“Págales más”, respondió Biden
El otro día, en una rueda de prensa, un periodista le comentó a Biden que hay muchos empresarios que no consiguen cubrir los puestos de trabajo que demandan. Y que cómo se podría solucionar el problema. Biden contestó: “pay them more” (“que les paguen más” o “págales más”)
Es la ley de la oferta y la demanda. Cuando hay más demanda por parte de los empresarios y menor oferta por parte de los trabajadores la solución es ofrecer salarios superiores. La robotización tiene un límite, como se ha demostrado en el Reino Unido con los camioneros y se demuestra todos los días en España, donde un empresario te cuenta que le sobran economistas pero le faltan torneros o empleos de cualquier otro oficio no universitario.
Todo lo que afecte a la inflación es de enorme importancia para los inversores, porque lo que haga la inflación es lo que va a marcar la evolución futura de todos los activos financieros. La inflación va a marcar la política de los bancos centrales y los bancos centrales la dirección de los mercados.
Debería ser al revés: que los bancos centrales fueran proactivos. Pero ahora que la inflación está muy por encima de sus objetivos, tendrán que actuar en función de si vuelve al redil o si, por el contrario, se estabiliza en niveles superiores. Y los factores fundamentales que van a determinar que ocurra la inflación van a ser los precios de la energía y los salarios.
El resto de situaciones que generan inflación probablemente se solucionen según se vayan eliminando los cuellos de botella que se han creado con la salida de la pandemia. Y en el caso de los servicios gracias a la revolución digital, que es desinflacionista (como todas las revoluciones industriales).
El problema es que los precios de la energía unidos a una subida de los salarios tienen fuerza suficiente como para superar el efecto desinflacionista de la revolución digital. Al final, si el transportista quiere cobrar más, el camionero también, la gasolina del camión es más cara y la luz y la calefacción de la oficina son carísimas, poco se puede hacer “apretando” a los productores de bienes y servicios en la competencia online. Y es solo un ejemplo.
La inflación en España
Pero por sí solo el precio de la energía no tiene hoy en día tanta fuerza como para generar una espiral inflacionista. No estamos en los años 70, en los que la dependencia del petróleo era brutal. En cambio, si cuenta con la ayuda de los salarios, la cosa podría complicársele sobremanera a los bancos centrales.
El caso español es paradigmático. Ya estamos viendo cómo afecta el precio de la energía a la inflación. Tengamos en cuenta a continuación que un porcentaje muy alto de la población española son funcionarios, a los cuales se les va a subir el sueldo de acuerdo con el IPC.
Otra parte muy importante son pensionistas, donde va a ocurrir exactamente lo mismo. Lógicamente, cuando los trabajadores de las empresas privadas vean que a los funcionarios se les sube el sueldo, no se van a quedar de brazos cruzados. Y habrá que añadir el efecto inflacionista del precio de viviendas y alquileres, según vaya saliendo dinero de depósitos y fondos de renta fija y se dirija al “ladrillo”.
Vaya por delante que no tengo nada contra en que la gente cobre más. Normalmente es un buen síntoma económico. Además, en los últimos años ha habido mucha explotación en este sentido sobre los más jóvenes. Aquí me limito a tratar de establecer cómo afectará a inversores y ahorradores la posibilidad de que la inflación se estabilice por encima de los objetivos de los bancos centrales. Y cómo afectará su reacción a los distintos activos financieros.
Tampoco es este un artículo pensado para meter miedo: no pretendo entrar en el amplio grupo de analistas y economistas que venden miedo para atraer clientes, lectores o seguidores. Más bien al contrario, pretendo transmitir que en un mundo con inflación se puede ganar mucho dinero invirtiendo en fondos de renta variable si uno sabe situarse en los activos y sectores que se benefician de un entorno inflacionista o moderadamente inflacionista.
Es más: hoy en día es tan sencillo apostar contra la evolución del precio de los bonos (subida de tipos en el mercado) como comprar un fondo que invierte en el Ibex. Con la inflación no se trata de ser prudentes, se trata de ser activos. Y selectivos.
*** Víctor Alvargonzález es asesor financiero independiente y socio fundador de Nextep Finance