La Unión Europea se enfrenta a un shock económico sin precedentes como resultado de la pandemia del Covid-19. Las medidas sanitarias y de confinamiento y los consiguientes impactos en la producción, la demanda y el comercio han reducido la actividad económica y han dado lugar a mayores niveles de desempleo, una fuerte caída en los ingresos de las empresas, mayores déficit públicos y mayores disparidades dentro de los Estados miembros y entre estos.
De esta crisis, Europa saldrá con tres preocupaciones macroeconómicas mayores: un mayor nivel de desempleo; mayores niveles de deuda pública y privada; y una mayor divergencia entre territorios (países, regiones, etc...) debido al impacto económico asimétrico.
Una respuesta económica europea decisiva y coordinada es crucial. El coste de la recuperación será mayor si no se hace de manera coordinada entre los Estados. Debido a la interdependencia de las economías europeas, después de la Gran Recesión es importante evitar una gran fragmentación.
La coordinación incluye las políticas de impulso fiscal, las medidas de protección del Mercado Único y los flujos de comercio, las medidas de apoyo a los trabajadores sin ingresos y las medidas de liquidez para evitar la destrucción del tejido empresarial, principalmente de pequeñas y medianas empresas. Hay que destacar la importancia de la asignación efectiva de los recursos y el acompañamiento en su mejor utilización de manera coordinada entre Comisión y Estados Miembros
La Comisión Europea propuso ya el 13 de marzo una respuesta coordinada para minimizar el impacto económico de la pandemia y las necesarias medidas de distanciamiento físico.
El coste de la recuperación será mayor si no se hace de manera coordinada entre los Estados
El Semestre Europeo es el marco de coordinación de las políticas económicas en la Unión Europea. Creado hace una década, durante la anterior crisis, el semestre permite a los Estados miembros debatir sus políticas, intercambiar mejores prácticas y acordar un camino común. A propuesta de la Comisión, el Consejo Europeo aprueba recomendaciones de política económica para cada país.
Garantizar una coordinación efectiva de la política económica en la UE es de suma importancia especialmente ahora, dado el tamaño del choque económico negativo y la naturaleza sin precedentes de las medidas de política económica que están adoptando los Estados miembros.
Por eso, este ejercicio, el Semestre Europeo ha tenido que adaptarse para dar respuesta a una realidad económica diferente. Este trabajo se ha hecho en los últimos dos meses en diálogo constante con los Estados Miembros.
En este ejercicio, la Comisión ha propuesto una serie de recomendaciones a los Estados Miembros alrededor de dos aspectos: Las medidas inmediatas para abordar y mitigar el impacto socioeconómico de la pandemia; y las medidas para reactivar la actividad económica de manera segura.
Las prioridades urgentes se refieren a la inversión en salud, el apoyo a los ingresos de los trabajadores afectados, la liquidez a las empresas y el apoyo a una recuperación simétrica
Las prioridades urgentes se refieren a la inversión en cuestiones relacionadas con la salud, el apoyo a los ingresos de los trabajadores afectados, la liquidez a las empresas (en particular, las pequeñas y medianas empresas) y las medidas para apoyar una recuperación simétrica y preservar la integridad del mercado único.
Hay que entender bien que el impacto económico de la crisis viene principalmente del "congelamiento" de la economía. No hay destrucción de capital físico y, por lo tanto, la respuesta deberá ser en primer lugar proteger a los colectivos sociales que han visto sus ingresos mermados y dar liquidez a las empresas que no pueden ejercer su actividad.
Particularmente en tiempos de crisis, el mercado único ha demostrado su valor. Sin embargo, su integridad se ha visto seriamente afectada por algunas medidas nacionales destinadas a contener la propagación de la pandemia. Para maximizar su potencial en la recuperación económica, el levantamiento gradual de las restricciones tendrá que ir de la mano con los esfuerzos para fortalecerlo.
Al reiniciar la economía, los Estados miembros deben concentrarse en una estrategia de modernización de las economías, en línea con objetivos de las transiciones verde y digital. Avanzar hacia un modelo económico más sostenible, habilitado por tecnologías digitales y limpias, puede hacer de Europa un pionero en transformación.
El levantamiento gradual de las restricciones tendrá que ir de la mano con los esfuerzos para fortalecer el mercado único
Debería prestarse especial atención a los proyectos de inversión que se encuentran en una etapa avanzada de desarrollo y que podrían ser adelantados con el apoyo de las diversas iniciativas del plan de recuperación de la UE. Además, los Estados miembros deberán abordar las crecientes desigualdades e impulsar el capital físico y humano.
También deberían proteger el mercado único, asegurar cadenas de suministro resistentes y sostenibles y continuar promoviendo el comercio libre y justo en todo el mundo. El panorama económico mundial se está deteriorando. Esto tendrá un impacto en la economía de la UE y el mantenimiento de la apertura comercial de manera recíproca apoyaría la recuperación. Finalmente, en un contexto más desafiante, los Estados miembros deben garantizar la estabilidad macroeconómica.
Con las medidas de política económica sin precedentes adoptadas a nivel nacional y el mayor papel del sector público en la economía, la administración pública efectiva y la lucha contra la corrupción y la evasión fiscal desempeñarán un papel importante.
*** Miguel Gil Tertre es jefe de Unidad Semestre Europeo, inversiones estratégicas y cohesión de la Secretaria General de la Comisión Europea.