En su primer discurso sobre el estado de la Unión, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó la visión de un continente fuerte y dinámico, que confía en su capacidad para superar retos apremiantes sin dejar a nadie atrás. Además, reforzó la ambición de la UE proponiendo aumentar el objetivo de reducción de emisiones para 2030 del 40 al 55%, un llamamiento para el que contaba con el apoyo de 170 directivos de empresas e inversores.

La investigación y la innovación constituyen el núcleo de esta visión. Al poner en marcha el Pacto Verde Europeo, Europa apostó por convertirse en el primer continente neutro en carbono del mundo de aquí a 2050, defendiendo al mismo tiempo su amplia biodiversidad y su medio ambiente único.

Europa, al asumir la digitalización y la inteligencia artificial, ha establecido una nueva senda de crecimiento ecológico que reforzará su competitividad mundial y preservará su modelo social. Para tener éxito, debemos convertir en oportunidades de innovación los retos que nos plantea la doble transición ecológica y digital.

Europa, al asumir la digitalización y la inteligencia artificial, ha establecido una nueva senda de crecimiento ecológico que reforzará su competitividad

La investigación y la innovación señalan el rumbo de esta ambiciosa agenda, pues destacan las oportunidades, alertan de los obstáculos y establecen orientaciones clave, al tiempo que garantizan la transparencia, el compromiso social y el reparto equitativo de los beneficios en toda la Unión Europea.

La convocatoria dará resultados, no en un futuro lejano, sino a corto y medio plazo, y los integrará en una perspectiva de cambio a largo plazo. Gira en torno a diez ámbitos que son cruciales para el éxito del Pacto Verde: desde la energía, la construcción y la movilidad sostenibles hasta la industria limpia, los sistemas alimentarios y la biodiversidad.

También se centra en retos específicos como los incendios forestales y ofrece apoyo específico a las ciudades y regiones de Europa, así como a la construcción de infraestructuras de investigación.

Como bien sabemos, la tecnología por sí sola no es la respuesta: hacer frente a este reto requiere cambios y adaptaciones profundos en los estilos de vida y el comportamiento. Esta es la razón por la que la Convocatoria del Pacto Verde Europeo se dirige a la ciudadanía de la Unión, incluida la juventud europea, y les ofrece oportunidades novedosas para participar y hacer oír su voz.

La tecnología por sí sola no es la respuesta: hacer frente a este reto requiere cambios y adaptaciones profundos en los estilos de vida

La UE, en su respuesta al coronavirus, ha demostrado que puede actuar de manera decisiva y unida, movilizando recursos en torno a un paquete de medidas de recuperación a gran escala que antes se consideraba inimaginable.

La recuperación de la crisis debe ir acompañada de la superación del desafío climático, la consecución de la neutralidad en carbono para mediados de siglo, y la protección y recuperación del medio ambiente y la biodiversidad amenazados de Europa.

El Pacto Verde Europeo eleva nuestros niveles colectivos de ambición, pero también tiende la mano a la ciudadanía, las familias y las regiones de toda Europa para asegurarse de que nadie se quede atrás. Consolida el liderazgo de Europa y muestra al mundo un ejemplo que otros querrán seguir.

En su propia esencia, la investigación y la innovación proporcionan orientación y dirección indispensables, mantienen a Europa en la carrera mundial por los próximos avances tecnológicos y dan un impulso a las empresas emergentes e innovadoras. Pero también favorecen y aprovechan la innovación social y dotan a la ciudadanía de herramientas para decidir y actuar en todo el continente.

*** Mariya Gabriel es comisaria, Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud.