Ya es oficial. Ya hay fecha para una de las medidas más deseadas y con más impacto social: los colegios volverán a abrir el 6 de mayo. Tranquilos. No me refiero a España, sino a Shanghái y otras ciudades chinas que, finalmente, parecen dispuestas a dar el paso. Y es que, al contrario de lo que se dice de que "no hay manual de instrucciones" para esta epidemia, lo cierto es que la única guía disponible es la experiencia china.
Sin duda se trata de un manual escrito en lengua extranjera, con sus condicionantes culturales, sociales y políticos. Pero de un manual, al fin y al cabo. La hoja de ruta china ha funcionado ya dos veces. La primera, cuando reconocieron que se equivocaron en minimizar la importancia de la epidemia, cuyos primeros datos se detectaron en diciembre, y no confinaron al país hasta finales de enero.
La segunda, cuando demostraron, frente a los incrédulos y escépticos, que el confinamiento es la única forma de atajar la propagación de un virus que tiene dos grandes desventajas, una gran contagiosidad y una elevada letalidad, pero que también tiene una ventaja: su corto período de incubación, al contrario de otras epidemias como el SIDA.
Esto hace que el confinamiento sea un arma muy efectiva. En China estuvieron seis semanas encerrados: desde el 23 de enero en Wuhan, aunque luego se extendió al resto del país, hasta el 8 de marzo, en que llegaron a los cero casos.
En Europa, los países que antes iniciamos el confinamiento estricto, Italia y España, no hemos conseguido tan buenos resultados. Al terminar su sexta semana, Italia reportaba 3.000 casos diarios, y en su séptima semana se situará probablemente en los 2.500. A España no le ha ido mucho mejor y, probablemente cierre su sexta semana en el entorno de los 3.000 nuevos casos diarios, pese al caos estadístico por el cambio de las series oficiales como resultado de los nuevos test y los cambios metodológicos.
La hoja de ruta china ha funcionado ya dos veces. Cuando reconocieron que se equivocaron al minimizar la importancia de la epidemia y con el confinamiento
Seguimos sin saber exactamente por qué el confinamiento ha sido tan exitoso en China y no lo ha sido en nuestros países. Puede haber múltiples causas, desde la ausencia de mascarillas y guantes para la población confinada, que ha facilitado su contagio al ir a hacer tareas permitidas como ir a la compra, a los bancos o a determinadas gestiones, o a la ausencia de 'arcas de Noé', residencias no hospitalarias para los sintomáticos leves o positivos asintomáticos que evitara el contagio dentro del hogar, o la falta de protección adecuada para los trabajadores esenciales, tanto en sus desplazamientos, muchos en transporte público, como en sus centros de trabajo, donde no se ha respetado la distancia de seguridad y, hasta muy recientemente, no se ha dispuesto de la obligatoriedad de las mascarillas.
Lo cierto es que el modelo chino de confinamiento no se ha aplicado de forma estricta. Se ha "adaptado" a la cultura y hábitos sociales europeos, y el resultado es el que es. Los chinos, además de las 'arcas de Noé', limitaron las salidas a comprar (de hecho, buena parte de las compras se repartían a domicilio) e incluso cerraron el transporte público durante algunos días, facilitando el transporte privado u oficial a los trabajadores esenciales. Y los trabajadores esenciales, en particular los del sector sanitario, llevaron desde el principio equipo de protección. Y el desconfinamiento no empezó hasta que se llegó a los cero casos el 8 de marzo.
Ahora, por tercera ocasión, la experiencia china nos puede servir de hoja de ruta para la salida. O no. Probablemente haremos otro ejercicio de "adaptación cultural" y, de nuevo, nos meteremos en un lío.
La prolongación del confinamiento más allá de 8 semanas está causando un daño económico que genera una presión empresarial difícilmente de resistir. Pero no aceptamos que esta larguísima duración es el resultado de no haber seguido a rajatabla el manual de instrucciones dado por la experiencia de China.
Tardamos en confinar la población, cuando se llegó a los 6.000 casos, y el confinamiento no ha sido estricto en términos agregados, aunque si lo ha sido para la población que ha estado encerrada.
Según las afirmaciones del ministro de Transportes, en España "están confinados 30 millones de personas". Es decir, hay otros 17 millones desplazándose de forma habitual. Ahora corremos el riesgo de volvernos a equivocar por tercera vez en el modelo de “desescalada”. Veamos algunas de las opciones que se barajan.
1.- Desconfinamiento por edades. - La idea intuitiva es que los jóvenes tienen un nivel de contagio mucho más bajo que los de más edad y podrían salir independientemente del terriorito en que se encuentren. Esta idea puede rechazarse estadísticamente.
Según los datos del Ministerio de Sanidad, referidos a una distribución de 170.000 infectados, la mediana de edad se sitúa en los 60 años. Es decir, la mitad de los afectados tienen menos de 60 años y la otra mitad más de 60. Aunque es evidente que se trata de una muestra más envejecida que la de la pirámide demográfica, en la que 'sólo' un 25% de la población tiene más de 60 años, la discrepancia no justifica el enfoque por edades.
El desconfinamiento parcial de los niños habiendo todavía miles de nuevos contagios diarios, algo que no se hizo en China, es un factor de riesgo para el éxito final de la hoja de ruta, pero la presión social y mediática lo ha hecho inevitable.
2.- Desconfinamiento por sectores. - La presión económica se centra sobre todo en recuperar la actividad de los sectores económicos paralizados: la construcción, la industria y parte del comercio. La confusión vino de definir algunos sectores "esenciales" que servirían de excepción al confinamiento general. Pero que la excepción sea sectorial no quiere decir que el desconfinamiento tenga que serlo también.
