Vivir en una comunidad de vecinos tiene diferentes beneficios, entre los cuáles se encuentra la posibilidad de disfrutar de los espacios comunes de la misma, destacando especialmente durante el verano el poder disfrutar de la piscina en algunas de estas comunidades.

Durante los meses de verano en España es cuando más uso le dan los propietarios de las comunidades de vecinos a estas zonas comunes, pero es habitual de que exista la duda de si se tiene derecho a utilizar la piscina comunitaria si se es un vecino de alquiler. En este sentido, hay que recalcar que existen legislaciones y normativas que regulan este aspecto, y que se deben conocer si se es inquilino.

Normativas y regulaciones del uso de la piscina

El uso de la piscina en comunidades se encuentra regulado por la Ley de Propiedad Horizontal, la cual se encarga de establecer las diferentes normas y derechos de los propietarios, y, por lo tanto, también para todos aquellos inquilinos que tienen su residencia en una comunidad de propietarios. En cualquier caso, hay que recalcar que cada comunidad de propietarios puede establecer sus propias regulaciones y normas sobre el uso de la piscina comunitaria.

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De esta forma, puede haber normas relacionadas con el horario de uso, los requisitos de seguridad, los invitados y el propio comportamiento a mantener en las instalaciones. Por este motivo, tanto los propietarios como los vecinos de alquiler deben conocer y respetar las normas para así no dar origen a conflictos con el resto de los vecinos y no incumplir las obligaciones debidamente establecidas.

Obligaciones y derechos de los inquilinos

Por norma general, los vecinos de alquiler tienen derecho a usar las zonas comunes, y por lo tanto la piscina, pero siempre y cuando estén debidamente autorizados por el propietario, además de cumplir con el resto de normas y regulaciones al respecto. Los inquilinos deben cumplir con las regulaciones y reglas establecidas por la comunidad de propietarios para el uso de la piscina comunitaria.

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Es importante que mantengas el comportamiento adecuado en la piscina, respetando los horarios que hayan sido establecidos por la comunidad de vecinos y teniendo la obligación de cuidar las instalaciones. En el caso de que el inquilino o alguno de sus invitados cause algún tipo de daño en estas zonas comunes, este será el responsable de la reparación o de reponer los elementos que se vean afectados.

Por este motivo, los vecinos de alquiler deben ser conscientes de que deben cuidar de forma adecuada las instalaciones de la piscina comunitaria y evitar cualquier tipo de daño en las mismas ocasionado de manera negligente o intencional.

De igual modo, es importante que se sigan las instrucciones y el mantenimiento indicado por la comunidad de propietarios para la conservación de la piscina en buen estado. También hay que recalcar que el derecho de uso varía en función de lo que establezca el contrato de arrendamiento.

Cómo saber las normas de una comunidad de vecinos

Todo vecino de alquiler debe conocer las normas de una comunidad de vecinos, motivo por el cual deben consultar con el propietario acerca de las condiciones específica del uso de la piscina comunitaria y, en el caso de que sea necesario, solicitar la correspondiente autorización de uso. De esta forma, el propietario será el responsable de proporcionar al inquilino la información correspondiente y solucionar cualquier duda acerca del tema.

Si los inquilinos tienen dudas o se enfrentan a situaciones en particular que estén relacionadas con el uso de la piscina, lo más recomendable es buscar asesoría legal, de manera que un abogado especializado en propiedad horizontal y derecho de vivienda pueda orientarle acerca de los derechos y consideraciones sobre el uso de la piscina comunitaria como vecino de alquiler.

De forma resumida, los inquilinos tienen derecho a utilizar la piscina comunitaria, siempre y cuando se cumplan con las regulaciones y normas debidamente establecidas por parte de la comunidad de propietarios en la que se resida.

Para todo vecino de alquiler es imprescindible conocer las normas de la comunidad, debiendo respetar las reglas y mantener en todo momento una comunicación fluida con el propietario para así poder hacer un uso adecuado y responsable tanto de la piscina como del resto de espacios comunes.

La comunidad propietarios es ajena al arrendamiento

La comunidad de vecinos es ajena al arrendamiento, y si en el contrato de alquiler no se ha establecido nada al respecto, los arrendatarios podrán hacer uso tanto de la vivienda como del resto de elementos comunes de la comunidad en la que residan, por supuesto, también de la piscina.

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En cualquier caso, lo más indicado, como ya hemos mencionado, es solicitar al propietario que informe a la comunidad sobre si se ha establecido algún tipo de limitación a sus arrendatarios.

Si los inquilinos incumplen alguna normal del régimen de uso de la piscina, ya tenga que ver con los horarios de uso u otras circunstancias, la comunidad podría requerir o efectuar una reclamación al propietario del inmueble para que gestione el problema con sus inquilinos. Si lo que se incumplen son normas legales, entonces sí que cabría la posibilidad de realizar una denuncia directa contra los inquilinos, al igual que sucede en aquellos casos en los que los vecinos de alquiler llevan a cabo actividades molestas y sea necesario ejercitar la acción de cesación, que será dirigida contra el inquilino y el propietario.