Queridos Reyes Magos:
Para 2021 os pido eficacia en las vacunas contra el Covid-19; condición necesaria para que la economía florezca. Por ejemplo, para el turismo, uno de los sectores económicos importantes de España. Eso exige que la Administración española sea capaz de resolver los problemas logísticos que plantea la distribución de la vacuna. Algo que está por ver.
Después de ese regalo, que considero muy importante, os pido algunas cosas que tampoco son fáciles.
La primera es que el Gobierno sea consciente de la gravedad de la situación de las empresas españolas. En consecuencia, que se olvide definitivamente de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y modere las subidas de impuestos que anuncia el Presupuesto de 2021.
Para ello conviene que en el Gobierno de coalición prime la ortodoxia fiscal y no el populismo, controlando el déficit público. Además, es necesario que se alarguen los ERTEs y se pueda despedir cuando acaben si es necesario para la supervivencia de la empresa. Eso junto con algunas subvenciones directas a las pymes puede hacer más rápida la salida de la crisis.
Majestades, sería conveniente que al principio el 2021 sea un año de inflación baja como el 2020. En caso contrario, el BCE no tendrá otro remedio que subir los tipos de interés. Los tipos actuales son bajos, casi nulos, y aunque eso es malo para los ahorradores, es bueno para tomadores de crédito y deudores.
La primera (petición) es que el Gobierno sea consciente de la gravedad de la situación de las empresas españolas
Entre esos deudores están el Estado español. Pero también os pedimos que esa situación cambie en cuanto se recupere la economía para activar el ahorro, necesario a medio plazo para generar inversión que cree puestos de trabajo.
Porque la petición más ferviente es: que se reduzca el paro en España, sobre todo entre jóvenes y mayores de 50 años, y que aumenten los contratos indefinidos. Para eso, por favor, que el Gobierno se olvide de anular la Reforma laboral 2012, es más, que la profundice.
Por ejemplo, reduciendo las indemnizaciones por despido en los contratos indefinidos y aumentándolas en los temporales, para reducir la dualidad del mercado laboral español. También debería avanzarse en la implantación de la llamada “mochila austriaca” para facilitar la movilidad en ese mercado.
La segunda petición es que el Gobierno español sea sensato y eficiente en la inversión de los fondos europeos de reconstrucción. Los augurios no son buenos. Las Comunidades Autónomas gobernadas por la oposición denuncian partidismo en el reparto de esos fondos. Pero el riesgo mayor es dilapidar esa inversión o, peor aún, aumentar la corrupción porque el dinero en esas cantidades es muy goloso.
También os pido que los acuerdos postbrexit entre España y Reino Unido, bilaterales o dentro de la UE, permitan mejorar las relaciones comerciales, de inversión, turísticas y laborales entre ambas economías muy interrelacionadas. El Gobierno español debería empeñarse en ello.
La segunda petición es que el Gobierno español sea sensato y eficiente en la inversión de los fondos europeos de reconstrucción
De momento la ministra de Asuntos Exteriores, Sra. González Laya, anunció la "desaparición" de la verja de Gibraltar, a pesar de que las posiciones políticas de los dos países son tan opuestas que será difícil encontrar una solución para un futuro estatus satisfactorio sobre la soberanía del Peñón.
La tercera petición es que se estabilice la relación de todas las partes que constituyen este país. Las elecciones catalanas del 14-F es uno de los hitos importantes. Según resulten seguirá la inestabilidad territorial, y con ella la incertidumbre que perjudica a la economía, o se vislumbrarán soluciones que serenarán y darán confianza al inversor nacional y extranjero.
Lo mismo ocurre con la decisión que el Monarca y el Gobierno tomen sobre lo que llaman la "renovación" de la Jefatura del Estado; os pido que sea una reflexión legislativa serena y constructiva buena para la estabilidad económica y el crecimiento.
Si ese debate se desvía a una discusión estéril sobre Monarquía y República se frenarán inversión y crecimiento. Majestades, conociendo a algunos de nuestros actuales políticos es posible que este sea uno de los regalos más difíciles que os pido
La tercera petición es que se estabilice la relación de todas las partes que constituyen este país
¡Ojalá nos lo traigan!
Yo pediría muchos más regalos, pero estos son los más urgentes, aunque no sean fáciles. Espero que sus Majestades se compadezcan de este país que tanto os venera año a año y necesita vuestra ayuda.
*** José Ramón Pin es profesor del IESE.