Euskaltel lanzó esta semana la primera marca comercial del sector de las telecomunicaciones en más de una década. Lo hizo por videoconferencia y con ciertas precauciones, el mejor reflejo de la sociedad española en estos momentos: confinada y con la incertidumbre propia de una economía que intenta salir de la hibernación con sus peores datos desde la Segunda Guerra Mundial.
José Miguel García, CEO de la teleco vasca, presentó Virgin como una operadora low cost premium, en un guiño a la guerra comercial que tanto daño le ha hecho a las tres grandes compañías: Telefónica, Orange y Vodafone y que amenaza con volver con mayor virulencia cuando se levanten las medidas del estado de alarma.
García lleva más de un año preparando este lanzamiento, pero la llegada del Covid le ha impedido lanzarse al mercado nacional con la agresividad que le hubiese gustado. Virgin Telco nace con una gran paradoja: quiere ser un actor disruptor del mercado, pero sin un precio rompedor, lo que se suponía iba a ser su mejor arma competitiva, y sin servicios diferenciales.
El mercado esperaba ansioso la configuración de la oferta de Virgin y confiaban en que llevase el sello de García, un ejecutivo que se hizo fuerte multiplicando en dos años el valor de Jazztel gracias a su agresividad comercial en la prehistoria de la actual guerra comercial que enfrenta a las principales operadoras.
García llegó a Euskaltel hace diez meses con la promesa de lanzar a la operadora vasca a competir a nivel nacional. Y ha cumplido, pero sembrando dudas respecto a las posibilidades de éxito de Virgin en un mercado hipermaduro con ofertas muy agresivas y con Orange y Vodafone entrando con grandes recursos en el low cost sin dejar de lado sus clientes de mayor valor.
Ninguna disrupción
Desde hace varios meses, los principales operadores temían que García desembarcase a nivel nacional con una Virgin con precios muy por debajo del coste de sus productos y con una estrategia que podría 'reventar' las ya delicadas cuentas de un sector que hace mucho tiempo que, en términos generales, prefirió apostar por el volumen de clientes que por la calidad.
No obstante, tras conocer los principales detalles de la oferta de Virgin muchos respiraron aliviados. La nueva marca no ofrece nada nuevo, sus precios son iguales o superiores a lo que ya hay en el mercado y su apuesta por dar solo lo que los clientes necesitan -desligando sus ofertas de paquetes convergentes- ya fue seguida por algunas compañías en el pasado y sin ningún éxito comercial.
Esto lleva a preguntarse a los principales actores del mercado cómo Euskaltel cumplirá su plan de negocios para duplicar sus clientes fijos y móviles hasta 2025. El proyecto presentado por García el 10 de marzo -antes del Covid- indica que de los 1,5 millones clientes fijos que prevén alcanzar en 2025, la mitad deben provenir de su expansión nacional. Esto supone que en cinco años tengan al menos 750.000 clientes fijos en todo el territorio nacional solo con Virgin.
Virgin ofrece un ramillete de servicios que ya tienen todo el resto de operadoras. Ofrece fibra de 300 y 600 megas de Orange que precisamente ya ofrecen la propia Orange, Vodafone, Telefónica y MásMóvil. Del mismo modo, tiene un paquete de gigas de 20 gigas, ofrece datos ilimitados como ya hacen todas las operadoras y tiene ofertas fijas -quizás en lo más novedoso- combinándolo con un móvil con solo dos gigas de datos.
En los precios tampoco hay disrupción. Permitirá contratar fibra de 300 y 600 megas en el hogar hasta los 39 euros, a lo que se podrá sumar una línea de móvil de 20 gigas por seis euros (gigas ilimitados por 29 euros), fijo por otros seis euros y televisión básica por otros ocho euros.
Servicios ya conocidos
Esto deja la oferta convergente completa entre los 53 y los 85 euros si se suma televisión premium o gigas ilimitados en móviles. Si se cogen los servicios de menor valor el precio conviene se se incluye un paquete de televisión básico, pero excluyendo ésto no está muy lejos de lo que ofrece MásMóvil o un servicio convergente low cost de solo fibra y móvil.
Si nos vamos a la parte alta del precio, con datos ilimitados y 600 megas de fibra estamos ante una oferta igual que la que presentan actualmente Vodafone y Orange, pero con menos televisión. En el caso de los británicos se encuentran paquetes de fusión por este precio, pero con HBO o Amazon Prime y el caso de los franceses incluyen fútbol de Champions y Liga.
El segundo grupo objetivo de Virgin es quienes necesitan solo móviles con dos ofertas: 10 gigas al mes por nueve euros y 20 gigas por 14 euros. En este punto la oferta compite con cualquiera de los OMV como Digi, que ofrecen paquetes muy similares.
En el caso de la televisión, la oferta se centrará básicamente en un decodificador 4K que agregue aplicaciones, similar a un Android TV. Se incluirán entre 50 y 80 canales lineales a los que se sumarán todas las OTT que el cliente vaya contratando de manera independiente. También incluirán la oferta de contenidos mayoristas de Cine y Series de Telefónica. Nada que no exista ya y un modelo muy similar al que utiliza Yoigo desde hace un año.
¿Tendrá éxito Virgin? Las fuentes consultadas indican que nadie puede saber lo que pasará cuando se levanten las restricciones, pero lo cierto es que hasta que dure el estado de alarma -como mínimo un mes mas- no podrán comenzar a captar clientes ni hacer instalaciones de fibra óptica y televisión.
El futuro de Virgin
García dijo que aprovecharía este mes para dar a conocer su producto a la espera de poder desplegar sus redes comerciales bloqueadas por el decreto que prohíbe hacer portabilidades que impliquen desplazamientos a los domicilios.
Un handicap para Virgin que se suma al coste de su despliegue y de sus redes alquiladas a Orange. En el mercado se considera que García ha tenido que desplegar Virgin con el freno de mano puesto, es decir que no ha podido ser todo lo agresivo que desearía ni con los precios bajos que hubiese querido despegar.
Buena parte de la culpa de que se truncara la ha tenido el Covid y su irrupción en el mercado. No es aconsejable arriesgar demasiado hasta ver al menos los resultados de las compañías durante el segundo trimestre del año, que será clave para retomar el pulso del verdadero impacto en las telecos del virus.
Las fuentes consultadas creen además que García podría estar guardándose munición para cuando empiece de verdad la batalla comercial, presumiblemente después del verano.
Mientras, intentará que se conozca su oferta con una inversión publicitaria contenida, precisamente a la espera de que se pueda retomar la actividad comercial después del estado de alarma. Muchas dudas para un objetivo ambicioso, convertirse en el quito operador nacional y discutirle el cuarto lugar a MásMóvil. Se aceptan apuestas.