Es muy posible que en los últimos 40 días de guerra en Ucrania hayan escuchado hablar del chef José Andrés. Con su ONG World Central Kitchen reparte comida en un país devastado y alza la voz contra las atrocidades de un conflicto bélico que se libra en Europa y que tiene muchos trasfondos en un mundo que está cambiando, quizás, demasiado rápido.
José Andrés estuvo este lunes en Wake Up, Spain!, el llamado Davos español, en el que EL ESPAÑOL, Invertia y D+I citan -ya podemos decir que todas las primaveras- a los primeros espadas del mundo de la política y la empresa.
Si el nacimiento de este foro en 2021 estuvo marcado por la pandemia, en esta segunda edición, la guerra de Ucrania y sus derivadas fueron protagonistas. Más allá de sus implicaciones económicas -entre ellas, el agravamiento de la inflación, que destacó Pedro Sánchez-, y de los problemas del sector energético -que repasaron la vicepresidenta, Teresa Ribera, y los líderes de las principales empresas del sector- entender la trascendencia de este conflicto llevará mucho más.
Porque lo que está en juego es el nuevo orden mundial que nacerá de la Revolución Tecnológica que ya se confirmó como imparable cuando la Covid-19 convirtió la fibra óptica en la autopista más transitada para trabajar, ver desde el aislamiento a los seres queridos o el ocio en casa.
Vestido con un forro polar, el rostro rojo por el frío y acompañado del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, el chef entró por vídeo desde Leópolis en el auditorio de la Casa de América. Iba a acercarnos el horror de la guerra, pero nos dio una lección de liderazgo. José Andrés, un hombre que no se graduó en la escuela de cocina, al que no se le da bien la contabilidad y también suspendió inglés. Un food fighter (luchador a través de la alimentación) que consiguió reunir a los ministros de Agricultura de Estados Unidos y Ucrania, conocer a Joe Biden y fletar un barco de la ONG Open Arms lleno de comida para las víctimas de esta guerra.
La comunicación juega un papel fundamental para las personas en tiempos bélicos
El estallido de una guerra, al igual que ocurrió con la pandemia, hace que las personas reconfiguren sus prioridades. Y garantizar la comida siempre ha sido algo prioritario en tiempos de devastación. De forma distinta, pero también importante, la comunicación juega un papel fundamental para las personas en tiempos bélicos.
En los años de la II Guerra Mundial se haría por carta. Ahora, un móvil permite entrar desde Ucrania en la Casa de América para trasladar a las elites empresariales y a los políticos españoles las penurias de la guerra con el fin de concienciarlos de la necesidad de actuar. Pero el vídeo es una anécdota si se piensa en el papel que juega un teléfono móvil guardado en una mochila cuando se huye de las bombas.
Que se lo digan a los más de cuatro millones de refugiados que han llegado a Europa desde Ucrania. "Te das cuenta de que cuando llegan a un sitio que no conocen necesitan saber, lo primero, dónde van a dormir, dónde van a instalarse o qué van a comer y lo segundo es comunicarse: contar a los suyos dónde están", explicó Álvarez-Pallete.
El presidente de Telefónica lleva ya mucho tiempo advirtiendo de que vivimos el fin de una época. Nos adentramos en la era de las máquinas, un nuevo tiempo que plantea muchos retos. Desde los derechos de los internautas, al papel de la tecnología en definir la verdad. Una era en la que la historia se precipita por el acelerador que suponen las redes sociales en la difusión y las llamadas a la reacción de los ciudadanos.
"No vamos a volver a lo de antes. Lo que está pasando es la irrupción de la tecnología para bien o para mal. Lo que pasa en Ucrania, que es una guerra injusta que ha alterado ya, junto a la pandemia, lo que concebimos como globalización y orden natural de las cosas", advirtió Álvarez-Pallete.
Y cómo colocar a las personas en el centro de esta Revolución Tecnológica es todo un reto. El brexit, la pandemia, la guerra de desinformación rusa y ahora Ucrania son solo un recordatorio de los desafíos que afrontamos en esta configuración del nuevo orden mundial.