"Better days are on the way cause you know and I know it can't get no worse". Southside Johnny.
El Banco de España ha rebajado el nivel de euforia y propaganda del Gobierno con los fondos europeos, esa especie de Bienvenido Mr Marshall que usan para mantener a las empresas dóciles y calladas y que va dibujándose como un riesgo más que una oportunidad.
El plan de Sánchez supone la mayor transferencia de renta de las clases medias y contribuyentes destinado a gasto político e inversiones de dudosa rentabilidad.
Una batería de impuestos de 80.000 millones de euros para repartir 70.000 millones a empresas que, en muchos casos, no necesitan el dinero.
Subida de impuestos en la luz, gas, gasoil, refrescos, peajes hasta en autovías, más impuesto de Sociedades, más impuesto sobre Patrimonio, subida de impuestos de matriculación, sobre prima de seguros (la primera subida en 23 años), subida impuestos al plástico de un solo uso, subida en donaciones, en impuestos sobre transacciones financieras, en cuotas a los autónomos, en el IRPF, hachazo a desgravación en los planes de pensiones son parte de una batería de impuestos contra la clase media, autónomos y pymes.
El asalto a autónomos es especialmente destructor para un país con el nivel de paro de España. La subida de cuotas anunciada supone que más de 200.000 autónomos tributen entre IRPF, indirectos y cuotas más del 65% anual.
El plan anunciado por PSOE y Podemos demuestra que las exigencias de Bruselas para recibir los fondos europeos son enormes y que el gobierno se niega a reducir el gasto político e innecesario, por lo que va a pasarle el ajuste a todos los contribuyentes.
El Banco de España ya ha mostrado la falta de concreción en proyectos y reformas del plan del Gobierno. Un documento de 2.000 páginas lleno de vaguedades y comentarios ideológicos unido a cifras imposibles de contrastar ni analizar.
El Gobierno afirma que "la ejecución del PNIEC tendrá un efecto importante en el crecimiento económico, estimado en un 1,8% del PIB en 2030, y en una mayor creación de empleo de calidad, estimada en unos 250.000 a 350.000 empleos adicionales entre 2021 y 2030".
Se vanaglorian de que "en términos agregados, el empleo generado por el Plan supondrá 12 empleos por millón de euros invertido" y se quedan tan tranquilos, se lo juro.
No solo es un problema de subida de impuestos y mala gestión, sino de destino de los fondos. Solo un 11% de los fondos van a transición energética, y de todo el plan, solo dos empresas que van a percibir fondos europeos están aumentando la inversión en España sobre las cantidades que ya invertían.
Una, el líder español en renovables no solo no ha reducido sus inversiones en España en la crisis, sino que usará el dinero de los fondos para aumentar esa cantidad. No es lo mismo en otros casos.
¿Necesitan otros grandes conglomerados españoles una inyección de decenas de miles de millones de euros de fondos europeos? Es más que cuestionable. Recordemos que la mayoría de las grandes multinacionales españolas, las grandes beneficiarias del plan de Sánchez han reducido sus inversiones en España durante los últimos 10 años.
¿Necesitan otros grandes conglomerados españoles una inyección de decenas de miles de millones de euros de fondos europeos? Es más que cuestionable
La pregunta es obvia ¿por qué deben recibir decenas de miles de millones de euros unas empresas que no tienen el más mínimo problema para financiarse en los mercados de capitales a tipos de interés a mínimos históricos y que han reorientado sus planes de inversión al extranjero?
Es perfectamente entendible que se canalicen inversiones en transición energética a empresas que suman a lo que ya es un plan de inversiones nacional muy relevante. Al fin y al cabo, se trata de fortalecer al país en digitalización y nuevas tecnologías, pero ¿por qué tienen que destinarse decenas de miles de millones a empresas que han disfrutado de liquidez sin límite del banco central, tipos reales negativos y que tienen balances saneados?
No voy a discutir las decisiones de inversión de una empresa, pero creo que es obvio entender que, si una empresa ha decidido conscientemente cercenar sus planes de inversión en España por falta de oportunidades y ha orientado su generación de caja a posicionarse en el extranjero o pagar dividendos muy superiores a su beneficio, no le van a aparecer de la noche a la mañana oportunidades de oro y magníficos proyectos en España.
Una de las empresas que más dinero va a recibir de los fondos europeos (23.300 millones de euros según información difundida por la propia empresa) es a su vez una empresa del Estado italiano que ha repartido más del 100% de sus beneficios en dividendos entre 2016 y 2020, unos 2.500 millones de euros más de lo generado en beneficio neto.
Si esa empresa no ha encontrado oportunidades para invertir en España durante esos años, algo perfectamente lógico, ¿por qué va a ser ahora cuando vaya a encontrar inversiones de excelente rentabilidad en nuestro país?
No es el único caso. Empresas que han destinado el 80% de sus planes de inversiones al extranjero en los últimos 20 años ahora hacen lobby para acumular miles de millones en proyectos en España. ¿No eran rentables o necesarios antes de 2021?
Empresas que han destinado el 80% de sus planes de inversiones al extranjero en los últimos 20 años ahora hacen lobby para acumular miles de millones en proyectos en España
El riesgo de sacar del cajón proyectos ruinosos que no tenían sentido ni con el Plan Juncker ni con la inyección masiva de liquidez es enorme.
Y eso es en lo que respecta a los planes de inversiones del sector privado, que al menos tendrá algún uso racional. Imaginen en la parte que el ejecutivo se reserva para gasto corriente y político, que es más del 30%.
El 33% va a proyectos de digitalización. Asumamos que el 40% de ellos tienen rentabilidad económica real y que el otro 60% (y somos optimistas) son simplemente un gasto puntual.
El lector podría pensar que todo esto no importa porque es dinero de Europa pero es muy importante porque es dinero de los contribuyentes europeos, nosotros incluidos, y que debe fortalecer la economía y ayudar a crecer a las pymes, no repartirse de manera política y dirigida.
Es más, incluso muchas de esas empresas multinacionales que se creen beneficiadas por este reparto se pueden encontrar con la píldora envenenada después. El gobierno da uno y exige tres. Es una historia vista muchas veces en las últimas décadas.
Por eso es tan importante que se auditen independientemente las solicitudes, que los fondos se concedan y canalicen de manera independiente por profesionales expertos a proyectos realmente transformadores. Para que no caigamos en el mismo error del pasado.
No podemos olvidar el riesgo de esa gigante transferencia de renta desde los contribuyentes al gobierno luego acaba en más deuda y menos crecimiento.