No nos engañemos. La transición energética la van a pagar los consumidores. Eso no debe empañar su fin: cuidar el planeta y la salud. Pero conviene que no nos lleven a equívoco con los temas del bolsillo.
Si algo tiene Teresa Ribera es que nunca ha escondido sus filias y sus fobias. A la vicepresidenta no le gusta nada el petróleo y tampoco es demasiado partidaria del gas, aunque lo haya incluido como fuente para llevar a cabo su transición ecológica.
Teniendo en cuenta que estamos en un proceso de descarbonización en Europa, petroleras, como Repsol, o gasistas, como Naturgy, están sumidas en un proceso de transformación que en unos casos llevará más años que en otros. Pero de él depende el empleo de miles de personas y la forma de vida de muchos más, así que establecer un marco de seguridad jurídica para todos sin perder de vista el 'horizonte verde' es importante.
El anteproyecto de Ley que aprobó este martes el Consejo de Ministros no era esperado por esa parte del sector. Sí por las eléctricas, que acogieron con más entusiasmo que sus competidoras en otras fuentes de energía el inicio de la andadura de una normativa que pretende decir a los clientes lo que deben hacer a través de la factura.
La relación de Ribera con Antonio Brufau nunca ha sido sencilla. Aunque le duela a la petrolera, la vicepresidenta ha dado un golpe en la mesa del sector para decir: "que pague, el que contamine".
Con su anteproyecto de ley, Ribera quiere forzar a todas las compañías del sector a crear un fondo para financiar el coste de las polémicas primas a las renovables, cogeneración y residuos que hasta ahora estaban metidas en el recibo de la luz.
Esto significa que todas las empresas pagarán la transición, aunque unas mucho más que otras. Y en última instancia, los que acabarán pagando serán los consumidores. En total, el Gobierno busca recopilar unos 7.000 millones de euros cada año.
Todas las empresas pagarán la transición, aunque unas mucho más que otras. Y en última instancia, los que acabarán pagando serán los consumidores
Si sale adelante este anteproyecto de ley, al llenar el depósito del coche con combustible, el conductor pagará más que ahora para financiar la factura de las primas a las renovables.
En casa, los que enciendan su calefacción de gas, también abonarán más para costear una parte del coste de esas primas.
Eso sí, a la hora de encender la luz, poner la calefacción eléctrica en el hogar o cargar el coche eléctrico, el consumidor pagará menos con esta norma que sin ella.
Al tocar de forma directa el bolsillo, Ribera busca cambiar los hábitos de los españoles para acelerar la descarbonización y potenciar la electrificación de la economía.
Al tocar de forma directa el bolsillo, Ribera busca cambiar los hábitos de los españoles para acelerar la descarbonización
Pero también hace un guiño a Ignacio Galán y José Bogas, que llevaban tiempo pidiendo al Gobierno que sacara del recibo de la luz costes que no son propios.
Se comenta en el sector que ahora que viene el dinero de los fondos europeos y que las eléctricas van a acelerar las inversiones, el Ministerio ha querido premiar ese esfuerzo por la transición con el impulso de esta normativa.
Puede llamar la atención que se ponga esto sobre la mesa en un momento en el que estamos a la espera de que lleguen los fondos de la Unión Europea precisamente para financiar la descarbonización. Pero en el entorno de la vicepresidenta se dice que, todo lo contrario, este anteproyecto está en línea con lo que reclama Bruselas y puede facilitar que se liberen esos fondos.
Por cierto que en las recomendaciones del Semestre Europeo se pide una reforma fiscal para facilitar una economía baja en carbono. Así que esto puede ser el aperitivo de lo que está por venir.