El efecto calamar
A lo largo de los dos últimos años el mundo de la bolsa se ha enfrentado a una gran cantidad de eventos que merecen ser incluidos en un libro de economía. Uno de los ejemplos perfectos podría ser el llamado 'efecto calamar', producido por el éxito de la serie surcoreana Squid Game o Juego de Calamar.
Los datos filtrados de Netflix afirman que la serie le podría hacer ganar en términos brutos unos 891 millones de dólares, en comparación con los 21,4 millones de dólares invertidos inicialmente. Junto con la plataforma de streaming estadounidense se han visto beneficiados tales compañías como Santa Claus Entertainment, Astory, Dexter Studios, Jcontentree y Studio Dragon. En el contexto de días sus acciones se han disparado entre 4 y 30 por cientos.
En este contexto surge la pregunta; ¿Qué pasaría si el Juego de Calamar se convierte en una serie de culto como pasó a su día con Star Wars? En 1999, con el estreno de la primera película de la trilogía, Lego firmó el acuerdo con Star Wars para vender los sets con escenas de la película. Desde entonces se han vendido más de 200 millones de kits.
Entre 1977 y 1978, Star Wars vendió juguetes por valor de 100 millones de dólares. Durante los siguientes 35 años, esa cifra se elevó a 3.000 millones de dólares. En resumen, cuanto más icónica sea la película o la serie de televisión, mayor será el beneficio de la venta de mercancías.
Si bien es poco probable que veamos algo parecido en el caso de Juego de Calamar. Sin embargo, hay una serie de compañías que todavía pueden verse beneficiadas del éxito de la serie.
Aparte de las empresas anteriormente mencionadas podríamos destacar también a Vans, una compañía dedicada principalmente a la producción de calzados. Las ventas de sus zapatillas blancas sin cordones se han disparado casi un 7.800%. Una de las posibles razones podría ser la aproximación de Halloween.
El problema es que hoy en día, las tendencias no duran mucho, y tan pronto como ceda el bombo, las acciones de dichas empresas también caerán. Sin embargo, todo podría cambiar si se anuncia una secuela del drama surcoreano.
***Igor Kuchma es analista de Trading View