"What are you fat cats doing anyway? Spend my money and flush it down the drain", Nikki Sixx
El gobierno sigue empeñado en aumentar los impuestos bajo la falacia de que "recaudamos menos que la media". Como ya explicamos aquí, España recauda algo menos que la media porque tiene más del doble de paro, empresas más pequeñas y más economía sumergida que la inmensa mayoría de países de la Unión Europea.
Si ajustamos todos esos factores, España tiene una presión fiscal muy superior y expolia a los contribuyentes cautivos más que la media de la OCDE y la UE.
Nos dicen que hay que "subir impuestos para recaudar más", mientras la recaudación se ha desplomado de manera brutal precisamente en las figuras tributarias que han subido. Solo a un burócrata se le ocurre la idea de subir impuestos en medio de una crisis mientras cierran 140.000 empresas.
Es ridículo hacer un análisis de ingresos públicos sin tener en cuenta el nivel de paro, el tamaño empresarial y la economía sumergida. Nos lleva a conclusiones erróneas y a políticas equivocadas.
Desde una perspectiva extractiva y confiscatoria de la economía, el Gobierno piensa que todo el mundo gana demasiado y ellos gastan demasiado poco. Es increíble que tengamos que escuchar a la ministra de Economía, Nadia Calviño, decir que "las empresas tienen que arrimar el hombro como lo hemos arrimado todos los demás". ¿Perdón?
Si hay alguien que ha arrimado el hombro en esta crisis y antes de la misma son las compañías y las familias. Son las empresas las que están intentando sobrevivir manteniendo todo el empleo que pueden.
El Gobierno piensa que todo el mundo gana demasiado y ellos gastan demasiado poco
¿Cómo ha "arrimado el hombro" el Gobierno? El Gobierno solo ha aumentado gasto político, disparado el número de asesores y ministerios y aumentado el déficit un 24% en periodo de crecimiento con ingresos récord. ¿Arrimar el hombro?
Mientras las empresas luchaban por sobrevivir, atender a sus clientes y mantener el empleo, Sánchez ha doblado el gasto del Gobierno en la crisis. Solo en mayo incrementó en un 10,4% los altos cargos de libre designación y en lo que va de año ha aumentado el coste de personal en 38 millones de euros, con 81 altos cargos y asesores.
Las subidas de impuestos al trabajo de 2018 y 2019 han contribuido a que destruyamos más empleo en la crisis, a que se recaude mucho menos y a empeorar la posibilidad de contratar en la recuperación.
El informe del Instituto de Estudios Económicos, Crisis de la COVID-19 en la economía española: la recuperación no es posible sin confianza empresarial, alerta de un enorme riesgo si el gobierno se empecina en llevar a cabo la mayor subida de impuestos de la democracia en medio de una crisis muy dura con una recuperación pobre y con altísimo paro.
"La única manera de aumentar de forma sostenible nuestra recaudación impositiva pasa por priorizar la recuperación económica y reducir nuestra economía sumergida, lo cual es materialmente imposible si elevamos aún más nuestros impuestos", explica el informe.
La subida impositiva incentivará la economía sumergida y reducirá la creación de empleo e inversión. Es mucho más grave: "Intentar cerrar la brecha de recaudación con Europa mediante subidas normativas de impuestos de hasta seis puntos sobre el PIB, no solucionaría el problema de la sostenibilidad fiscal a medio plazo, en cuanto que podrían provocar una contracción de la actividad de hasta 10 puntos de PIB y una destrucción del orden de dos millones de empleos".
Como ya explicamos en esta columna, la repetida hasta la saciedad diferencia de recaudación que refleja la ratio de presión fiscal bruta (que es un cálculo recaudatorio) no se encuentra en la presión fiscal empresarial, que supone en España un 10,5 % del PIB frente al 9,3 % del promedio de la UE.
De hecho, la proporción de la recaudación total procedente de las empresas es de un 30,4 %, muy por encima del 26,2 % de la media resultante en Europa.
La subida impositiva incentivará la economía sumergida y reducirá la creación de empleo e inversión
El único camino hacia la consolidación presupuestaria está en la eficiencia del gasto y no en las subidas de impuestos, que sería la peor decisión que puede tomar el Gobierno en este momento. El estudio mencionado debe leerse con detalle.
El Gobierno también sabe que un incremento del 10% en el tipo efectivo medio sobre las rentas de más de 150.000 euros hundiría la recaudación entre 500 millones y 2.500 millones de euros. En el más optimista de los casos, efecto nulo, según un estudio de J. Félix Sanz-Sanz et al de la Universidad Complutense.
La fiscalidad en España ya es alta y progresiva. Lo que no nos podemos permitir es una administración para ricos en un país de pequeñas empresas y alto paro.
La propia Comisión Europea, en las recomendaciones específicas para España recuerda en su punto 12 que "el 13 de julio de 2018, el Consejo recomendó a España garantizar que la tasa de incremento nominal del gasto público primario neto no rebasara el 0,6 % en 2019, lo que correspondería a un ajuste estructural anual del 0,65 % del PIB".
Prosigue el documento señalando que "la evaluación global de la Comisión confirma una desviación significativa respecto de la senda de ajuste recomendada hacia el objetivo presupuestario a medio plazo en 2019. Este es el factor pertinente recogido en el informe de la Comisión elaborado de conformidad con el artículo 126, apartado 3, del Tratado, en el que se evalúa el cumplimiento del criterio de deuda por parte de España en 2019".
¿Qué significa? La Unión Europea ya ha alertado dos veces de que España debe contener el gasto público, no intentar expoliar más a los ciudadanos. No vale inventarse ingresos ficticios de impuestos inexistentes.
Significa que, si el Gobierno se niega a reducir los gastos y encima sube los impuestos, no solo va a incumplir con Bruselas, sino que peligra la recepción de los fondos europeos que tanto titular han creado esta semana.
Si este gobierno se empecina en subir el gasto político y subir los impuestos va a enviar a España a una crisis mucho más profunda. Aumentar gasto político solo va a conseguir que los recortes, que ya son inevitables, sean mucho mayores a medio plazo.
La Unión Europea ya ha alertado dos veces de que España debe contener el gasto público
Francia, Italia y la mayoría de los países de la Unión Europea están tomando medidas sobre gastos salariales y reducción de gastos innecesarios. El Gobierno español se escuda bajo la falsa frase de que "si queremos un estado de bienestar de primera tendremos que subir los impuestos". Las subidas de impuestos no han mejorado la recaudación y han empeorado el potencial de empleo y crecimiento, y, con ello, el estado de bienestar.
Solo a una persona que jamás ha creado una empresa se le ocurre que si sube el tipo marginal de IRPF, sociedades e impuestos indirectos va a recaudar más a medio y largo plazo.
Espero que el Gobierno recapacite, porque el desastre de empleo que estamos viviendo puede convertirse en un drama de imposible resolución si aumentan la carga fiscal a la inversión, el empleo y al ahorro. Ni recaudará más ni fortalecerá a España.