II Simposio del Observatorio de la Sanidad. Lo del observatorio se lo han tomado muy en serio algunos. A Margarita del Val, Iñaki Comas y Ricardo Pujol (los científicos) sólo les ha faltado traerse el microscopio, porque no han hecho otra cosa más que observar y anotar durante todas sus sesiones. Mirada al frente, atención al ponente y vuelta al cuaderno. Así se han pasado la mañana y la tarde de la primera jornada que ha terminado casi entrada la noche, a eso de las 20.30.
Por los buenos horarios y lo ligero del programa debe ser que el presidente del IDIS, Juan Abarca, se ha referido a este evento como “congresillo”. Pero ojo, sin faltar y con cariño. Si no que pregunten a estos humildes moderadores que observamos desde el escenario todo lo que se cuece en el auditorio mientras miramos al reloj para ver cómo cortar a nuestro invitado y cumplir con lo estipulado.
Lo bueno de ser el presentador es que ves lo que a otros se les escapa. Como el orgullo de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, cuando contaba en la inauguración su viaje a Roma la pasada semana. Allí, sus colegas del G20 le preguntaban por “el milagro español” ante la velocidad de la vacunación. Ella, dice, respondió que no había fórmula milagrosa. Todo lo contrario: “Es el Sistema Nacional de Salud”, les dijo a sus colegas de otros gobiernos.
Si la ministra estaba llena de orgullo y satisfacción, no se pueden imaginar cómo estaba el resto de la sala. Y es cierto, tenemos motivos para estar contentos y dejar de autoflagelarnos permanentemente, como recordaba Pedro J. en el saludo inaugural.
Allí estaban algunos de los artífices de este proceso, con la directora de Salud Pública a la cabeza -y a la que la ministra dio las gracias por su trabajo-. También el flamante presidente de AstraZeneca en España. Ricardo Rafael Suárez dice que venía a ver a Darias, aunque nos tememos que en realidad quería cotillear lo que se iba a encontrar en su intervención de este martes.
Paseíllo
No sólo ellos. El sector en pleno ha pasado por el auditorio de la Universidad Camilo José Cela (UCJC). Desde Luis Cortina, director general de Siemens Healthineers España, a Jesús Ponce, presidente de Novartis en España; Margarita López Acosta, directora general de Sanofi en nuestro país; Pablo de Mora, director general de Sobi, o Miguel Fernández Alcalde, director general de Merck, entre otros muchos estaban presentes en la inauguración.
Todos observaban a la ministra, que hablaba después del director de EL ESPAÑOL. Pedro J., que tras ver cómo el Madrid de baloncesto se hacía este fin de semana con la Supercopa, tiraba de símil deportivo para decirnos que “jugamos al ataque” contra la Covid-19 y no a la defensiva como hace un año y por eso la “pandemia no va a vencer a la humanidad”.
Iba todo viento en popa a toda vela, menos el tiempo, hasta que llegó el viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Antonio Zapatero ha puesto el picante de la jornada al reclamar que los jueces no se metan en tomar medidas sanitarias contra la pandemia; y al negarse a que los ciudadanos pierdan su “libertad” con el pasaporte Covid-19.
Generó debate la intervención. No sólo en su mesa, también en la comida. Allí algunos gestores hospitalarios (no diremos quienes para guardar el off the record) reconocían que se habían tomado medidas vulnerando todo tipo de derechos… Algo que debe evitarse ahora que parece que la pandemia está controlada.
Al tiempo, otros gritaban ¡Larga vida al Pasaporte Covid! Gritos metafóricos, se entiende. ¿Tiene futuro? Aquí los expertos dicen que no mucho, pero ojo que a los franceses parece que les encanta.
Lo explicaba el presidente de la Federación Hospitalaria Francesa, Frederic Valleteux, que hablaba con orgullo patrio sobre lo bien que se apañan los hosteleros franceses pidiendo la pauta de vacunación a sus clientes. ¿Se imaginan a Manolo, el del bar de toda la vida, pasando el QR con su pasaporte vacunal? Por aquí no lo vemos.
Los científicos tampoco ven la situación de color de rosa. Han avisado: el coronavirus es solo la pandemia que ha estallado. Pero hay más ‘minas’ patológicas por estallar. De hecho, Margarita del Val asegura que ya hay algún que otro agente infeccioso conocido con “bastante capacidad de darnos una bofetada como la que nos ha dado esta pandemia”.
Atentos también a las bacterias resistentes a los antibióticos y a las enfermedades infecciosas transportadas por mosquitos que se ‘mudan’ por el cambio climático y el calentamiento global.
Goya a la enfermedad revelación
El cubano López Collazo suma otro candidato a protagonizar crisis sanitarias futuras: “La deforestación ha expuesto nuestra especie a virus que nunca hemos visto. De aquí puede venir la próxima pandemia”. Si fueran los Goya, este sería el premio a la mejor enfermedad revelación, sin duda.
Otro chisme de pasillo. ¿Saben cuál es una de las especialidades que más rápido se ha recuperado tras la pandemia? ¡La estética! Debe ser por aquello de que la gente se ha mirado mucho al espejo durante el confinamiento. Ya pueden ir tomando buena nota Calviño y Montero, porque buena parte del ahorro de las familias durante el confinamiento se nos va a ir en rinoplastias. Al tiempo.
De Montero se han acordado por aquí más de una vez y más de dos. Ya se sabe que todos los Gobiernos son de coalición entre Hacienda y el resto del Ejecutivo, así que no es de extrañar que Margarita Alfonsel y Humberto Arnés insistieran en la necesidad de apostar por el sector de la Salud… Y en que dejemos “de hablar de gasto sanitario para referirnos a inversión”, una reflexión en la que coinciden también médicos y farmacéuticos.
Una petición muy similar es la que tenía el presidente de Clece, Cristóbal Valderas, que reclamaba una y otra vez que la inversión en los mayores subiera hasta el 1,7% del PIB como ocurre en el seno de la OCDE.
Cuestion de costes
Los médicos con Tomás Cobo, presidente de la Organización Medica Colegial, han venido con el hacha de guerra y avisando de que están “hartos”. Una reclamación que se hace extensiva al resto de profesionales del sector. Y no sólo del trabajo, también de sus condiciones laborales. Así que, en buena medida, Montero y el resto de consejeros de Hacienda también han estado flotando en el ambiente.
Ojo, porque en los próximos años la cosa se va a complicar porque buena parte de nuestros sanitarios tendrán que jubilarse, así que habrá que pagar más y mejor a los que vengan. Si a esto le sumamos la conciencia sobre la salud que poco a poco vamos adquiriendo los españoles, anticipa un aumento de las primas sobre los seguros que pagamos.
“En comparación con la calidad son baratas, y si se comparan con el resto de Europa son muy baratas”, exclamaba Enrique de Porres, CEO de Asisa mientras sus compañeros del sector asentían. Una mesa en la que también estaba Iñaki Peralta, el CEO de Sanitas, que cumple un año en el cargo y que ha pasado con nota su primera intervención en el Observatorio de la Sanidad.
El simposio (algo histórico según los asistentes: nunca se había reunido a tanta personalidad sanitaria en tan pocos días… y menos respetando las medidas de seguridad de la Covid) también ha servido para el reencuentro de muchos viejos colegas. Los científicos se miraban recordando ‘calls’ y teleconferencias, echando de menos los congresos. Algo parecido ha ocurrido entre los camaradas de la industria sanitaria
De hecho, en el pasillo no faltó quienes hablaron de los ‘trapos’ de unos y otros. Hablando en plata: cuchicheos de 'pret a porter' sanitario. Por cierto, que ha sido Raquel Yotti la que más admiración ha despertado con su modelo, que puede verse en la foto a continuación.
Quedan tres jornadas más de ‘pasarela’ en Madrid. Raquel Yotti ha dejado el pabellón bien alto. A ver si lo superan el resto de invitados e invitadas. Ya avisamos de que ellas lo tendrán más fácil. El 'look' de los caballeros es el prepandémico: traje azul o gris, camisa y corbata, aunque la percha de cada uno juega un papel esencial.