El gobernador del Banco de España (BdE), Pablo Hernández de Cos, anunció en el 'I Simposio Observatorio Financiero' de Invertia EL ESPAÑOL que el primer trimestre el PIB español había decrecido. Al día siguiente el informe de la entidad reconoció el -0,4% y hacía una previsión del 6% de incremento del PIB para el 2021.
No sé de dónde sale esa cifra, yo creo que es alta. Estos días estoy preparando un caso de discusión de negocios editado por la HBR (Harvard Business Review) que se titula: ¿Intuición o algoritmo? Se trata de un directivo que tiene que decidir a quién promocionar. Si a un empleado de su departamento, que conoce y valora por haber tenido buen rendimiento, o a otro empleado de la empresa que desconoce, pero viene recomendado por sus éxitos. Recursos Humanos le proporciona un algoritmo de evaluación (IA, Inteligencia Artificial). Ese algoritmo puntúa más al segundo y el directivo se ve en la disyuntiva de si seguir su intuición o hacer caso al algoritmo ¿qué haría usted?
A mí en el caso del PIB de este año me pasa lo mismo. Supongo que el BdE utiliza un modelo econométrico para prever su evolución futura en función de distintas variables. Indicadores adelantados que dan pistas sobre esa evolución. Es el algoritmo que recoge esos datos y los analiza de acuerdo con lo que ha ocurrido otras veces.
Pues bien, mi intuición es distinta a la previsión del BdE. Está basada en la observación de la realidad. Primero: el segundo trimestre empieza con un confinamiento perimetral nada menos que en Semana Santa, el inicio de la temporada de turismo.
Segundo: la vacunación va a un ritmo menor que el esperado. Los expertos y la ministra indican que la inmunidad de rebaño no se alcanzará antes del verano, los optimistas fijan en octubre tener el 70% inmunizados. Por si faltara algo, varios países europeos, nuestros clientes más importantes, están adoptando medidas cada vez más duras. Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, … temen la cuarta ola. Las nuevas cepas rondan por todo el continente. Para la variante británica se pide un 80% de inmunidad dado que se propaga más rápida. Más tiempo para conseguirla.
En resumen, creo que no habrá una temporada turística normal. Probablemente un poco superior a la del año pasado, pero no mucho. A esto hay que añadir que el consumo interior no acaba de despegar. La venta de coches se ralentiza. Los supermercados venden más porque la gente sale menos. Los acontecimientos deportivos siguen sin asistencia presencial. Crecerá algo la industria, en especial la agroalimentaria, si tira la exportación. Pero ya ocurrió en 2020 y bajamos el 11% del PIB.
Los fondos europeos vendrán, pero no serán efectivos hasta casi finales de año como pronto. La Administración con este Gobierno funciona mal. Véase sino la lentitud de vacunación y la del SEPE, con sus problemas informáticos o la Seguridad Social, que lleva tiempo sin atender presencialmente. Las ayudas directas a empresas y autónomos se dan con cuentagotas porque no hay dinero. Lo mismo pasa con el cacareado IMV (Ingreso mínimo Vital).
Para que este año creciéramos el 6% durante los próximos tres trimestres deberíamos crecer por encima del 2% de media entre ellos. ¿Es posible con el panorama descrito? En eso baso la intuición. Por eso siendo optimista firmaría un crecimiento de 5%. Un 1,5 % en el segundo trimestre; el 2% en el tercero que es el bueno; y el 1,5% en el cuarto. Pero siendo realista me inclino más por el 4% anual. ¡Ojalá me equivoque!
Con ese crecimiento no resolveremos el problema del paro. Encima la ministra de trabajo y futura vicepresidenta quiere cambiar la Reforma Laboral que permitía crear empleo a partir de crecimientos cercanos al 2/3%. ¡Es urgente que no sea urgente ese diálogo social!
Además, eso supone mayor déficit público y, en consecuencia, la necesidad de seguir endeudando al Estado. Seguiremos pagando con deuda. El problema será si alguna vez, que ocurrirá, suben los tipos de interés. Entonces nos daremos cuenta, porque tendrán que subir más los impuestos y lo pagaremos los contribuyentes, que somos todos, como siempre.
*** José Ramón Pin Arboledas es profesor del IESE.