El impuesto sobre el patrimonio que anuncia Podemos ni soluciona el agujero de las cuentas públicas, ni cubre los gastos anunciados a bombo y platillo ni lo pagarán “los grandes patrimonios”. Además, supone un escollo adicional a la atracción de inversión y capital de España.
No recaudaría ni 2.500 millones de euros, menos de un 2,1% del déficit estimado para 2020. Incluso si nos creyéramos la cifra mágica de Podemos no llegaría a un 9% del déficit en el que nos están metiendo con gastos sin control mientras envían a miles de empresas a la quiebra. Sin embargo, el impacto en pérdida de atractivo inversor, atracción de capital y empleo es muy alto. Por eso se eliminó en la inmensa mayoría de los países de la Unión Europea.
En España se han perdido 121.827 empresas en un par de meses. Eso supone al menos 12.000 millones de euros anuales de recaudación perdida. Si a Podemos le importase la estabilidad de las cuentas, no lanzaría a la quiebra a miles de empresarios.
El impuesto de Podemos no recaudaría ni 2.500 millones de euros, menos del 2,1% del déficit estimado para este año.
No es una casualidad que el impuesto de patrimonio se haya eliminado en la inmensa mayoría de la Unión Europea. Solo España mantiene el obsoleto impuesto sobre el patrimonio tras comprobarse en toda Europa que es profundamente injusto, ya que recauda sobre el resultado de lo ahorrado tras haber pagado impuestos durante años, recauda poco y, además supone un enorme desincentivo al ahorro y la atracción de inversión.
El impuesto al patrimonio debe rechazarse desde un punto de vista moral y de justicia. En España existen ya muchos impuestos que gravan el ahorro, los bienes inmuebles y los activos patrimoniales. Es inmoral gravar el fruto del poco ahorro acumulado tras pagar decenas de impuestos en innumerables actividades.
Además, el cálculo del “patrimonio” no se hace sobre activos liquidados o a precio de mercado, sino por unas estimaciones, en el caso de los bienes inmuebles, completamente infladas por el catastro.
También grava bienes ilíquidos y no vendidos pero exige un pago en líquido, llevando a miles de personas a la quiebra por no poder asumir el pago en caja de algo que se calcula sobre un bien o conjunto de bienes que no se han vendido y, en muchos casos no se puede vender.
El impuesto al patrimonio debe rechazarse desde un punto de vista moral y de justicia.
Es una falacia que se vaya a recaudar un 1% del PIB. Podemos utiliza un cálculo que cualquier niño de párvulos consideraría ridículo. Usa una estimación de patrimonio total, que incluye deuda y activos que están en sociedades limitadas, le aplica el 2% que eleva hasta el 3,5% y asume que va a recaudar 11.000 millones de euros.
La evidencia nos muestra que en ningún caso se ha recaudado ni de lejos lo que estimaba el gobierno que lo aplicaba. En la media de las estimaciones de gobiernos europeos en el pasado, los errores se mueven entre un 40% y un 50% de la cantidad estimada inicialmente. El propio gobierno de España se ha equivocado en las estimaciones de recaudación por impuesto de patrimonio constantemente.
Con la propuesta de Podemos no se recaudaría en el primer año ni 2.500 millones de euros. No llega ni a un 2,1% del déficit estimado para 2020. Y en 2021 ese impuesto recaudaría todavía menos con la caída de patrimonio neto por la crisis.
Es decir, ni lo suficiente para cubrir el exceso de déficit con respecto a lo anunciado para 2019 y creado en dos meses por la administración, 7.000 millones. Esos que se “saltaron en todas las rúbricas” según la ministra Montero. Por supuesto, ni de cerca el déficit de 120.000 millones de euros que están creando mientras aumentan gastos sin memoria económica ni plan y nos lanzan a un rescate.
La recaudación total del Impuesto de Patrimonio es muy baja y completamente injustificada para el daño que genera en seguridad jurídica y atractivo inversor. En el máximo histórico, antes de la crisis y cuando se pagaba en todo el territorio nacional, no llegó la recaudación a 3.000 millones de euros. Y eso que entonces Madrid lo mantenía y el patrimonio neto no societario de los mal llamados “ricos” era superior al actual.
Pero lo peor es que nos vuelve a poner todavía más a la cola de los países líderes en competitividad fiscal y atractivo inversor.
Podemos sabe perfectamente que no va a recaudar 11.000 millones, sabe perfectamente que es un impuesto que no va a cubrir ni de lejos el enorme déficit en el que se está incurriendo en España con gastos sin control y destruyendo la economía. Sabe perfectamente que nos llevan a un rescate y que se tendrán que hacer enormes recortes por no haber ajustado el presupuesto a tiempo en 2019 y cuando empezó la pandemia.
Lo que Podemos quiere es simplemente alentar el enfrentamiento de la sociedad y, con cifras inventadas, preparar su salida del gobierno ante el rescate y la quiebra como lo hizo Varoufakis, diciendo que ellos tenían un plan. Plan de miseria.