3.- Desconfinamiento geográfico. - Si el confinamiento ha sido, por definición, un fenómeno geográfico, más allá de las excepciones sectoriales, también debe serlo la desescalada. De nuevo, el modelo chino nos aporta algunas experiencias que se refieren tanto a la fecha como al procedimiento de apertura.
Además de geográfico debe ser gradual, asimétrico, monitorizado y con mecanismos de respuesta rápida ante posibles rebrotes, lo que requiere una importante labor de control y de tests.
4.- El desconfinamiento '14-cero'. - A partir de la llegada, el 8 de marzo, a los 0 nuevos casos en el conjunto del país, se inició una desescalada gradual con el criterio '14-cero', es decir, se levanta el confinamiento cuando un territorio ha tenido 14 días consecutivos sin ningún caso.
Es una apertura gradual, primero de ese barrio o municipio, en el que puede abrir el comercio de proximidad, incluyendo restaurantes y otras actividades, siempre que no reúnan muchas personas.
Con el desconfinamiento '14-cero' se levanta el confinamiento cuando un territorio ha tenido 14 días consecutivos sin ningún caso
Posteriormente, a medida que van transcurriendo, siempre con el criterio '14-0', se permite la movilidad a otros barrios. Finalmente, al conjunto de la ciudad, algo que en el caso de Wuhan ocurrió el 8 de abril, es decir, a las 4 semanas de haber llegado a los 0 casos. Se permitió entonces la salida de la ciudad, a las montañas o zonas rurales, siempre que se fuera en grupos pequeños.
También se recuperó el transporte ferroviario y aéreo, aunque con una baja ocupación. Y, por supuesto, con uso de mascarillas y respeto a la distancia de seguridad. Casi todo el comercio y la industria ya han abierto. Por ejemplo, el 99% de la industria del automóvil y el 90% de los concesionarios están abiertos. También los hoteles y discotecas.
Los cines, grandes centros comerciales, eventos deportivos y festejos populares siguen prohibidos, como también lo está la actividad docente presencial hasta bien entrado mayo. Sigue habiendo controles de temperatura en el acceso de los centros de trabajo, pero buena parte de la monitorizacion se centra en los tests, Los inmunizados reciben un "carnet sanitario".
Lejos de ser un estigma, como en el caso del VIH, los inmunizados gozan de privilegios de movilidad y reciben ofertas de hoteles, restaurantes o líneas aéreas. Los casos positivos que surjan son confinados y se hace pública, al menos en su lugar de residencia, su ruta de posible contagio para alertar a los ciudadanos que hubieran estado en contacto con esa persona.
El control de fronteras es fundamental. En una primera fase, las fronteras interiores, para evitar que los desconfinados locales se trasladen a otras zonas o ciudades para los que no han recibido autorización de desplazamiento. Finalmente las fronteras exteriores.
En China todo los casos nuevos han sido importados del exterior. Residentes chinos volviendo a su país. El episodio mas sonado ha sido el de la ciudad de Harbin, en la frontera con Rusia, el que un avión procedente de ese país llegó con el 50% del pasaje infectado. Ello ha obligado a recuperar parcialmente el confinamiento en esa población de la antigua Manchuria.
En el resto del país, la cuarentena obligatoria de 2 semanas para todos los retornados y para los escasos visitantes autorizados a entrar en China, se ha ampliado a 3 semanas. Ello es una muestra de que están decididos a no perder el control de la epidemia, como ha ocurrido en Singapur y, en menor medida, en Japón.
Desconfinamiento '14-cero' en España
La lentitud en la caída de casos y el deterioro económico va a hacer muy dificil esperar a los cero casos nuevos para iniciar el desconfinamiento en el conjunto del país. Pero eso no quiere decir que no se pueda aplicar el criterio '14-cero' a territorios más pequeños, básicamente municipios, islas y/o barrios. Lamentablemente no hay mucha información municipal del flujo de casos diarios. Sí que la hay del stock de casos acumulados, como se presenta en el mapa adjunto.
Aunque hay una correlación entre el flujo y el stock, el modelo '14-cero' se debe aplicar a los flujos, es decir a aquellos territorios donde no hayan tenido ningún caso en los últimos 14 días, el período de incubación.
Sería bueno que las CCAA hicieran pública esa información para que el sector privado pudiera empezar a hacer sus planes. Andalucía, Castilla la Mancha y Galicia no la facilitan. Pero otras sí, y ya podemos identificar varios territorios que ya cumplen o están a punto de cumplir el criterio 14-cero: las islas de El Hierro, La Gomera y La Palma, en Canarias, las islas de Menorca, Ibiza y Formentera, en Baleares, buena parte de la costa de Murcia (excepto Cartagena) y de Castellón y Tarragona.
También las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Buena parte del Aragón interior, en especial Teruel, el 50% de los municipios del País Vasco y Asturias, y varios municipios cercanos a la sierra de Madrid, a los Pirineos o al interior de Andalucía.
Las grandes ciudades, Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Bilbao, Pamplona, etc., necesitaran más tiempo para ser desconfinadas. Probablemente todo el mes de mayo. Desescalar '14-cero' quiere decir que sus habitantes puedan salir de sus casas, abrir sus negocios, incluso restaurantes y pequeños comercios, talleres, oficinas y escuelas. Pero no pueden salir de esos territorios. Y ni mucho menos recibir visitantes de fuera.
Este punto es fundamental porque las islas, por poner un ejemplo, viven fundamentalmente del turismo tanto nacional como extranjero. Pero recibir visitantes de fuera no dependerá de que las islas estén "limpias", que ya lo estarán. Dependerá de que estén "limpios" los visitantes que reciban, precisamente para evitar recaídas.