José María Gay de Liébana nos ha dejado. Como católico, sé que ahora está en un sitio mejor y nos está mirando para recordarnos que la economía importa, que la deuda no es gratis y que, por mucho que nos lo quieran repetir, “dos más dos no suman veintidós”.
José María era un amigo entrañable, siempre dispuesto a ayudar y apoyar en lo que fuera necesario, y le voy a echar de menos enormemente. Desde la primera vez que coincidimos en Barcelona en 2013, hasta sus últimos días, siempre tuvo una sonrisa y una palabra amable para todos.
Las dos últimas veces que nos vimos fue para presentar su último y excelente libro “Revolución Tecnológica y Nueva Economía” (Deusto) en Barcelona. En aquella charla demostró por enésima vez su enorme conocimiento y su humanidad. Lo primero que hizo fue agradecer al equipo que le trataba su enfermedad, que estaba presente, por su labor y paciencia. Y, como siempre, hizo que todos los que estábamos allí nos sintiésemos como los protagonistas del evento. Y es que José María tenía esa humildad y humanidad que solo los grandes, los maestros, poseen.
La última vez que coincidimos fue en una charla virtual del Círculo Ecuestre por la presentación de un libro mío. El confinamiento y su enfermedad nos impidieron que nos viéramos de nuevo.
José María deja un legado de libros, artículos y vídeos esenciales para cualquier persona interesada en economía. Su claridad, sencillez y rigor son un ejemplo para todos pero, además, debemos recordarle porque sus análisis son inapelables.
Atrás quedan muchos años de amistad, pero su recuerdo es eterno y su obra inmortal, como eterna es mi admiración y agradecimiento.
José María era un economista excepcional, riguroso y, además, un divulgador excelente. Sobre todo, era una maravillosa persona y un gran amigo. Se va un grande y le voy a echar mucho de menos, pero su obra y sus enseñanzas quedan para las generaciones venideras.
No dejen de leer sus excelentes libros, "¿Dónde estamos? Verdades, mentiras y deberes de la recuperación económica", o “Adelante, solo existe el futuro y es nuestro” o el ya mencionado “Revolución Tecnológica y Nueva Economía”. Quedan como manuales esenciales para cualquier persona que quiera entender la economía.
José María, eres un “graaaaande” como decías tú siempre.
Descansa en paz. Que Dios te tenga en su gloria, querido amigo.