Sandbox, la innovación es ahora más necesaria que nunca

Sandbox, la innovación es ahora más necesaria que nunca

La tribuna

Sandbox, la innovación es ahora más necesaria que nunca

15 junio, 2020 03:11

El sector financiero y en concreto el Fintech llevan mucho tiempo esperando que la sandbox sea una realidad. El Proyecto de Ley para la transformación digital del sistema financiero (impulso de proyectos tecnológicos de innovación) en un entorno de pruebas regulado y controlado (la sandbox) continúa a la espera de ser tramitado como ley ordinaria para su efectiva aprobación en España.

Desde el año 2015 se han aprobado en países de todo el mundo medidas para responder a la necesidad de impulsar la regulación (y la innovación en el sector financiero) al ritmo requerido por el sector Fintech. A día de hoy, se han adoptado sandbox regulatorios en más de 25 jurisdicciones, habiendo sido Reino Unido el primer país en lanzar este banco de pruebas supervisado y demostrar su éxito a nivel mundial.

Desde que se decretó el estado de alarma como consecuencia del Covid-19 se ha puesto de manifiesto en todos los medios y organismos la necesidad de impulsar y proteger el tejido empresarial español, formado principalmente por pequeñas y medianas empresas (recordemos que el 99,9% de las empresas son pymes con menos de 249 empleados), mediante inyecciones de liquidez que permitan su supervivencia.

Adicionalmente, la historia de la humanidad nos ha demostrado que, ante cualquier crisis, se pueden generar oportunidades y progreso. Un gran físico y pensador (Albert Einstein) afirmaba "es en las crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias". Es por ello que parte de la solución está tanto en las medidas ya adoptadas, como en aquellas que están por venir, jugando en este punto un papel fundamental las instituciones para facilitar la innovación y que nos reinventemos tras el Covid y sus implicaciones.

Ante tal paradigma, se hace más necesario que nunca contar con los mecanismos institucionales que permitan agilizar sin demora el progreso y la innovación, poniendo a disposición tanto del ecosistema Fintech como de las entidades financieras tradicionales una regulación específica, de demostrado éxito en los países donde ya se ha implantado, para desarrollar proyectos de innovación que den respuesta a los cambios estructurales ocasionados por la pandemia.

El Proyecto de Ley para la transformación digital del sistema financiero continúa a la espera de ser tramitado como ley ordinaria en España

Tal y como demuestran las buenas prácticas internacionales, el sandbox regulatorio beneficiará a todos: al regulador, a los emprendedores y a los clientes / consumidores. Desde el punto de vista del regulador: promueve la comunicación y el compromiso con los agentes del mercado, atrae la innovación actualizando las regulaciones que supongan una barrera y permite retener el talento emprendedor y crear empleo, entre otros.

Atendiendo a los beneficios que supondría para el emprendedor, cabe destacar: la reducción de incertidumbre regulatoria y la agilización del proceso de autorización mientras se facilita el testeo de productos y modelos de negocio antes de introducirlos al mercado y el acceso a capital. Por último, y no menos importante, el impacto en el consumidor, que dispondrá de mayor y más fácil acceso a productos y servicios financieros (aumentando la inclusión financiera) y podrá disfrutar de la innovación en el sector en un menor plazo de tiempo.

Asimismo, es necesario resaltar ahora que estamos a tiempo que, mientras permanecemos a la espera de su tramitación como ley ordinaria (último paso para su puesta en funcionamiento), se deben tener en consideración las lecciones aprendidas de otros países en los que el sandbox es una realidad para asegurar su éxito en España.

En primer lugar, hay que dotar al sandbox regulatorio de los recursos necesarios: realizar una estimación real de los mismos (personal y capital), así como evaluar la demanda, los resultados potenciales, la supervisión requerida y los efectos colaterales de sus soluciones.

En segundo lugar, contar con personal experimentado, colaboradores y governance adecuado: el sandbox necesita personal experimentado, colaboradores expertos como asesores financieros y con mecanismos que favorezcan la coordinación entre organismos. Este último punto es clave en España, cuyo sandbox contará con varios organismos supervisores.

En tercer lugar, buscar la optimización: en múltiples casos internacionales, las cuestiones regulatorias presentadas no requerían de un sandbox (siendo suficiente una línea de dudas u oficina de innovación gubernamental).

Asimismo y en cuarto lugar, seguir trabajando en favorecer la inclusión financiera: aprovechar el conocimiento generado en el sandbox para avanzar, mejorar y promover medidas adicionales a sandbox regulatorios (programas de innovación concretos, etc.).

Finalmente, y en quinto lugar, el sandbox debe ser un instrumento abierto, que trate de fomentar la innovación financiera y el uso de la tecnología venga de donde venga. En este sentido, es obvia su importancia para el desarrollo de las iniciativas Fintech pero también las entidades financieras tradicionales deben encontrar en ella un incentivo para su propia innovación, que es muy relevante.

Parte de la respuesta a los retos a los que deberemos hacer frente vendrán de nuestra capacidad de comprometernos con la correcta implantación del sandbox y la adaptación de todos los agentes a las nuevas reglas del juego, y es aquí donde tanto regulador, Fintech y asesores deben estar preparadas: la innovación es ahora más necesaria que nunca.

*** Carlos Cuatrecasas socio de FS Consulting de KPMG en España.

Juan Ignacio Crespo

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