Los bonos soberanos están a niveles muy bajos en cuanto a rentabilidad exigida. ¿Cómo es posible cuando viene una recesión y cuando nos enfrentamos a un entorno en el que claramente se van a saltar todos los límites de déficit y los Estados van a tener que gastar mucho más?.
La primera razón es que las bajísimas primas de riesgo no son una señal de fortaleza económica. Son una señal de aversión al riesgo. Los grandes beneficiados de estas enormes políticas monetarias son los gobiernos, porque los bancos centrales recompran sus bonos.
Las rentabilidades exigidas no reflejan el riesgo real. Además lo que está haciendo esta represión financiera es que lleva a los agentes económicos a aceptar rentabilidades cada vez más bajas frente a mayores riesgos.
Las enormes inyecciones que van a realizar tanto en Banco Central Europeo como la Reserva Federal van a mantener estas rentabilidades bajas para que los Estados puedan gastar. Para que les cueste menos endeudarse. Pero esto funciona como un incentivo a la deuda. Por eso los Estados han abandonado sus reestructuraciones y han seguido manteniendo sus desequilibrios fiscales.
Una de las razones por la que los gobiernos, incluido el español, no tomaron medidas al comienzo de la crisis del coronavirus es porque la bolsa estaba alta y los bonos bajísimos. No pensemos que ante una crisis se van a disparar las primas de riesgo.
Lo que nos vamos a encontrar, desafortunadamente, es que se va a seguir transfiriendo riqueza de los ahorradores a los endeudados. Estas inyecciones ayudarán a mantener y a perpetuar a los que ya están endeudados.