A pesar de que el tiempo pasa, los cuellos de botella así como el déficit de los chips todavía están lejos de resolverse. En medio de una mayor demanda de bienes por parte de los consumidores, las tarifas de los fletes de las mercancías procedentes de China hacia Estados Unidos y Europa se han disparado, obligando a las compañías a subir precios de los productos finales para compensar por lo menos una parte de los crecientes costes.
La pregunta entonces se plantea: ¿Cómo será el Black Friday de este año? Debido a los enormes atascos en los puertos y la escasez de mano de obra en el sector del transporte, la mayoría de las empresas minoristas no han podido reponer sus inventarios a tiempo, por lo que es poco probable que los descuentos navideños de este año sean igual de generosas que en 2019.
De hecho, Macy’s, Academy Sports + Outdoors y J. Jill ya han rebajado las ofertas. Sin embargo, esto no significa que los márgenes de dichas compañías se vean reducidas, sino exactamente lo contrario. A pesar de la inflación, la demanda sigue en alza, por lo que incluso con las ofertas menos generosas es poco probable que las ventas se caigan.
Sea como sea, los grandes minoristas, como Walmart Inc. y Target Corp., están mejor posicionados para capear la crisis de suministro, ya que pueden hacer grandes pedidos antes que otras tiendas e incluso fletar sus propios buques de transporte. Pero las cadenas más pequeñas pueden tener dificultades para conseguir suficientes existencias.
Otro beneficiarios podrian ser los ecommerce como Amazon, Etsy y Shopify. Se espera que las ventas minoristas online en Estados Unidos aumenten casi un 60% de aquí a la víspera de Navidad, en comparación con 2019. Finalmente, aunque algunos compradores decidan esperar con la compra, muchos otros parecen estar preparados a pagar más por lo que quieren.
***Igor Kuchma es analista de Trading View