Poco ha gustado en el mundo de la empresa que Nadia Calviño sacara pecho la pasada semana con unos datos del PIB del tercer trimestre que encierran una caída interanual de la economía española del 8,7%.
El optimismo que quiere trasladar la vicepresidenta económica -la figura en la que más confían inversores y empresarios dentro del Gobierno- ha recordado a algunos el entusiasmo con el que la exministra Elena Salgado, que nunca contó con tanta simpatía del sector privado, hablaba de 'brotes verdes' en el año 2009.
Es probable que Calviño, que la pasada semana se esforzó por calmar los ánimos en el mundo empresarial a cuenta de la subida de impuestos del proyecto de Presupuestos, quiera transmitir confianza en la economía española. Pero la falta de realismo con los datos macroeconómicos acaba convirtiéndose en un arma arrojadiza contra la inversión en España.
Este miércoles pasó por la Comisión de Presupuestos del Congreso el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Y su discurso sirvió para introducir una buena dosis de realismo económico en el Parlamento que debe tramitar los Presupuestos en los que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han incluido el mayor gasto social de la historia.
Dónde estamos
El gobernador arrancó su intervención recordando dónde estamos: en un escenario sin 'brotes verdes' en el que el PIB del tercer trimestre aún se encontraba un 8,7% por debajo del registrado en el mismo periodo del año anterior y era un 9,1% inferior al de finales de 2019.
Por si ello fuera poco, añadió que "la intensidad de esta recuperación se habría visto afectada adversamente desde principios del mes de julio por los nuevos rebrotes de la enfermedad".
Los datos del mercado laboral tampoco dan tregua y el número de empresas dadas de alta en la Seguridad Social ha caído en casi 84.000 entre finales de febrero y finales de septiembre.
En este contexto, recordó que las cuentas públicas "se han visto severamente afectadas en los últimos meses". Citó como causa de ese deterioro el gasto sanitario para enfrentarnos a la Covid-19, la caída de ingresos por el cierre económico y las medidas que el Gobierno ha tenido que implementar para mitigar el impacto de esta crisis.
A dónde vamos
Esta situación es susceptible de empeorar si el coronavirus no da tregua. Es obvio que es posible que "en un futuro próximo, pueda ser necesario adoptar medidas de contención de la pandemia más estrictas que las desplegadas en la actualidad", dijo. Ello tendría un impacto directo tanto en los ingresos como en los gastos de estos Presupuestos.
En el caso de los gastos, no hay que perder de vista que puede ser necesario reforzar la inversión sanitaria en los próximos meses con más recursos de lo previsto. Y lo mismo ocurre con el coste de las prestaciones por desempleo o subsidios.
Hernández de Cos explicó que las previsiones macroeconómicas del Gobierno pueden encajar dentro de la horquilla de otros organismos, incluido el Banco de España. Pero señaló que las proyecciones de Economía para el mercado laboral son mucho más optimistas que las suyas. Mientras los Presupuestos preven una caída de 0,8 puntos de la tasa de paro en 2021, el Banco de España espera un avance de entre 2,3 y 3,5 puntos.
Fondos europeos
Esa divergencia podría explicarse por la incorporación en los PGE de los fondos europeos. Pero este punto tiene truco.
Las ayudas europeas pueden impulsar la economía española, como bien insiste el Gobierno. Sin embargo, Hernández de Cos advirtió en el Congreso que hay muchos riesgos de que los fondos europeos no sean la panacea que han prometido a la opinión pública española Sánchez y sus ministros para poder dar un "tono expansivo" a sus cuentas.
Hay muchos riesgos de que los fondos europeos no sean la panacea que ha prometido Sánchez para dar un "tono expansivo" a sus cuentas
"El supuesto de ejecución plena de los fondos europeos y los multiplicadores del uso de estos fondos que asume el proyecto de PGE parecen optimistas a la luz de la evidencia histórica y empírica", afirmó Hernández de Cos.
Nuestra economía podría no ser capaz de movilizar esos fondos. Y puso un ejemplo: en los últimos tres programas de fondos estructurales europeos, la tasa de absorción de la economía española nunca alcanzó el 80%.
Gastos e impuestos
Con este escenario, el gobernador afirmó que no es acertado subir el salario en genérico a los funcionarios en un momento en el que sí se podría hacer un esfuerzo para aumentar la remuneración del personal sanitario.
El duro contexto macro que afronta España no parece el mejor para adoptar los cambios impositivos que ha propuesto la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en estas cuentas.
Además, es muy posible que no se cumplan las previsiones de ingresos que han incorporado los PGE que va a tramitar el Congreso.
Hernández de Cos advirtió que el déficit público podría sobrepasar el 7,7% del PIB prometido. Y recordó, una vez más, que España tendrá que acometer reformas estructurales. Eso sí, aclaró que tendrá que ser con un espíritu muy diferente al que se ha impuesto en la Comisión del Pacto de Toledo en materia de pensiones.