Presentar unos Presupuestos es una labor esencial para un Gobierno. Los Presupuestos son clave para fortalecer la economía y dar credibilidad.
Cuando el Gobierno de Sánchez tiene la falta de vergüenza de presentar unos Presupuestos que parten de cifras obsoletas e increíbles desde la primera página destruye la credibilidad del Ejecutivo y daña gravemente la imagen de España. Nos dicen que en esta crisis no se va a hacer lo mismo que en la anterior... y Sánchez e Iglesias están haciendo exactamente lo mismo (pero mucho peor) que en 2009. Endeudarse masivamente aumentando gasto y fiarlo todo a la magia. Y los resultados no van a ser diferentes.
Todo el Plan Presupuestario es un brindis al sol, una propuesta de ruina y de deuda que ahogará aún más a millones de españoles. Es vergonzoso que se vanaglorien de "acabar con la austeridad" cuando el gasto público ya era récord en 2018 y lo único que están haciendo es acabar con la credibilidad y solvencia de España.
Un cuadro macro obsoleto e irreal: Obsoleto porque no asume ningún impacto del nuevo estado de alarma y de los toques de queda. De hecho, Sánchez asume que los rebrotes ¡tendrán un efecto positivo en la economía!
El Gobierno asume una caída del PIB en 2020 del -11,2%, cuando el FMI estima un -12,8%, una caída inferior a la mayoría de las estimaciones serias independientes, y asume un irreal rebote del 9,8% para 2021, superior a las estimaciones más optimistas (el FMI estima un +7,2%, el BBVA un 5-6% y ninguno de ellos es ni negativo ni agorero).
Todo el Plan Presupuestario es un brindis al sol, una propuesta de ruina y de deuda que ahogará aún más a millones de españoles
Un déficit sin precedentes y, todavía peor, voluntarista: Ni la estimación de déficit de 2020 tiene sentido (un 11,3% del PIB cuando las estimaciones medias están en 12,5%-13%), ni la increíble estimación de 2021, que asume ingresos récord cuando las bases imponibles se han desplomado más de un 10%, y un rebote de la economía irresponsablemente voluntarista.
Fía toda la reducción del déficit al crecimiento de los ingresos en un entorno de destrucción económica sin precedentes y aún así, ojo, el déficit será descomunal. Incluso en las estimaciones de ciencia ficción del Gobierno, España será el país de la Unión Europea con mayor déficit tanto en 2020 como en 2021.
Un nivel de deuda récord que superará el 130% del PIB con seguridad y que supone mayores recortes en el futuro, menos crecimiento, menos potencial de empleo y que deja a España completamente dependiente de la paciencia y ayuda de Europa y del BCE.
Estamos hablando de un déficit de 94.000 millones de euros en 2021 usando estimaciones ficticias y voluntaristas, es decir, un aumento de deuda en dos años que superará los 220.000 millones de euros.
Estos presupuestos no "acaban con la austeridad", acaban con la solvencia de España. Y supondrán mayores recortes y cargas en el futuro.
Unos ingresos completamente inflados: El Gobierno asume un aumento de ingresos en 2021 de casi el 30% hasta niveles récord superiores a los de 2019 con un rebote de la economía del 9,8%.
Un milagro recaudatorio imposible con la caída de actividad y la propia estimación del Gobierno de rebote. Para el Ejecutivo no ha habido crisis. Gasta como nunca y exige a los ciudadanos más que nunca.
Estos presupuestos no 'acaban con la austeridad', acaban con la solvencia de España
Asume el Gobierno un impacto recaudatorio de la batería de subidas de impuestos simplemente incoherente. La inmensa mayoría viene de un Impuesto de Sociedades calculado con unos beneficios empresariales que simplemente ni están ni van a estar.
Las estimaciones más optimistas asumen que los beneficios empresariales de 2021 no se recuperarían hasta 2023. Creerse que el expolio a dividendos y grupos consolidados va a recaudar 473 millones en 2021 y, ojo, 1.047 en 2022 es simplemente engañar.
