En algunos ámbitos causó cierta sorpresa que nuestra posición no fuera inicialmente contraria a una operación en la que es absorbido un banco recapitalizado y participado mayoritariamente con capital público, con la que se reduce aún más el número de operadores financieros y que planteará un nuevo recorte de plantillas.
El primer elemento que valoramos es que en esta ocasión algo se ha aprendido de la crisis anterior: hay que anticiparse y no dejar que las cosas pasen para actuar después.
La crisis sanitaria ha derivado en crisis económica; y la destrucción de tejido productivo -esperemos que menor que en el ciclo 2009/2012- va a tener un efecto de segunda ronda sobre los balances de las entidades financieras en forma de creciente morosidad. Es estratégico que el sector financiero no se convierta en un problema, sino que forme parte de la solución; y para ello se necesitan entidades financieras sin riesgo de insolvencia, por lo que es previsible que ésta sea la primera operación de otras.
Las importantes inversiones para la Reconstrucción con fondos europeos también han de ser tractoras de la movilización de otros recursos no públicos. La aplicación de los Fondos de Reconstrucción es también una oportunidad para que el sector financiero cumpla con su Responsabilidad Social, dotando de crédito a la economía sin poner en riesgo los depósitos de sus clientes.
Es estratégico que el sector financiero no se convierta en un problema, sino que forme parte de la solución. Para ello se necesitan entidades sin riesgo de insolvencia
Además, Caixabank, entendida como holding, cuenta con importantes nudos de relación accionarial con otras corporaciones no financieras que están llamadas a jugar un papel importante en el desarrollo de una economía más verde y sostenible, en un entorno digital.
Este hecho, unido a que su accionista principal es la Fundación Bancaria La Caixa y a la circunstancia, no menor, de la presencia del Estado como accionista, pondrá a prueba también la utilidad social y laboral de esta fusión. Y no nos referimos sólo a lo más obvio: la labor de la Obra Social que supone más de 500 millones de euros anuales o la mejor garantía del destino y recuperación, sólo parcial hay que temerse, de los fondos públicos inyectados en el rescate bancario; sino también al papel que esta entidad debe jugar en la promoción de la inclusión financiera... en un entorno con menos operadores, menos oficinas y menos plantillas.
Desde hace 10 años venimos analizando lo que en CCOO hemos denominado el Ratio Potencial de Otorgamiento de Crédito, en el ámbito de la UE y comparado con España. Dicho ratio sintetiza tres variables. A) Bancarización (plantilla bancaria/100.000 habitantes); B) Proximidad (Sucursales/10.000 habitantes); C) Competencia (% total de Activos no encuadrados en la 5 entidades mayores)
Estas variables, a modo de representación tridimensional se puede representar como una esfera. La superficie de la esfera representa el área de contacto con el entorno socioeconómico de cada país. Su tamaño representa la mayor o menor capacidad de otorgar crédito a la economía.
Pues bien, España es el país de la UE (27) que más intensamente ha reducido el “tamaño” de la esfera desde 2012 (con la excepción de Grecia y Chipre); reducción que se acentuará si hay más fusiones.
Sin embargo esta tendencia no es inexorable. Hay dos variables que introducir en “esta ecuación”.
La primera, el desarrollo de la Unión Bancaria Europea lo cual significaría la entrada en juego de un número mayor de operadores a efectos de competencia y capacidad de otorgamiento de crédito. Proceso para el que, por cierto, esta fusión se prepara.
La segunda, la tecnológica. Sí, la digitalización no es sólo una amenaza de reducción de puestos de trabajo. Es una oportunidad de innovar en la atención al cliente, con oficinas diferentes y con servicios a distancia personalizados. Todas las entidades vienen desarrollando, mediante acuerdos laborales, centros de atención que recogen plantillas de oficinas físicas que se cierran.
El teletrabajo y el trabajo a distancia, más allá de la urgencia sanitaria, también permite que permanezcan los equipos sobre el terreno, sin necesidad de forzar cambios de residencia ni renunciar a cuotas de mercado por cierre. Por cierto, implementando la conectividad que va a repercutir en el entorno.
La digitalización no es sólo una amenaza de reducción de puestos de trabajo. Es una oportunidad de innovar en la atención al cliente
El negocio bancario es un negocio que se asienta sobre información y datos, pero también es relacional. Es una actividad que necesita de personas que atiendan a personas.
La fusión debe acompañarse de un acuerdo de garantías laborales y reestructuración no traumática; y que siente las bases de un Pacto de Relevo Intergeneracional. Desde 2009 se han perdido mas de 85.000 puestos de trabajo netos, pero las salidas han superado la 110.000. Esto quiere decir que en 10 años han ingresado casi 25.000 personas jóvenes. Exigimos que se mantenga el Contrato Social subyacente en el sector.
La tasa de reposición es insuficiente... eppur si muove.
*** José María Martínez es secretario general de CCOO Servicios.