Fue en el ya lejano 2018, cuando lanzamos el Libro Blanco del Sandbox que sentaba las bases regulatorias para permitir el desarrollo de la tecnología en el sector financiero, teniendo en cuenta a los profesionales y a los clientes finales, dentro de un nuevo contexto en el que irrumpía una nueva forma de entender las finanzas para hacer una sociedad más justa y más próspera, con la vista puesta en convertir a nuestro país como una de las principales plazas financieras del mundo.

Lo que empezó como un sueño lejano ya se ha convertido en un hito único para la innovación financiera en España. Contar con un verdadero campo de pruebas para la innovación en el ámbito de las finanzas y seguros, que se configure como principal foco de atracción de talento nacional e internacional.

La calidad de los proyectos seleccionados por el regulador en esta primera ronda, 18 de los 67 que presentaron sus credenciales, pone de manifiesto el apetito del ecosistema Fintech en España.

Se trata de iniciativas completamente innovadoras que engloban diferentes ámbitos dentro de los servicios financieros, que sirven para mejorar la experiencia del consumidor, facilitar cumplimiento normativo de entidades en cuestiones de gestión de riesgo o blanqueamiento, mejorar la eficiencia en la prestación de servicios y el ahorro en costes en favor del usuario final.

La selección de los proyectos está basada en el grado de madurez para su puesto en marcha inmediata y que supongan una innovación clara en la industria, aunque algunos de los que se han quedado fuera podrán postular para las siguientes rondas del Sandbox, cuando realicen algunos ajustes y alcancen una fase de mayor madurez. 

Es momento de dar la enhorabuena a todos los que han hecho posible todo este proceso, tras años de intenso trabajo y felicitarnos porque una de las principales peticiones de la industria está funcionando.

La historia del Sandbox es la de un éxito colectivo para la economía española y, en concreto, para un ecosistema Fintech que siempre ha trabajado para activar las iniciativas más innovadoras y situar así a España como un país avanzado en el desarrollo de determinadas innovaciones en el ámbito financiero e incluso pionero en el propio diseño inicial del Sandbox. Una meta ambiciosa para seguir la estela del Reino Unido, verdadera referencia para el mundo Fintech, que ya puso en marcha su exitoso Sandbox en 2017, con más de 200 proyectos desarrollados bajo su paraguas.

La historia del Sandbox es la de un éxito colectivo para la economía española y, en concreto, para un ecosistema Fintech

Desde hace un tiempo, los grandes retos para la consolidación del Fintech pasan por seguir mejorando el ámbito regulatorio y el tan necesario acceso a la financiación.

El desarrollo del Sandbox, que ya es una realidad tangible para nuestro país, acompañado de la estrategia Fintech de la Comisión Europea, que abarca desde el ámbito de la financiación participativa, a los préstamos online o las criptomonedas, nos permite ser muy optimistas, porque los objetivos marcados se están cumpliendo gracias al esfuerzo colectivo de las entidades, asociaciones y Administraciones públicas. Solo con un entorno regulatorio apropiado, las Fintech podrán acceder a la financiación que les permita crecer. 

Solo con un entorno regulatorio apropiado, las Fintech podrán acceder a la financiación que les permita crecer

La pandemia de la Covid-19 no ha impedido que el Fintech y el Insurtech sigan su camino hacia el futuro, incluso podemos concluir que ha servido para acelerar la puesta en marcha de procesos y desarrollo de modelos de negocio que ayuden al usuario final a acceder a distintos productos y servicios en todo tipo de situaciones.

Creo que es hora de reconocer el trabajo conjunto de todos los actores implicados, dar la enhorabuena a todos los proyectos y seguir apoyando el gran trabajo del regulador, ya que el camino de la innovación empieza realmente ahora.

Esta es solo una parada para coger impulso y continuar nuestro camino hacia el futuro. Cabe resaltar la firme y decidida apuesta que está realizando la Dirección General de Seguros y Pensiones (DGSFP) por colaborar en el desarrollo de nuevos proyectos por parte de las Insurtech para adaptar nuevos modelos de negocio, adaptados a la transformación de la sociedad y las nuevas necesidades que los ciudadanos demandan, apoyados en la innovación tecnológica de forma rápida y ágil.

A partir de ahora solo cabe seguir trabajando en favor de la eficiencia, la protección del consumidor y la estabilidad financiera, como claves para seguir avanzando y situar al Fintech como punta de lanza de la economía española, ahora que se habla tanto del futuro, con el horizonte situado en los años 2030 y 2050. La del sandbox es una historia de éxito a la que todavía le quedan muchos capítulos por completar.

*** Rodrigo García de la Cruz es presidente de AEFI (Asociación Española de Fintech e Insurtech).