La combinación de libertad económica y baja fiscalidad que ha protagonizado la Comunidad de Madrid a lo largo de los últimos 15 años constituye un indudable modelo de éxito que, lejos de ser criticado y vilipendiado por el Gobierno u otras Comunidades Autónomas, debería ser un ejemplo a imitar, ya que ha logrado grandes réditos para el conjunto de la población.
Madrid no es ningún "paraíso fiscal" y, aún menos, ejercita el tan maniqueo dumping que denuncian algunos líderes socialistas, sino que, simplemente, dentro de las competencias normativas que tienen atribuidas todas las autonomías de régimen común, ha apostado por reducir los impuestos a familias y empresas, en la firme convicción de que el bolsillo del contribuyente es el mejor sitio en el que puede estar el dinero, pues la fuente de todo crecimiento y generación de riqueza es el sector privado.
Esta es la razón por la que la Comunidad de Madrid encadena, desde 2004, una larga y constante senda de rebajas fiscales, sin que se haya producido ninguna subida. Como resultado, los madrileños se han ahorrado más de 48.000 millones de euros en impuestos durante este período, una media de 15.000 euros por contribuyente, pudiendo así intensificar su volumen de ahorro, consumo e inversión, con todo lo que ello supone en materia de crecimiento y empleo.
Todos los madrileños se han beneficiado, en mayor o menor medida, de la reducción de la tarifa autonómica del IRPF y de los tipos aplicables en Actos Jurídicos Documentados y Transmisiones Patrimoniales, al tiempo que, en la práctica, se han suprimido impuestos injustos y confiscatorios como el de Patrimonio, en vías de extinción a nivel mundial, o Sucesiones y Donaciones en el caso de familiares directos. Y los mayores beneficiarios han sido, sin duda, las clases medias y bajas, puesto que el 85% del ahorro registrado en IRPF se ha concentrado en los contribuyentes con ingresos inferiores a 60.000 euros al año, y, de esa cantidad, el 73% en rentas inferiores a 33.000 euros.
El bolsillo del contribuyente es el mejor sitio en el que puede estar el dinero
De este modo, un madrileño con un sueldo de unos 20.000 euros al año y dos hijos que haya recibido en herencia una vivienda media y algo de patrimonio, siendo, además, propietario de un piso, se habría ahorrado más de 69.000 euros en impuestos, el equivalente a más de tres años de sueldo. Y ello sin olvidar que Madrid es la región donde menos tributan por IRPF las rentas más bajas, con un tipo mínimo del 9% frente al 12% de Cataluña o el 10% de la Comunidad Valenciana.
El principal fruto de la acertada política económica y fiscal que han implantado los gobiernos del PP en Madrid a lo largo de estos años, y cuyo nuevo impulso lidera la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, es gozar del mayor nivel de riqueza y bienestar social de España.
No por casualidad, la Comunidad de Madrid es hoy el gran motor económico del país, siendo la región que más aporta al PIB nacional, el 19,2%, por encima de Cataluña, a pesar de contar con un millón menos de habitantes. Asimismo, los madrileños disfrutan de la renta per cápita más alta, próxima a 35.000 euros al año, un 36% superior a la media española, un 13% por encima de la europea y un 9% más que la registrada al inicio de la crisis.
Madrid es, igualmente, la comunidad que lidera la creación de nuevas empresas, con casi 22.000 en 2019, el 23% del conjunto nacional, y la que atrae mayor inversión extranjera, hasta el punto de concentrar más del 65% del capital que aterriza en España. Esta fortaleza productiva, a la cabeza en I+D, es lo que permite liderar la creación de empleo, garantizando, además, el mercado laboral más estable -ocho de cada diez madrileños tiene un trabajo indefinido-, junto a una población activa altamente cualificada.
Y gracias, precisamente, a esta mayor riqueza, Madrid no solo financia el 100% de todo su gasto público con cargo a los impuestos que pagan sus contribuyentes, garantizando unos servicios de máxima calidad, sino que también es la autonomía más solidaria de España, lo cual es un motivo de orgullo, ya que aporta el 70% de los fondos destinados al mantenimiento de los servicios básicos en el resto del país.
De los 78.000 millones de euros que se recaudan en Madrid por IRPF, IVA e Impuestos Especiales, cerca de 61.000 van a engrosar las arcas del Estado y otras Comunidades Autónomas. Es decir, Madrid solo recibe el 22% de lo que recauda.
El éxito cosechado es tan rotundo que la izquierda y sus socios nacionalistas se escudan en todo tipo de mentiras y falsedades, como el “dumping fiscal” o el “efecto capitalidad”, para tratar de tumbar el provechoso modelo madrileño, a sabiendas de que su desarrollo saca los colores a sus fracasadas recetas económicas y sociales.
***Javier Fernández-Lasquetty es consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid.