La historia se repite...
Hace más de medio el Partido Comunista de China lanzó la campaña llamada "un gran salto adelante" que buscaba potenciar la agricultura y consistía básicamente en la declaración de guerra a cuatro plagas: ratones, moscas, mosquitos y gorriones. Los burócratas maoístas, con toda seriedad, creían que por cada millón de gorriones que se aniquilaran, se podría alimentar a sesenta mil personas.
Como resultado de estos pronósticos, se instó a la gente a que golpease ollas y sartenes hasta que los gorriones cayeran exhaustos. O a que se los envenenase. La tenacidad de los revolucionarios dio sus frutos y solo en los primeros tres días de la campaña casi un millón de aves murieron en Beijing y Shanghai. A finales de 1958, prácticamente no quedaban aves en China.
¿Y cuál fue el resultado? En pocas palabras, una hambruna por la que, según se estima, murieron más de 15 millones de chinos. Como resultado, en abril de 1960, Mao revocó su campaña y pidió a la Unión Soviética y Canadá que les enviaran pájaros con urgencia.
Una historia instructiva, ¿no?. Observando las últimas acciones del regulador chino parece que no. Hoy en vez de los gorriones se persigue a las empresas e incluso a las industrias. Cada semana, hay noticias de una nueva prohibición o la introducción de medidas regulatorias en relación con un sector.
Entre lo último, la Dirección de Inspección y Coordinación del Juego de Macao, territorio semiautónomo en el sur de China, anunció la apertura de consultas a la sociedad para una enmienda a la ley que regula los juegos de azar en la región. Como consecuencia, las acciones de casinos como Sands China o Wynn Macau cayeron un 14% y un 12%, respectivamente.
Beijing le está pidiendo a Ant que escinda los servicios de préstamos en línea de Huabei y Jiebei en un negocio independiente
Aparte de los casinos, siguen sufriendo las grandes empresas tecnológicas, especialmente la empresa del multimillonario Jack Ma Ant Group. Hace un par de días las autoridades chinas han anunciado su intención de fraccionar el servicio de pago Alipay, que cuenta con más de mil millones de usuarios.
Para ser más precisos, Beijing le está pidiendo a Ant que escinda los servicios de préstamos en línea de Huabei y Jiebei en un negocio independiente, atraiga accionistas de terceros y cree una aplicación independiente para estas operaciones.
Según el plan de las autoridades chinas, Ant debería transferir los datos de los usuarios utilizados en la toma de decisiones sobre la concesión de préstamos a una nueva oficina de crédito. No hace falta decir que la escisión de Alipay causará mucho dolor a la empresa.
Cabe mencionar que anteriormente los reguladores chinos ya le habían ordenado a Ant que separara la parte de hardware y software de los servicios de sus dos compañías de crédito: Huabei y Jiebei. Además, el regulador chino advirtió a las empresas de Internet contra el bloqueo de enlaces a servicios de la competencia.
En este contexto surge la pregunta ¿se puede repetir algo similar con otros gigantes tecnológicos? Efectivamente sí, por lo que no se descarta que las empresas como Tencent Holdings Limited (TCEHY), JD.com, Inc. (JD), Baidu, Inc. (BIDU), Meituan (3690.HK), etc. podrían perder una participación de mercado significativa y, por lo tanto, sus superbeneficios.
***Igor Kuchma es analista de Trading View