Desde que el coronavirus irrumpió en el panorama internacional, he escuchado de todo. Al principio, que se trataba de una guerra biológica iniciada por Trump para debilitar a China. Después empecé a escuchar algo en sentido contrario: que China había creado esta debacle para forzar al mundo a teletrabajar y así hincharse a vender 5G (tecnología en la que son líderes). Más recientemente, comencé a oír locuras: predicciones de Nostradamus de 1955 donde supuestamente (por similitudes forzadas) predijo lo que está sucediendo.
Los conspiradores solían intentar encontrar evidencias para luego tergiversarlas y así convencer a la gente. Ahora sólo necesitan un escenario inventado que no se pueda comprobar. Sus acusaciones toman la forma de una simple afirmación con la capacidad de animar a la furia popular. Internet ejercía un control sobre las falsedades y ahora parece un catalizador. Hoy cualquiera puede decir cualquier cosa a todo el mundo de forma instantánea y gratuita. Incluso los "me gusta" y los retuits dan autoridad a cargos destructivos y sin sentido. El contrapeso proviene de la autoridad de las instituciones productoras de conocimiento (tribunales, agencias expertas, universidades) por un lado y del sentido común por el otro.
Hay que defender la integridad de las instituciones con credibilidad. Este sencillo gráfico publicado en el Foro Económico Mundial explica bien la falacia de la evidencia incompleta (cherry picking):
Consiste en citar datos individuales que parecen confirmar la verdad de una posición a la vez que se ignora una gran cantidad de evidencias de casos relacionados que pueden contradecir la proposición. Es un tipo de falacia de atención selectiva, el ejemplo más común es el sesgo de confirmación.
En este segundo gráfico (fuente: Statista), vemos que España es el tercer gran país en el que se muestra más preocupación por las fake news en internet:
Esta última infografía (fuente: Visual Capitalist) nos detalla las principales pandemias de la historia. Se lleva la palma la gripe española (1918-19) como la peor de todas, habiendo ocasionado a nivel mundial entre 40 y 50 millones de muertes. Recibió el nombre de gripe española porque la pandemia ocupó una mayor atención en la prensa de nuestro país que en la del resto de Europa, ya que no estuvimos involucrados en la guerra y no se censuró la información sobre la enfermedad. El origen del virus se acepta que fue Estados Unidos:
Es muy difícil estimar el daño económico que va a causar el coronavirus. Es sensato pensar que muchos países entrarán en recesión (pero no en depresión). Aun así, el mundo crecerá. En mi opinión, por mucho pánico que haya, todo esto será transitorio, ya que la primavera está llegando y el calor no le gusta al Sr. Covid-19. Si tal y como ha manifestado recientemente China, han desarrollado con éxito la vacuna, en pocos meses habremos olvidado esta pesadilla.