Vivimos en un cambio acelerado donde la revolución digital está cambiando los negocios, los mercados y la sociedad. En ese contexto, las empresas deben entender y aprovechar las oportunidades que brinda la tecnología digital y saber aplicarla para conseguir sus objetivos de negocio, convirtiéndose así en empresas digitales. En esta columna que hoy nace, mostraremos cómo son las tecnologías y cómo usarlas. De una forma clara y comprensible.
Las palabras en ocasiones son extrañas y nos confunden. Las palabras en otros casos, sin embargo, explican y clarifican.
Vivimos una época de cambios acelerados, que por un lado nos motiva e inspira, y por otro nos confunde y asusta.
Una época donde el motor del cambio es con frecuencia de naturaleza tecnológica y, muy especialmente, digital. Nos invaden términos confusos, no bien definidos o diferentemente interpretados. Aparecen en los medios, una y otra vez, expresiones como ‘transformación digital’, ‘inteligencia artificial’, ‘automatización’… que seguramente autores diferentes interpretan de formas diversas y en esa diversidad, y en ocasiones ambigüedad, confunden al emprendedor, al empresario, al directivo, al mando o al profesional que sinceramente desea entender y subirse al carro de esa revolución digital.
"Lo digital es una amenaza pero, ante todo, una oportunidad, una grandísima oportunidad, para la sociedad y las empresas"
Digital no es por sí mismo una tecnología. Digital es, en realidad, un atributo de una larga y creciente serie de tecnologías tanto de comunicaciones como, sobre todo, de procesamiento de información que antes denominábamos simplemente TIC (Tecnologías de la Información y Comunicaciones). Unas tecnologías que se caracterizan por tratar cualquier tipo de información como una serie de estados binarios que, familiarmente y de manera metafórica, denominamos unos y ceros. Un conjunto largo y creciente de tecnologías donde esa aparentemente inocente codificación binaria, unida a la aparición de un elemento intangible pero tremendamente maleable como es el software, habilita una revolución sin precedentes.
Y una revolución que, además, es tecnológica pero que no se detiene ahí. Una revolución que cambia los procesos de las empresas, las estructuras de los mercados, los equilibrios de poder e incluso las culturas corporativas y los comportamientos de las personas en sus diferentes roles de consumidores, profesionales o simplemente ciudadanos. Unas tecnologías que, por tanto, están transformando la economía, los hogares y la sociedad.
Dentro de las tecnologías digitales se incluyen desde los ya conocidos sistemas de información o las comunicaciones fijas o móviles, hasta la cresta de la ola que nos lleva a Internet de las Cosas, Big Data, blockchain, machine learning, inteligencia artificial, realidad virtual, robots software y tantas y tantas otras que tendremos oportunidad de visitar en esta columna.
En medio de ese marasmo tecnológico, las empresas se ven impulsadas a actuar. Lo digital es una amenaza pero, ante todo, una oportunidad, una grandísima oportunidad para la sociedad en su conjunto pero específicamente para el tejido empresarial.
Las tecnologías digitales permiten el lanzamiento de novedosos productos y servicios, posibilitan automatizar y optimizar hasta el extremo los procesos y operativas internas y habilitan nuevas y avanzadas formas de relación con las personas incluyendo increíbles experiencias de cliente. Mediante la tecnología digital somos capaces de realizar análisis de datos e identificación de patrones ocultos que nos permiten comprender la realidad con un nivel de profundidad y perspicacia insospechados hasta hace unos pocos años. Las tecnologías digitales hacen posible que las máquinas aprendan y exhiban comportamientos de una inteligencia y autonomía nunca vistos hasta ahora. Las tecnologías digitales, en fin, abren el camino a la disrupción mediante nuevos modelos de negocio e incluso nuevos modelos sociales.
Y en ese entorno agitado se encuentra la empresa y sus responsables. En ese contexto, aspiramos a una empresa digital.
La empresa digital es aquella que hace el mejor uso de las posibilidades que ofrecen las tecnologías digitales para alcanzar y optimizar sus objetivos de negocio.
Y para hacer realidad esa empresa digital son necesarias dos cosas. Por un lado, entender las tecnologías digitales. Por otro, saber cómo se pueden aplicar en la empresa. Y a ese doble objetivo quiere contribuir esta columna que hoy nace en el seno del portal Invertia.com.
En esta columna, veremos todo lo que tiene que ver con lo digital, las tecnologías que lo integran y cómo convertirlas en realidades en las empresas, grandes, medianas o pequeñas. Hablaremos de las tecnologías en sí mismas y de su implantación en las empresas mediante la llamada transformación digital, la innovación y el emprendimiento.
"La empresa digital necesita dos cosas. Entender las tecnologías digitales y saber cómo aplicarlas"
E inicio este camino pensando en los profesionales de cualquier condición y cuya responsabilidad no es necesariamente de naturaleza tecnológica y, por tanto, no tienen por qué entender de tecnicismos ni conocer el significado de inacabables y confusos acrónimos. A ellos me dirijo y a las empresas en que se encuadran. A ti me dirijo, en fin, apreciado lector.
Las palabras en ocasiones son extrañas y nos confunden. Las palabras en otros casos, sin embargo, explican y clarifican.
Apuesto sin ambages por lo segundo. Me marco como objetivo que esta columna reúna palabras de las que explican y clarifican. Desde esta privilegiada tribuna quiero hacer llegar a directivos, empresarios, emprendedores y profesionales, las características y enormes posibilidades que la tecnología digital abre a las empresas.
Sin ambigüedades. Sin fantasías. Plenamente optimista pero con un optimismo realista y fundado. Y, sobre todo, de una manera clara y comprensible.
Ese es el camino que emprendemos y al que te invito, lector, a sumarte y a participar. Vamos a aprender, dialogar y debatir entre todos.
Vamos juntos, en definitivas, a impulsar empresas digitales.
* Ignacio Gavilán es fundador y CEO de Reingeniería Digital. Ingeniero Industrial, MBA y PMP