siguen siendo notablemente altas. Según datos del Ministerio del Interior, en 2023 se registraron un total de 15.289 denuncias, lo que representó una disminución del 8,8% en comparación con el año anterior.
Sin embargo, los números siguen siendo alarmantes, ya que suponen una media de más de 40 denuncias por ocupaciones diarias. Además, en siete comunidades autónomas los datos han crecido. Asturias (29,4%), La Rioja (15,6%), Cantabria (14,5%), Canarias (14,4%), Ceuta (12,5%), Euskadi (11,8%), Galicia (11,6%) y Aragón (9%%). La región en las que más descendieron los riesgos de 'okupación' fueron Murcia y Navarra.
El verano es la época ideal para dar rienda suelta a la entrada ilegal en viviendas ajenas. Es entonces cuando el número de ocupaciones se incrementa más, ya que las primeras viviendas se quedan vacías. Y posteriormente, las residencias vacacionales cuando los propietarios regresan.
Además, durante el verano se produce un fenómeno que es contraproducente y es que por culpa del calor, las casas pasan más tiempo abiertas y nosotros mismos solemos entrar y salir más frecuentemente. Oportunidades para que los delincuentes entren y se asienten. No obstante, es una realidad que el miedo a la 'okupación' está cada vez más extendido en la sociedad en cualquier época del año.
Este afecta de manera directa a los propietarios, ya que lo que debería ser un momento de calma se convierte en la intranquilidad de tener miedo por nuestro hogar. Por ello, la Policía Nacional realiza ahora una serie de advertencias para que las personas tengan cuidado y sepan cómo actúan estos 'okupas', cuáles son sus modus operandi y qué debemos hacer ante estas situaciones.
El problema de las persianas
Ante la creciente preocupación que hay en la sociedad, la Policía Nacional se apresuró a hacer una serie de recomendaciones para que tengamos el máximo cuidado a la hora de prevenir la 'okupación' ilegal de nuestras viviendas. Dentro de esta serie de consejos, los agentes hacen especial mención al problema de las persianas.
Esta cuestión es clave y hace referencia al uso que hacemos de estos elementos que protegen nuestras ventanas. Es un error muy frecuente, sobre todo en verano, que las personas bajen sus persianas al máximo para proteger sus cristales y evitar que el calor entre en los domicilios. Sin embargo, esto es un claro indicativo de que nuestra casa está vacía. Y no hay mayor punto de atracción que una vivienda sin personas.
Por ello, la Policía Nacional nos recomienda intentar dar la mayor sensación de que nuestra casa está habitada. Y tener las persianas a diferentes niveles es una de las mejores formas para ahuyentar a los 'okupas' y ladrones. Acompañar esta técnica de temporizadores de luz o incluso de sistemas de domótica para generar movimiento es el mejor complemento.
Otra cuestión básica es asegurarnos de haber cerrado bien todas las puertas y ventanas con llave. Una de las claves que apuntan los agentes es no desconectar nunca sistemas como el timbre o dejar algunas llaves guardadas cerca de la puerta, ya sea debajo del felpudo, en el buzón o incluso alguna maceta. Otro error muy frecuente.
La Policía advierte también que la seguridad no solo es cuestión de uno mismo y por eso aconseja pedirle a algún vecino o familiar que revise de manera frecuente las puertas vacías en busca de marcas o señales que hayan podido dejar los 'okupas'. También debe estar atento a movimientos extraños en los rellanos o en las calles frente al edificio.
Y por último, es fundamental no dar demasiada información sobre nuestras vacaciones en las redes sociales y dejar todos los objetos de valor a buen recaudo en el interior de la vivienda. Meter nuestras joyas y nuestro dinero en la caja de seguridad es un hábito de obligado cumplimiento.