“La desigualdad es el origen de todos los movimientos locales” (Leonardo da Vinci).
El tuit de Charles Michel de la semana pasada anunciando “Deal!” dio por finalizadas 90 horas de negociaciones. Se logró alinear a los 27 países con un compromiso histórico típico de la UE. Es nuestro particular Make Europe great again. Es mucho más importante de lo que parece para que Europa resurja y no se quede atrás con respecto a EEUU y China.
Los países mediterráneos hicieron bien luchando por sus intereses, ya que pertenecer a la eurozona implica no controlar los tipos de interés ni las monedas en situaciones extremas. Países como Holanda también hicieron bien exigiendo una hoja de ruta supervisada por Europa y un montante equilibrado.
El acuerdo se alcanzó antes de lo esperado: reducción de las subvenciones de 500 a 390 mil millones de euros y aumento de los préstamos a bajo interés (se pagarán desde 2028) de 250 a 360 mil millones para satisfacer a los países frugales.
España contará con 140 mil millones (de los que algo más de la mitad serán ayudas directas): suponen el 11% del PIB de 2019 aproximadamente, con lo que a medio plazo deberían ayudarnos a paliar la sangría de este año.
Combatir desigualdades entre países ayuda a reforzar al conjunto, veamos cómo ha cambiado la brecha de desigualdad global en 200 años con este gráfico de Our World in Data que resume cinco dimensiones básicas del desarrollo de los países y cómo nuestro nivel de vida promedio ha evolucionado desde 1800:
La tasa de mortalidad infantil y la esperanza de vida al nacer son signos reveladores del nivel de vida. Islandia está en la cima con una tasa de mortalidad de sólo el 0,21% para niños menores de cinco años. En el otro extremo, está Somalia con un 12,7%, más del triple del promedio mundial. Incluso Somalia ha logrado avances significativos desde 1800, año en que la tasa de mortalidad infantil media global era del 43%.
La menor mortalidad infantil está vinculada a una mayor esperanza de vida. En 1800, la esperanza de vida mundial era de 29 años. Hoy se ha disparado hasta 72 años con países como Japón que exceden ese nivel en más de una década.
Los niveles de educación han mejorado drásticamente. Sólo un año adicional de escuela puede: aumentar los ingresos de una persona hasta en un 10%, aumentar el crecimiento medio anual del PIB en un 0,37%, reducir la probabilidad de maternidad en un 7,3% (embarazos no deseados) y reducir la probabilidad de matrimonio infantil en más de cinco puntos porcentuales.
Los niveles de desigualdad global son duros cuando se trata del PIB per cápita. Mientras que en EEUU es de 54.225 dólares, Catar tiene más del doble. El promedio mundial es de 15.469 dólares, pero la desigualdad distorsiona fuertemente el extremo inferior. En la República Centroafricana, es de sólo 661 $, similar a la media mundial de hace 200 años.
Analicemos otra desigualdad que influye también en la capacidad de recuperación en la crisis actual: la relativa a los derechos económicos de las mujeres en el mundo (gráfico de Visual Capitalist):
España es, en este epígrafe, una de las naciones más avanzadas. En países donde, por ejemplo, las creencias religiosas sólo permiten que la mujer se dedique al hogar, tendremos sociedades en las que la mitad de la población no puede aportar mucho al PIB.
Pasemos ahora de las desigualdades a las “diferencias” entres países. Es vox populi que los países con más peso en turismo seremos los más afectados por el coronavirus. Veamos quiénes somos (gráficos de Statista):
Sólo México nos supera. ¿Y quiénes son los que nos visitan? Los británicos suponen más del 18% de los visitantes de España, por lo que las recientes decisiones de Reino Unido nos van a afectar mucho. Reino Unido, Alemania y Francia suponen más del 40% de nuestro turismo:
Sigamos intentando mejorar día tras día equivocándonos también. Recuerda que los errores son la prueba de que lo estás intentando.