La crisis sanitaria de la Covid-19 ha provocado grandes cambios en nuestros hábitos diarios. Uno de los sectores que ha experimentado un mayor cambio en el comportamiento de los usuarios ha sido el de la movilidad y el transporte.
Según la última encuesta publicada por la Organización de los Consumidores y Usuarios (OCU), el uso del vehículo privado gana terreno frente a otras alternativas de transporte, que los usuarios encuestados consideran como servicios de alto riesgo de contagio.
Por otro lado, cada vez son más las iniciativas de las autoridades municipales dirigidas a aumentar el espacio de los peatones mediante la reducción de los carriles de circulación y de las plazas de aparcamiento en superficie. Cuando estas desaparecen, se producen generalmente dos fenómenos.
Primero, los residentes ocupan la mayor parte de plazas restantes por períodos largos; pues los vehículos privados permanecen parados de media más del 90% del tiempo. Y, segundo, los no residentes incrementan el tiempo que necesitan para encontrar aparcamiento. El resultado es el aumento del tráfico rodado en una media de 15 minutos por vehículo.
La forma más efectiva de hacer coincidir estas dos tendencias enfrentadas (el aumento de vehículos privados que acceden al centro y la reducción progresiva de plazas de aparcamiento en superficie), es la digitalización del aparcamiento en todas sus etapas: planificación, acceso y pago.
Los aparcamientos van a convertirse en verdaderos centros neurálgicos, ofreciendo nuevos servicios a conductores y empresas
En la etapa de planificación, esta tecnología ofrece al conductor toda la información que necesita para el desplazamiento: restricciones que existen en la zona a la que se dirige, genéricas o específicas de su vehículo; disponibilidad de plazas de aparcamiento en superficie para residentes y no residentes; así como parkings públicos de la zona con disponibilidad, precios y ofertas para las diferentes estancias.
El conductor puede incluso reservar mediante apps y plataformas su plaza de parking, para asegurar que estará disponible cuando llegue. En algunos casos, la reserva de plaza, además, permite al usuario obtener descuento en el precio, ya que ayuda al parking a planificar su ocupación.
En las etapas de acceso y pago, la tecnología 'Contacto Cero' permite al conductor entrar y salir del parking sin contacto, solo con su matrícula o con su teléfono móvil. De esta forma, el parking se convierte en una extensión de la 'burbuja de seguridad' del conductor, que ya no está obligado a coger un tique a la entrada, ni a pasar por los cajeros a la salida.
Esta integración de la tecnología en un proceso tan cotidiano se lleva a cabo mediante la implantación en los parkings de sensores desarrollados por Parclick para que el usuario pueda entrar, salir y realizar todas las gestiones a través de la app, desde la elección del parking, a la gestión del tiempo y pagos.
Además de en los parkings públicos, estos sensores se pueden instalar también en parkings privados como los de los hoteles, los de las inmobiliarias, o los de las empresas. El bajo precio de estos sensores permite a estos parkings privados, que normalmente no cuentan con sistemas de gestión de acceso para sus puertas o barreras, poner a disposición del público su excedente de plazas de parking de una forma rentable. Por tanto, se amplía el número de plazas de parking disponibles y se crean nuevas alternativas para aparcar de forma cómoda, segura y económica.
Gracias a la tecnología, conseguimos minimizar el tiempo que pasa un conductor buscando aparcamiento en el centro de la ciudad, en el aeropuerto o en la estación de tren; facilitamos la entrada y la salida del aparcamiento; permitimos el pago del parking y del parquímetro desde el móvil de forma cómoda y segura. Dicho de otra forma: conseguimos que conductor tenga muy fácil aparcar de la forma que mejor se adapte a sus circunstancias particulares de cada momento.
Conseguimos minimizar el tiempo que pasa un conductor buscando aparcamiento en el centro de la ciudad
Pronto veremos cómo los aparcamientos van a convertirse en verdaderos centros neurálgicos de nuestras ciudades, ofreciendo nuevos servicios a conductores y empresas. Ya podemos ver en ellos plazas para cargar vehículos eléctricos, o plazas para aparcar los coches compartidos.
En poco tiempo veremos nuevas actividades como pequeños almacenes individuales, puntos de recogida de paquetería o de entrega de compra, puntos de carga o de recogida de monopatines, bicicletas o motos compartidas. En Madrid, por ejemplo, ya existe el caso de un aparcamiento completamente reconvertido en centro logístico y de recarga de camiones eléctricos que pueden acceder a Madrid Central.
A medio plazo y gracias a la tecnología veremos cosas que jamás imaginamos que se podrían hacer en un parking, como la instalación de cocinas ciegas que preparen comida rápida en los parkings situados en las zonas de entrega a domicilio más demandadas, o la creación de almacenes de logística de última milla que permitan optimizar los tiempos de reparto. O la especialización de aparcamiento para coches autónomos, en los que no habrá calles de circulación y podremos ver a los vehículos hacer verdaderos 'tetris' para moverse solos optimizando el espacio disponible.
***Iván Rodríguez es director de Desarrollo de Negocio y cofundador de Parclick