Todos sabemos la dificultad de predecir el comportamiento de los mercados bursátiles, pero este 2020 será recordado por ser un año especialmente complejo. Una pandemia, el parón de la economía global, la recesión más profunda desde la década de los años 30, un colapso del mercado de valores mundial y ahora, nueve meses más tarde, máximos históricos para la bolsa americana y con ligeras caídas en Europa. El mantra que los gestores repetimos “invertir a medio-largo plazo” cobra en estos tiempos más sentido.
Recapitulando, en el tercer trimestre se inició la fase de recuperación tras la recesión de la Covid-19. Pero, de nuevo, la desesperación y el miedo a un segundo confinamiento, unidos a la incertidumbre sobre las elecciones americanas, produjeron caídas importantes al final del trimestre, incrementadas en octubre. Por primera vez en mucho tiempo, la tecnología y los denominados valores de crecimiento sufrían correcciones importantes, iguales o superiores al resto del mercado.
Y, precisamente, si hay dos sentidos ligados a los sectores anteriormente mencionados y a esos valores hoy tan en alza como Zoom, Spotify, Netflix… son la vista y el oído. Por otro lado, aquellos sectores más afectados por la pandemia, y que bien podríamos relacionar con los sentidos del gusto y el olfato, tales como hoteles, aerolíneas, restaurantes, cafeterías, e indirectamente energía o bancos, empezaban a tener un comportamiento bursátil relativo mejor.
De nuevo, la bolsa podía estar anticipando algo. Vivir la vida con los cinco sentidos estaba y está más cerca de lo que la gente creía y cree. Lo que está claro es que el sentido por excelencia del año 2021, aunque no cotice en bolsa, será el tacto, el sentido en el que se acomodan los abrazos.
A lo largo de septiembre y octubre, adecuamos nuestras carteras a esa tesis de inversión de la que ya informamos en su día a nuestros partícipes: vacuna antes de fin de año y confinamientos no tan estrictos. Y ya hemos empezado a recoger los frutos de nuestra decisión.
Estamos al inicio de la salida de la recesión y es muy probable que vivamos una recuperación económica mundial sincronizada en el año 2021
La pregunta es clara: ¿Y ahora qué? Con las altas tasas de ahorro, una demanda latente por la Covid-19, petróleo y tipos de interés en cotas bajas, una política fiscal expansiva y con unas vacunas que muestran una alta efectividad, consideramos que estamos al inicio de la salida de la recesión y es muy probable que vivamos una recuperación económica mundial sincronizada en el año 2021.
Esperamos tener unos mercados bursátiles con un buen tono, en especial las pequeñas compañías y mercados emergentes, y debería continuar el proceso de renormalización sectorial, pues la vida se vive con los cinco sentidos.
Y ya, para terminar, me gustaría añadir dos reflexiones en relación al entorno actual. La primera, y siguiendo a Mark Twain, "la Historia no se repite, pero sí rima". Los comportamientos bursátiles de una parte del sector tecnológico, así como de algunos otros ámbitos me traen recuerdos de mis primeros años de trabajo en los mercados bursátiles a finales de los años 90 y de las burbujas que se produjeron.
Hay muchas similitudes: la excesiva participación minorista, hoy todavía más acrecentada por internet, y los bautizados como influencers financieros, incorporaciones meteóricas de acciones a índices, valoraciones excesivas de determinadas acciones apenas recién nacidas.
Hablaba de similitudes, pero también hay notorias diferencias. Comienzo de una fase de recuperación de ciclo y tipos muy bajos que hacen pensar que algunas de las burbujas que flotan en los mercados se pueden alargar en el tiempo. Nosotros seguimos apostando por todo lo que venga de las ciencias de la salud, biotecnología…que ofrecen mejores valoraciones; así como todo lo ligado al fondo de recuperación europeo. En cualquier caso, recomiendo cautela en la selección de valores.
La segunda reflexión está vinculada a los nuevos modos que nos ha dejado la pandemia en relación al trabajo. Véase: teletrabajo y las videoconferencias y sus consecuencias no deseadas, entre ellas, hacer la vida más impersonal.
Más que nunca necesitamos vitamina D, sol y viajes. Quizás España sea el mercado bursátil del 2021
Las empresas tendrán el reto de generar "cultura de empresa y compromiso" en sus trabajadores. Nadie querrá entre su personal más cualificado "mercenarios". Y siguiendo la máxima acuñada por Winston Churchill: "Nunca desperdicies una buena crisis".
¿Qué tal fomentar viajes profesionales para hacer 'equipo', aprovechando el buen tiempo invernal en nuestro país o asentar teletrabajadores cualificados de ámbito internacional que fijen su residencia aquí? Si hay algo que la pandemia ha generado es que casi el 50% de la población sufra algún problema de ansiedad o depresión.
Más que nunca necesitamos vitamina D, sol y viajes. Quizás España sea el mercado bursátil del 2021. Siempre hay luz al final del túnel.
*** José Luis García Muelas es director de Inversiones de Loreto Inversiones.