Lo alucinante de todo es que el Gobierno reconoce su fracaso sin precedentes: Asumiendo unos ingresos récord de ciencia ficción y una recaudación sin credibilidad por los nuevos impuestos en un escenario de crecimiento salvaje, España tendrá en 2021 déficit descontrolado, el más alto de la Unión Europea y una reducción de paro imperceptible.
El que se crea que subiendo los impuestos a 36.000 personas y 1.700 empresas va a recaudar suficiente para cubrir un déficit de más de 130.000 millones de euros en 2020 y 94.000 millones en 2021 tiene un grave problema con la realidad.
La subida de impuestos, además de poner en peligro la recuperación, inversión y empleo, ni siquiera -en sus estimaciones de fantasía- cubren el exceso de déficit pre-Covid que generaron entre enero y marzo. Se saltaron su propio objetivo de déficit en más de 7.000 millones y lo máximo que ellos inflan y estiman recaudar son 4.200.
Cualquier economista socialdemócrata debería estar asustado. Incluso si se cree que van a recaudar 4.200 millones por nuevos impuestos, el déficit será de 94.000 millones. Sube el déficit estructural a niveles de quiebra de Estado a medio plazo, que nos llevaría a una deuda sobre PIB de 200% en cinco años. La receta de la ruina.
Se gasta un dinero que ni ha llegado ni se ha aprobado: El cuadro incluye a bombo y platillo como ingresos 27.000 millones de euros del Fondo de Recuperación Europeo cuando todavía ningún país serio se ha atrevido a considerar como ingresos públicos en sus Presupuestos esas ayudas, al no estar todavía movilizadas.
Un aumento de gasto irresponsable e infraestimado: El Gobierno dispara el gasto utilizando la palabra "social" para esconder el mayor aumento de gasto clientelar y burocrático de la historia.
Más del 85% del aumento de gasto anunciado es gasto corriente, consolidable y anual, que no genera rentabilidad económica real y por lo tanto consume de la economía productiva sin aportar a la mejora de la inversión, productividad, empleo y tejido empresarial.
Cualquier economista socialdemócrata debería estar asustado. Incluso si se cree que van a recaudar 4.200 millones por nuevos impuestos.
¿Saben cual es la partida estrella en aumento de gasto? Un aumento del 60% en "servicios de carácter general", un cajón de sastre que disfraza lo que se esconde en una enorme parte del aumento de gasto de estos Presupuestos: aumento, en realidad, de estructuras burocráticas. Un aumento del 41% en gastos fundamentalmente corrientes y burocracia que supondrán la ruina futura de nuestros ciudadanos y, lo que es más importante, ponen en peligro la sostenibilidad de lo que fingen defender: el gasto social real.
Las suculentas subidas de gasto de doble dígito en la maquinaria administrativa gubernamental solo pueden venir de un Gobierno al que no le importa el sufrimiento de centenares de miles de empresas, trabajadores y autónomos.
Los excesos de gasto político ahora son los recortes del futuro. Si encima ponen escollos a inversión, empleo y atracción de capital, los excesos de hoy son el estancamiento, los salarios reales menores y el paro estructural del futuro.
No es política social. Es antisocial
Cuando les comentamos lo evidente, que el déficit se desboca, los socialistas nos dicen que el déficit y la deuda no importan, que hay que gastar y no pasa nada porque Europa apoya y hay que ayudar al crecimiento del PIB.
Si es así ¿por qué una subida de impuestos al consumo, ahorro, inversión y empleo? Si el déficit y la deuda no son prioridad y hay que apoyat el crecimiento deberían estar bajando impuestos, no subiéndolos. Política antisocial y extractiva.
Subida de impuestos que no va a ricos y grandes empresas. La gran mayoría de la subida va a ahorradores, consumidores. A todos.
Estos no son Presupuestos sociales. Son antisociales porque generan mayores cargas y recortes a futuro y atacan al potencial de crecimiento aumentando gasto corriente y subiendo impuestos. No hay nada más antisocial que condenar al país a una intervención, paro y estancamiento.
Unos Presupuestos que ponen la sociedad al servicio del Gobierno, y no al revés. Unos Presupuestos de ruina.
Luego chillarán y protestarán cuando el exceso de hoy se convierta, como siempre, en mayores recortes en términos reales y nominales en el futuro.