Hoy en día se puede invertir prácticamente en cualquier cosa, desde monedas digitales hasta acciones de prisiones privadas. Pocos lo saben, pero en la primera mitad de la década de 1980, el éxito de la administración presidencial de Ronald Reagan en la lucha contra las sustancias ilegales en EEUU se volvió tan abrumador que las cárceles empezaron a quedarse sin plazas libres.

Como resultado, llegó el momento cuando el sistema penitenciario estatal ya no podía hacer frente a la afluencia de presos y recurrió a los servicios de empresas privadas.

En este contexto, se creó la compañía llamada Corrections Corporation of America, ahora conocida como CoreCivic. En la primera mitad de los 80, el operador tomó el control de una prisión en Texas. Actualmente, CoreCivic gestiona 65 instalaciones federales y estatales, diseñadas para albergar a 90.000 personas. Vale la pena señalar que en 2020 el volumen de negocios de la corporación correctora ascendió a no menos de 1.900 millones de dólares.

En el caso de GEO Group, que surgió en 1987 como una subsidiaria de una corporación que se dedicaba al negocio de la seguridad, la compañía maneja casi un centenar de objetos diferentes del sistema penitenciario. En 2020, la compañía reportó ingresos totales de 2.350 millones de dólares, en comparación con 2.480 millones para el año completo de 2019. Parece que incluso las cárceles privadas no son inmunes a la pandemia mundial.

¿En qué se basa el modelo de negocio de estas instituciones? Las ganancias de los operadores de prisiones estadounidenses se basan en recibir pagos del gobierno estatal o federal por cada prisionero retenido en sus instalaciones. La tarifa puede ser mensual o diaria.

Las empresas penitenciarias también tienen mucho control sobre la cantidad de recursos que gastan

Por un lado, dicho sistema permite al Estado ahorrar costos para cada preso en un promedio del 15%. Por otro lado, en las cárceles privadas, el nivel de violencia es mayor, la rotación del comercio ilegal es mayor y las fugas son más frecuentes. Esto está relacionado, por supuesto, con el deseo de la dirección de "optimizar costes" ahorrando en todo lo que se puede.

¿Cómo de atractivo es el sector? El hecho es que los contratos de objetos suelen ser a largo plazo, lo que garantiza un flujo constante de ingresos. Las empresas penitenciarias también tienen mucho control sobre la cantidad de recursos que gastan, así como el tiempo que mantienen a los presos bajo custodia.

El personal puede encontrar razones para despojar a los prisioneros de crédito por su buen comportamiento, u otros incentivos para liberar a los prisioneros temprano, por una variedad de razones al permitirles mantener sus camas llenas.

El único problema está en que, si el Gobierno de EEUU legaliza el consumo lúdico y privado de marihuana, el sector de prisiones privadas puede sufrir una caída en resultados…

***Igor Kuchma es analista de Trading View