El Consejo Europeo tenía la muy difícil misión de acercar posturas en dos ámbitos: el Fondo de Reconstrucción y el presupuesto plurianual, y no lo ha conseguido en su sesión de 19 de junio. Pocos esperaban un acuerdo hoy. En lo que respecta al Fondo de Reconstrucción, si se llega a una mayoría para su aprobación lo más probable es que se consiga en las primeras reuniones, con casi total seguridad, ya presenciales a celebrar a mediados de julio.
Hay dos almas en la Unión Europea al respecto del citado Fondo:
- Los países que siempre han mantenido una gran coherencia presupuestaria, incluso durante la crisis anterior, y que exigen que no haya subsidios y que toda ayuda sea condicionada y vía préstamos: Austria, Dinamarca, Países Bajos y Suecia. Estos cuatro países pueden bloquear largo tiempo la negociación si no se llega a algún tipo de consenso.
- Los países más afectados por la crisis del coronavirús, Italia y España, que apuestan por una total NO condicionalidad de las ayudas y la primacía de las ayudas sobre los préstamos
La posición de los dos grandes países, Alemania y Francia, aunque cambiante parece apostar más por el modelo que prime la transferencia sobre el préstamo, aunque lo que está en juego sin duda es la condicionalidad.
Para complicar más todavía si cabe la negociación, países como Bélgica o Irlanda se han mostrado escépticas en el uso completo de este dinero dado que los escasos avances sobre el Brexit podrían hacer necesario parte de ese dinero para las zonas que se verían más afectadas por un NO acuerdo con el Reino Unido. En fin, la historia interminable.
Lo que el mercado bursátil ha descontado es una condicionalidad baja en las ayudas y que aproximadamente dos tercios de ellas sean no reembolsables. Sobre eso pivotará la reacción de este, una cifra por debajo del medio billón de euros en subvenciones provocaría correcciones en las bolsas.
El mercado bursátil ha descontado es una condicionalidad baja en las ayudas y que aproximadamente dos tercios de ellas sean no reembolsables
Con todo, uno de los puntos clave es que para hacer posible todas estas ayudas, ya sean de un tipo o de otro, la Unión Europea precisa de la autorización para incrementar sus ingresos (de hecho, doblarlos desde el 1 al 2% del PIB de la Unión Europea) y con esa garantía poder realizar las macroemisiones de deuda necesarias para financiarlo.
Este es un cambio de paradigma: el hecho de que el endeudamiento lo asuma la propia Unión cambia las reglas de juego y requiere unanimidad. A cambio de esto, que tiene como poco, implicaciones en las finanzas de la siguiente década, se puede esperar una feroz resistencia por parte de algunos países y no necesariamente solo los cuatro citados anteriormente.
No es menos cierto que los 'eurobonos' van a cambiar de alguna manera los mercados y tamaña emisión de deuda tiene implicaciones muy serias a debatir:
- ¿Podrá incluirlos también el Banco Central Europeo en su plan de compras? Si es así, ya es previsible una ampliación del mismo.
- ¿Quién en los mercados querrá bonos italianos o españoles si tiene la posibilidad de comprar deuda de la Unión Europea? Probablemente el porcentaje a comprar por el banco emisor tenga que ser todavía superior al actual.
- ¿Cómo afectará esto a las primas de riesgo de la deuda? De nuevo puede desincentivarse, y mucho, la compra de deuda nacional.
- ¿De qué manera se colocará esta deuda en el mercado? ¿Se subastará? Pero es que de momento no hay un 'Tesoro' europeo y por tanto esto plantea problemas. Si lo hace el propio Banco Central Europeo y luego él mismo compra parte de esa deuda el procedimiento de asignación quedará un tanto comprometido.
- En el supuesto de un problema de una empresa paneuropea como por ejemplo Airbus ¿qué organismo se haría cargo? Dado que existe este importante paquete de ayuda, ¿quedaría ésta en manos de los propios gobiernos receptores? ¿no sería más conveniente reservar una parte del fondo para estos supuestos?
En cuanto al acuerdo sobre los presupuestos, un viejo tema comunitario en el que se intenta cuadrar las necesidades de los distintos países, es todavía más complejo. Pocos países quedan de verdad con capacidad para ser proveedores de fondos netos, apenas media docena, frente a los países del sur más tocados por covid 19.
La duración de la reunión y el hecho de que ni siquiera estuviera prevista una rueda de prensa da idea de su dureza. Lo que sería gravísimo es no llegar a un acuerdo durante el verano, porque para que los fondos estén disponibles en enero 2021 deben de pasar por los diferentes parlamentos nacionales en septiembre… veremos.
*** Javier Rivas es profesor de EAE Business School.