Uno de los hechos más conocidos sobre China es el enorme tamaño de su población. Lo que pocos saben es que, incluso con más de 1.440 millones de ciudadanos, el 'dragón dormido' todavía está luchando por aumentar su tasa de natalidad. Estos son resultados no tanto de la política de un solo hijo, sino el coste creciente de la vida.
En 2005, el coste de criar a un niño en China rondaba los 490.000 yuanes, o unos 75.000 dólares estadounidenses. Para 2020, este número se había multiplicado por cuatro, hasta 1,99 millones de yuanes.
Antes de tener un hijo, los futuros padres deben sopesar su capacidad para afrontar las cuotas escolares, las clases intensivas extracurriculares, el costo de comprar una casa en un distrito escolar superior, etc. En Shanghái, por ejemplo, las familias de bajos ingresos, definidas como aquellas con un ingreso familiar anual de menos de 50.000 yuanes, gastan un promedio del 70% de lo que ganan en sus hijos.
No habrá suficientes personas para sostener el sistema público de pensiones de China
Por lo tanto, como es el caso de la cultura occidental, la mayoría de las familias y especialmente las mujeres en China ahora tienen que elegir entre una carrera y la maternidad. Las parejas que no pueden pagar la factura elegirán naturalmente tener menos hijos, o incluso renunciar a ellos definitivamente. En este contexto, es muy poco probable que con la nueva política de tres hijos, anunciada el lunes, las cosas se solucionen milagrosamente.
Entonces surge la pregunta, ¿qué puede hacer el Gobierno chino para resolver este problema?
En primer lugar, los formuladores de políticas deben identificar los mayores costos de la crianza de los hijos y proporcionar algún tipo de subsidio para cubrirlos. La segunda cosa, y probablemente la más importante, es que las empresas deberían extender el permiso de paternidad y asegurarse de que los padres tengan la capacidad de tomarlo sin sufrir discriminación alguna.
Mientras tanto, la población china está envejeciendo. Se prevé que una cuarta parte de la población tendrá más de 60 años en 2030. Si continúan las tendencias actuales, en menos de diez años, el país podría entrar en una era de crecimiento demográfico negativo. Simplemente no habrá suficientes personas para sostener el sistema público de pensiones de China.
Según el último censo, el tamaño medio de una familia en China era de 2,64 personas. Eso significa que no todas las familias tienen ni siquiera un hijo. Y mucho menos, dos. Durante los últimos diez años, el crecimiento de la población en China se ha desacelerado al 0,53% anual. Muy pronto, China podría correr el riesgo de perder su ventaja demográfica.
Cabe mencionar que ya en 2019, la Academia China de Ciencias Sociales pronosticó que el valor del fondo de pensiones nacional alcanzaría un máximo de 6,99 billones de yuanes (985.000 millones de dólares) en 2027 antes de agotarse gradualmente para 2035. La situación empeoró aún más durante la pandemia, ya que las micro, pequeñas y medianas empresas quedaron exentas del pago de contribuciones a los fondos provinciales para pensiones.
Es muy poco probable que con la nueva política de tres hijos las cosas se solucionen milagrosamente
Al igual que en Europa, un número cada vez mayor de planes de pensiones tienen déficit, lo que significa que los pagos a los jubilados son mayores que las contribuciones de los asalariados. En este contexto, existe una alta probabilidad de que China eventualmente tenga que aumentar la edad de jubilación o incluso aumentar los impuestos.
Mientras tanto, el sistema de pensiones seguirá dependiendo de la velocidad y escala del envejecimiento de la población de China, los ahorros colectivos de los sectores público y privado, así como de las políticas gubernamentales.
***Igor Kuchma es analista de Trading View