Turismo accesible, una oportunidad económica
Entre el 10 y 15% de la población vive con alguna discapacidad. Atender a esos ciudadanos es una demanda social y una clave para los ODS.
España es el segundo país más visitado del mundo. Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2019 visitaron el país casi 84 millones de turistas, un récord histórico de llegadas antes de que la crisis de la Covid-19 golpeara el sector con vehemencia. Sin embargo, debemos pensar a largo plazo, pues este mal trago pasará y el sector volverá a situarse como palanca de competitividad.
El turismo en España supone una gran fuerza económica y nuestra búsqueda por la calidad y la seguridad en este sector es un objetivo primordial para seguir generando empleo y estabilidad. Uno de los grandes desafíos que no deben infravalorar las empresas que dependen de él es el desarrollo del turismo accesible, una gran oportunidad de negocio que en la Unión Europea supone un mercado potencial de 80 millones de personas. Esta cifra se eleva a 130 millones si se tiene en cuenta que las personas que padecen alguna discapacidad suelen viajar acompañadas.
Los datos que disponemos para analizar esta situación reflejan las enormes posibilidades que puede ofrecer el turismo accesible en nuestro país. Entre el 10 y el 15% de la población vive con alguna discapacidad, una tendencia que seguirá en aumento debido al envejecimiento de la población –en España el 20% de la población tiene más de 65 años–.
Según un informe de la Fundación ONCE, las personas con discapacidad viajan casi con la misma frecuencia que aquellas sin discapacidad y de media gastan un 30% más que los turistas sin necesidades especiales (unos 814 euros frente a 638); un dato muy relevante si se considera que el 70% de las personas con discapacidad tienen medios financieros para viajar.
Entre el 10 y el 15% de la población vive con alguna discapacidad, una tendencia que seguirá en aumento debido al envejecimiento de la población
Los destinos preferidos del turismo accesible en nuestro país son Andalucía (41%) y la Comunidad Valenciana (24%), enfocados al turismo de playa y cultural. Estos datos reflejan, además, una tasa de fidelización mayor de este tipo de turistas, por lo que lejos de ver la accesibilidad como un problema de cumplimiento legal, conviene entenderla como una oportunidad de oro que puede ayudar a mitigar los efectos de la pandemia.
Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer. La percepción sobre la accesibilidad de los destinos turísticos en España es aceptable, pero en muchos aspectos es mejorable.
Uno de los principales problemas es la ausencia de conocimiento del sector sobre las necesidades de las personas con discapacidad y posibles soluciones que permitan desarrollar la accesibilidad en sus establecimientos y servicios.
Existe un desconocimiento generalizado sobre cómo y dónde encontrar normas que ofrezcan un marco de orientación, y, en algunos casos, la información disponible es contradictoria.
En este contexto, los turistas con discapacidad se enfrentan a muchas barreras a la hora de encontrar productos y servicios adaptados a sus necesidades. El turismo accesible, en estado incipiente de implementación, podría mejorarse en gran medida con la implementación de normas y la mejora de la formación de los profesionales del turismo.
La nueva norma UNE-ISO 21902 desarrollada e impulsada por la Asociación Española de Normalización, UNE, en colaboración con Fundación ONCE y la Organización Mundial del Turismo, es el primer estándar internacional sobre turismo accesible.
Este estándar global facilitará el turismo accesible a todas las personas en igualdad de condiciones, además de orientar con claridad al sector para dar respuesta eficaz a las necesidades de las personas con discapacidad. Se espera que esta norma constituya un documento útil para todo el sector –no sólo en nuestro país– y está diseñada para que cubra toda la cadena de valor turística.
Además, la norma ayudará al sector a lograr los ODS de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, siendo un aliado estratégico de las organizaciones en el ámbito de la sostenibilidad.
El desarrollo de infraestructuras que favorezcan este tipo de turismo es una inversión a largo plazo que permitirá ahorrar costes ulteriores. También el turismo accesible es, en el contexto de la pandemia, una oportunidad única. Si algo nos ha enseñado la pandemia es que no podemos dejar a nadie atrás.
*** Javier García es director general de la Asociación Española de Normalización (UNE).