Los 'megayates' como generadores de riqueza
No cabe duda de que España es un país privilegiado en cuanto a su costa y climatología se refiere y estratégicamente bien ubicado para el disfrute de la náutica deportiva. A pesar de ello, no figura en el top de los países donde la práctica habitual de este deporte o afición -ya sea a vela o a motor- esté popularizada como en el Reino Unido, en Francia o en los países nórdicos. Bien sea por la carga impositiva que se ha venido aplicando a las embarcaciones de recreo, bien sea porque nos encontramos ante una absoluta ausencia de formación desde la escuela en el ámbito marítimo. O, muy probablemente, una combinación de varios factores.
Dentro del sector de la náutica deportiva en España, cuya aportación económica es de 12.000 millones de euros y genera más de 80.000 puestos de trabajo, si sumamos los empleos directos, indirectos e inducidos, hay un sector especifico con enorme capacidad de generar riqueza. Me refiero al ámbito de los 'megayates' y los 'superyates'. Es decir, aquellos que superan los 20 metros de eslora y sobrepasan, en muchos casos, los 100.
Cabe recordar que el número trabajadores que engrosa una tripulación en una eslora media de 55 metros, está en torno a las 30 personas, que suelen vivir de manera permanente en el puerto base escogido para hibernar.
La aportación económica del sector de la náutica deportiva en España es de 12.000 millones de euros y genera más de 80.000 puestos de trabajo
Ya en mayo empiezan las "migraciones" hacia el Mediterráneo y en octubre y noviembre lo hacen hacia el Caribe. El resto del año, suelen pasar la estancia en el puerto atracado de manera permanente donde se acostumbra a realizar las tareas de mantenimiento, el refit&repair, donde España es puntera, y los suministros habituales de limpieza, seguros, alimentación y demás actividades, donde muchas pymes están especializadas en dichas tareas.
Cabe reseñar dos grandes especialistas en España, con lo que hay que mencionar a MB92 en Barcelona, donde en sus instalaciones trabajan más de 1.000 empleados, o Astilleros de Mallorca, en Palma, un referente, sin duda, de esta actividad.
Veamos. España cuenta con puertos francamente competitivos para albergar a este tipo de embarcaciones y ofrecer unos servicios de calidad y excelencia, donde el servicio de reparación y mantenimiento se hace cada vez más indispensable.
Baleares concentra el grueso. Port Adriano sería un buen ejemplo. Aunque Barcelona es puntera también (One Ocean), donde se calcula -según los datos de Barcelona Cluster Nàutic- que cada 'megayate' puede dejar en torno a dos millones de euros al año en el puerto donde se encuentra amarrado.
Y, por supuesto, los proyectos en marcha en el puerto de Málaga, con la adjudicación a IGY (Island Global Yachting) y Ocean Capital Partners para la construcción y explotación de la Marina de Megayates, lo que va a suponer un antes y un después para la náutica deportiva de alto nivel.
Conviene apuntar que IGY Málaga Marina es la tercera marina de la compañía americana en el Mediterráneo occidental, sumándose a las otras 17 que ya cuenta desde Miami, Santa Lucía o Nueva York.
Dicha marina dará cabida a embarcaciones de hasta 100 metros de eslora, servicios permanentes, entretenimiento para tripulaciones, seguridad 24 horas, repostaje, gestión de residuos, atención personalizada y servicios de abastecimiento y todo tipo de actividades directa o indirectamente relacionadas que van a dar empleo a más de 800 personas con un impacto anual estimado de más de 100 millones de euros en el territorio.
Hay que tener en cuenta que muchos de los 'megayates' y 'superyates' están destinados al chárter y las Islas Baleares siguen siendo un destino más que consolidado con un efecto en la economía que ronda el 30% del precio en alquiler para yates a motor y el 25% para veleros (el alquiler de un megayate por semana puede rondar los 700.000 euros).
Nos referimos a gastos directamente asociados al chárter, tales como el combustible, amarres, alimentación, bebidas, transfers, así como un 5% del precio de alquiler para gastos indirectamente asociados al alquiler de este tipo de embarcaciones de lujo, tales como asistencia para todo tipo de actividades en tierra como golf, compras de alto nivel, hoteles, rutas gastronómicas, visitas culturales y actividades de todo tipo de ocio.
Siguiendo con la información de AEGY (Asociación Española de Grandes Yates), solo Baleares sumó en 2019 un total de más de 46 millones de euros en alquileres de yates a vela y a motor -aún habiendo sufrido un ligero descenso con respecto al año anterior- , frente a los poco más de 4 millones en 2013.
La evolución es obvia y la capacidad de generar riqueza en el territorio y en el ámbito nacional es imparable, aunque hay que estar atentos a competidores como Croacia, Italia o Grecia, que están llevando a cabo políticas muy activas al respecto, con ayudas fiscales que sin duda estimulan a este tipo de clientela.
Hay que estar atentos a competidores como Croacia, Italia o Grecia, que están llevando a cabo políticas muy activas en este sector
La revisión del impuesto de matriculación y el IVA aplicado (muy superiores a países de nuestro entorno), así como la escasa formación en el sector náutico, donde se podría proceder a la creación de cursos de grado medio y superior de Formación Profesional orientado al mantenimiento, reparación, construcción de embarcaciones de recreo de todo tipo de esloras, ayudaría de manera considerable a la incorporación a puestos de trabajo donde el salario es muy superior a la media. También una formación para embarcarse y formar parte de una tripulación donde se exige un alto conocimiento de idiomas y habilidades técnicas muy específicas.
Despreciar, como algunos han venido haciendo, este tipo de negocio por no ser 'popular', es no querer ver el impacto económico que supone para la economía española.
La media de esloras de embarcaciones en España es de 8 metros, a pesar de haber aumentado las ventas de esloras superiores en los últimos años. Y todo suma. Desde la pequeña embarcación de una familia que sale a pasear, a pescar o a navegar, hasta las embarcaciones de grandes esloras de lujo que dinamizan económicamente nuestro territorio. Y no creo que estemos en situación de dar la espalda a nuevos empleos, donde, además, es la pequeña y mediana empresa la que los genera en un negocio donde España podría brillar todavía mucho más. Pero para ello conviene despojarse de no pocos prejuicios.
*** Eva Miquel Subías es socia directora aWp Services y consultora de puertos y logística.