"Es poco atractivo lo seguro. En el riesgo, hay esperanza" (Tácito).
Empezaré dejando claro que no me gusta el sector petrolero, el crudo es finito y va a menos con el auge de las energías alternativas. No obstante, la caída tan exagerada en el precio genera una oportunidad a corto y medio plazo muy llamativa teniendo en cuenta que el oro líquido no va a desaparecer de la noche a la mañana.
El siguiente gráfico de Visual Capitalist refleja los hechos más relevantes acaecidos desde enero y la evolución del precio del futuro del barril West Texas Intermediate de referencia en EE.UU. (WTI). El martes cayó en territorio negativo hasta casi -40 $/barril. Suena absurdo, pero así fue, se cobraba por recibir petróleo.
Esta rareza se debe a las particularidades de los contratos de futuros, los cuales normalmente se renuevan mes a mes sin problemas, pero en este caso los negociadores vieron el contrato de mayo como una "patata caliente". Nadie quería quedarse atrapado en la entrega de crudo cuando el mundo está inundado de petróleo y a la vez confinado sin consumirlo:
En los contratos de futuros de petróleo, se especifica una hora y un lugar para la entrega. Para el petróleo WTI, ese lugar específico es Cushing, Oklahoma (ver el siguiente gráfico de la misma fuente). Con la mayor parte de la capacidad de almacenamiento reservada, la entrega física ni siquiera era una opción para muchos jugadores: los vendedores superaron en número a los compradores con una diferencia de locura y, dado que el petróleo requiere entrega física, alguien tenía que aceptar los contratos.
La anomalía se corrigió al día siguiente, pero dejando los precios por los suelos. He aquí la oportunidad. Hay tres formas principales de invertir en crudo: la primera es inviable para los particulares y hablamos de la compra física de barriles. La segunda y más habitual es la compra de acciones o fondos de inversión tradicionales de compañías petroleras. Y la tercera y más agresiva es la suscripción de un fondo cotizado ETC (exchange-traded commodity) que siga al WTI o al barril Brent (de referencia en Europa) a través de futuros.
A largo plazo, no me gusta el petróleo, ya que sigo prefiriendo la tecnología y el sector salud. A medio plazo, sí que es muy atractiva la inversión porque el punto de partida es escandalosamente bajo: lo recomendable es hacerlo con acciones (Chevron, Exxon, etc.) o fondos tradicionales (por ejemplo, BlackRock World Energy o un ETF que replique al MSCI World Energy).
Sin embargo, a corto plazo, depende de nuestra expectativa. Con lo que ha sucedido, las acciones del sector no están tan correlacionadas con lo que le está sucediendo al crudo, por lo que el resultado esperado podría decepcionar. La solución es el mencionado ETC, pero en este momento es extremadamente peligroso. Este exceso de riesgo se debe a que el mercado está en super-contango.
En los mercados de futuros, un mercado en contango describe la situación en la que el precio spot (precio de contado de entrega inmediata) es inferior al precio a futuro: significa que los actores del mercado estiman que el precio permanecerá estable o subirá en el futuro. La situación contraria se denomina backwardation.
En el mercado de petróleo, algunas situaciones de contango han reflejado expectativas de futuras tensiones de abastecimiento y llevan a la acumulación de inventarios ante la expectativa de subida del precio. Un mercado en contango es normal para productos no perecederos con importantes costes de transporte y almacenamiento (incluyen los intereses no percibidos por el dinero invertido en el bien). Gráfico de Wikipedia:
Los ETC de petróleo (denominados USO para el WTI y BNO para el Brent), al estar el mercado en super-contango (el primer vencimiento cotiza muy por debajo del siguiente), cuando el ETC enlaza sus contratos de futuros conforme vencen (conocido como “rolar”), como el mercado físico de crudo está muy bajo, se generan pérdidas.
El coste del cambio se llama roll yield y en los últimos años ha supuesto que el ETC casi siempre haya tenido un menor rendimiento que el WTI o el Brent. El contango se ha dado en tres cuartas partes del tiempo en la última década, así que considero que sólo debe usarse a corto plazo si tenemos una expectativa de rápida normalización de la situación actual o incluso de subidas fuertes, en cuyo caso se puede ganar mucho dinero.
La mayoría de los analistas desaconsejan esta opción ahora, ya que apuestan a que el petróleo se mueva en este entorno varios meses. En mi opinión, la previsible desescalada del confinamiento incentivará al principio un fuerte uso de automóviles para evitar multitudes. Y como podemos ver en esta infografía de Deutsche Bank, el 40% de la demanda de petróleo procede de coches y camiones:
Estados Unidos es el líder mundial en aplicar técnicas de fracking y en rentabilizar los yacimientos de esquisto. El petróleo es una cuestión de "grifo" y Arabia Saudí se excedió al abrirlo para tumbar a estos productores entre otros motivos.
Ahora la situación puede cambiar drásticamente: Trump quiere aumentar radicalmente la capacidad de almacenamiento y Arabia necesita el crudo a 85 $ para ganar dinero (y Rusia a 40 $), por lo que seguramente la OPEP anticipe el recorte de la producción.
Como decía el barón Rothschild: "Compra cuando suenen los cañones, vende cuando suenen los violines".