Comienza la guerra por el talento
11 millones. Once millones es el número de puestos de trabajo que actualmente están sin cubrir en Estados Unidos. En otras palabras, las empresas estadounidenses buscan 11 millones de trabajadores para operar a un nivel cercano al del consumidor final. Para poner esta cifra en contexto, se trata de un máximo histórico y del doble de la media de los últimos 10 años, lo que apunta a importantes alteraciones en el mercado laboral estadounidense.
A lo largo de 2021, estábamos de acuerdo en que la eliminación de los cheques distribuidos por el gobierno estadounidense empujaría a muchas personas a volver a trabajar y disminuiría la escasez de mano de obra. No ha sido el caso. Mientras que los cheques se han ido retirando desde julio de 2021 (con 7,5 millones de hogares recibiendo su último cheque en septiembre), el número de puestos de trabajo sin cubrir no sólo no ha disminuido durante el mismo periodo, sino que ha aumentado en un millón.
Merece la pena comparar estos datos con otro fenómeno que los estadounidenses han bautizado como "La gran dimisión". Aunque el término puede referirse literalmente a las bajas de los empleados, tiene más que ver con un cambio de prioridades para un número creciente de trabajadores.
Las cifras ilustran claramente esta tendencia. La tasa de renuncias mensuales en Estados Unidos acaba de alcanzar un máximo histórico de casi el 3%. Entre mayo de 2021 y septiembre de 2021, 20 millones de empleados estadounidenses cambiaron de empresa, lo que representa el 14% de la población activa local.
Por último, el crecimiento salarial confirma que el equilibrio de poder entre empleados y empleadores se ha invertido. En noviembre de 2021, el salario medio aumentó un 4,8% interanual, más del doble del nivel normalizado antes de la crisis. En dos años, el aumento fue de alrededor del 10%.
La tasa de renuncias mensuales en EEUU ha alcanzado un máximo histórico del 3%
Esto significa que nos encontramos ante una combinación histórica de factores: salarios en sólido aumento, un número récord de ofertas de empleo y grados de "versatilidad" de los empleados nunca vistos.
En nuestra opinión, muchos de los ingredientes que han conducido a esta situación son estructurales, empezando por la uberización de la economía y la llegada de los millennials al mercado laboral, junto con otra dinámica de larga duración: el creciente repliegue de la población en edad de trabajar, que no hace sino agravar la escasez de ano de obra.
Este cambio en el equilibrio de poder entre los ofertantes y los demandantes de empleo supone un importante cambio de paradigma. La dinámica que ha estructurado el mercado laboral durante treinta años se ha visto alterada, lo que ha provocado dos grandes retos estratégicos para las empresas: un campo de contratación más competitivo y mayores dificultades para retener talento. Aunque la naturaleza de estos problemas no es nueva, su magnitud no tiene precedentes.
Los empleados, o más conceptualmente el "capital humano", son la piedra angular del éxito de cualquier empresa. Son los que garantizan la calidad de los bienes y servicios producidos. Son los que aseguran la ag calidad y la capacidad de innovación de la empresa y, por tanto, su potencial de crecimiento.
El capital humano garantiza la calidad de los bienes y servicios. Son la piedra angular del éxito de cualquier empresa
A medida que el mercado laboral se hace más difícil, con puestos de trabajo sin cubrir, salarios cada vez más altos y una mayor rotación de los empleados, las empresas necesitan proteger y asegurar su "capital humano". Su principal baza para afrontar este reto es su atractivo en el mercado laboral y como empleador. A la luz de las tendencias que hemos señalado, este factor se ha convertido en una decisiva ventaja competitiva.
Por eso creemos que las decisiones de inversión deben tener hoy en día más en cuenta la política de recursos humanos del emisor. El atractivo de una empresa en el mercado laboral puede ser ahora tan clave para el éxito como una patente, una marca o una ventaja tecnológica.
Esta ventaja competitiva todavía es poco conocida por el mercado, lo que crea oportunidades prometedoras para los inversores que tengan en cuenta esta dimensión en su toma de decisiones.
Otra consecuencia financiera del endurecimiento del mercado laboral son los gastos (o "inversiones") que tendrán que hacer los empresarios para retener a sus empleados.
Esto implica una amplia gama de soluciones: medidas para mejorar las condiciones de trabajo, iniciativas para promover el bienestar de los empleados, mayores esfuerzos de formación, etc.
Por tanto, es fácil prever un aumento de la demanda de este tipo de servicios en los próximos años. Se trata de una tendencia emergente y estructural que ofrece perspectivas de crecimiento prometedoras, que el mercado no parece haber captado ni descontado todavía.
Aymeric Gastaldi es gestor de renta variable internacional en Edmond de Rothschild Asset Management