“Nunca subestimes al que se sobreestima" (Charlie Munger en referencia a Elon Musk).
Comenzaré esta columna insistiendo en que considero la inversión en tecnología como la mejor, no solamente en esta pandemia, sino en general siempre. Es atemporal, es decir, hay que estar permanentemente ahí en mayor o menor medida, aunque de forma diversificada.
También empezaré este artículo dejando claro que Tesla me parece una compañía espectacular (y su CEO y fundador Elon Musk, un genio visionario por muy excéntrico que sea). Se trata del nicho del futuro en el mundo de la automoción. De hecho, ya hay algunos sucedáneos: NIO en China y Nikola en el segmento de camiones eléctricos.
Sin embargo, no sé si tiene mucho sentido que, de las 19 empresas fabricantes de automóviles más importantes del mundo, Tesla sea la más grande por valor en bolsa y a la vez la que menos factura (gráfico: Parts Geek):
Ojo: Tesla es la duodécima compañía más grande del mundo, pero en cuanto a ventas, ocupa el puesto 458 en el ranking mundial.
Aquí vemos las únicas compañías que hay más grandes que Tesla por capitalización bursátil en el S&P 500 (fuente: YCharts):
La semana pasada, Tesla superó a la multinacional de grandes almacenes Walmart por valor en bolsa.
No obstante, las ventas anuales de Tesla son de 26.000 millones de dólares vs. Walmart 542.000 millones. Y en cuanto a beneficios: Tesla 368 millones de dólares vs. Walmart 18.000 millones (fuente: Charlie Bilello):
Es lógico que el PER de la tecnología sea superior al de la mayoría de los sectores por el efecto expectativas. El PER de Facebook, Apple, Microsoft y Google está en torno a 35 veces. Netflix está en 84. Amazon se sitúa en 127 (y siempre estará alto porque nunca deja de sorprendernos dando saltos de titán). Pero es que el de Tesla está… ¡en más de 1000!
Hace unos meses, cuando Tesla se puso a cotizar alrededor de 900 $/acción, Elon Musk dijo que su compañía tenía un precio demasiado alto y bajó aproximadamente a 700 dólares. Pues bien, la semana pasada cotizaba por encima de 2000 dólares. Su más que previsible entrada en el S&P 500 está rematando la faena al estar todos los fondos indexados preparándose para ello.
Si Tesla nos empieza a sorprender trimestre a trimestre de una forma inimaginable, los múltiplos se ajustarían y todo tendría sentido, pero con los precios alcanzados, a la más mínima decepción, el ajuste podría ser fuerte.
Pondré el ejemplo de una de mis acciones favoritas: Nvidia. Cuando en el tercer trimestre de 2018 defraudó expectativas, la acción cayó más de un 50% (pasó de 281 dólares a 133 dólares). Me pareció una clarísima oportunidad de compra. Sin embargo, incluso los que compraron a 281 dólares están felices, ya que hoy vale un 80% más (más de 500 dólares).
Es decir, Tesla a largo plazo irá bien, pero valoraciones tan exigentes como las actuales sugieren prudencia salvo que no te importe en absoluto la volatilidad extrema.
En tus inversiones y en la vida, debes mantenerte enfocado en tu camino hacia la grandeza.