Desde que inició su mandato como presidente de la CNMV, el pasado como socio de Linklaters ha acompañado a Sebastián Albella. Lo explicó con elocuencia  Pedro Saura cuando en noviembre de 2016, un Parlamento fragmentado tuvo que votar su nombramiento: su salto de la empresa privada al supervisor de los mercados "es una puerta giratoria al revés".

Poner al frente del organismo que tiene que vigilar a las empresas cotizadas a un respetado abogado procedente de un gran despacho internacional que asesora a grandes compañías podía generar conflicto de intereses. 

Un riesgo que PP y C's, promotores de su ascenso, conocían, pero del que se defendieron con un argumento que resumió con claridad Toni Roldán: "es muy difícil querer a los mejor preparados y a la vez querer que no tengan experiencia en el sector privado". 

Sebastián Albella, presidente de CNMV, en una imagen de archivo.

Contra la sombra de la sospecha, Albella se defendió acotando a seis empresas del Ibex 35 los casos en los que había actuado como asesor de grandes operaciones. Compañías que numeró, pero cuyo nombre no especificó, acogiéndose a la confidencialidad que suele rodear esos contratos.

Han pasado ya más de tres años desde aquel nombramiento y el periodo de dos años que marca la ley de incompatibilidades ha expirado. Pese a todo, en la CNMV aseguran que Albella sigue inhibiéndose de determinadas decisiones en las que sabe que su firma puede dañar la imagen de la institución que preside.

Sin embargo, pese a ese esfuerzo por cumplir con ejemplaridad con la ley de incompatibilidades, no se libra de esa sombra. Se vio con el Popular, cuando Ángel Ron denunció con motivo de un expediente que Albella había estado presente en alguna de las reuniones del banco; se intentó hacer ver con algunas informaciones sobre las relaciones internacionales entre Linklaters y Mijaíl Fridman que se publicaron con motivo de su toma de control sobre DIA; ha vuelto a verse estos días con la marcha de Iberdrola de Siemens Gamesa y volverá a verse pronto con Siemens Energy.

El pasado del también abogado del Estado en Linklaters ha vuelto a resucitar ante el monumental enfado de los accionistas minoritarios con el acuerdo sellado entre Iberdorla y Siemens Gamesa.

Los alemanes que han confiado su negocio energético en España a Markus Tacke han sellado la paz con la eléctrica de Ignacio Sánchez Galán. El armisticio fue apuntalado por el ya exconsejero de Iberdorla en la empresa de renovables, Pedro Azagra, hombre clave de un acuerdo que ha permitido a Iberdrola ingresar 1.100 millones de euros con la venta de su 8% en Gamesa a cambio de enterrar su batalla judicial.

Galán salda así su aventura en la eólica con una plusvalía de 500 millones de euros sobre la que los minoritarios y Aemec -la asociación del despacho de Javier Cremades- han puesto el foco estos días.

Cuando Siemens y Gamesa iniciaron su aventura empresarial, Albella era socio de Linklaters y asesoró con tino a la alemana para conseguir que la CNMV autorizara la exención de OPA que quería su cliente en aquel momento.

M. Fridman, Ignacio Galán, Markus Tacke, Ángel Ron, Sebastián Albella y Pedro Azagra.

Ese papel del presidente de la CNMV ha sido comentado en los últimos meses entre los directivos que han ido saliendo de Siemens Gamesa como víctimas de lo que consideran una toma de control silenciosa por parte de los alemanes.

Al estructurar la toma de control de Siemens en Gamesa como un proyecto estratégico industrial, Albella logró que su cliente no tuviera que lanzar una OPA para hacerse con el 59% de la compañía. Poco después de aquel éxito como asesor, aterrizó en la CNMV y tuvo que inhibirse de las decisiones y votaciones relativas a la empresa de renovables.

Sin embargo, más de uno se pregunta si no estar en esas reuniones es suficiente garantía de que el presidente no tenga nada que decir en las autorizaciones que concede la CNMV.

Ya en febrero de 2020, con el pacto entre Iberdrola y Siemens cerrado, en su equipo se asegura que el organismo no tiene nada que decir sobre un acuerdo entre dos accionistas que han firmado un acuerdo.

Los minoritarios, que tienen acciones a 15,49 euros, lejos de los 20 euros a los que Iberdrola ha salido del valor, se sienten desamparados. Ahora van camino a una integración en Siemens Energy dentro de un gran grupo cotizado en el que el nuevo propietario contará con aproximadamente el 67% del control del grupo con sede en Zamudio.

Será entonces cuando el presidente de la CNMV tenga la oportunidad de redimirse. Los términos en los que Siemens Gamesa se integrará en Siemens Energy competen al supervisor. Y será una ocasión única para librarse de la sombra del pasado que la actuación del organismo  tenga en cuenta el interés de los minoritarios.

ATENTOS A...

La decisión del juez Marcelino Sexmero de rechazar la querella de Andrea Orcel contra le Banco Santander con la que sus abogados pretendían atribuir un supuesto delito de estafa procesal a la entidad ha sido recibida con una satisfacción contenida en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte.

Ana Botín y Andrea Orcel.

Ana Botín no quiere hacer ruido con un asunto que no ayuda a fortalecer la reputación del banco, pero ha trasladado a su equipo que al inadmintir su querella, el juez ha puesto al banquero italiano en su sitio. "Los hechos son los hechos. Una oferta no es un contrato", dijo a su entornoen la Ciudad Financiera.

Con este movimiento, Orcel pretendía llevar su batalla con el banco español al farragoso terreno de lo penal, pero ha perdido esa apuesta. La batalla judicial sigue y los abogados de ambas partes se verán las caras dentro de tres meses para dirimir si el banco debe indemnizar al 'tiburón' de la City por su 'fichaje' frustrado.