Más Europa, más renovables y más seguridad
Europa debe acelerar su agenda verde para lograr la independencia energética.
Desde el comienzo la guerra en Ucrania, la prioridad en temas de energía ha pasado de ser la amenaza del cambio climático a ser la enorme dependencia energética de Europa, que atenaza su sistema económico, frena la capacidad de desarrollo e incluso pone en serio peligro la libertad y capacidad de subsistencia de su clase trabajadora.
En realidad, siempre ha sido la cruz de la moneda de la amenaza del cambio climático, pretender construir una sociedad desarrollada sobre los cimientos de una dependencia escandalosa del recurso básico para que cualquier sociedad sobreviva es sólo posible en la mente de los gurús neoliberales.
Y aquí entramos en una dimensión de la transición energética que Europa tiene pendiente, y que pocas veces se trata; el energético es un problema grave de seguridad para todos los países integrantes de la UE, implica desde varios ángulos amenazas que ponen en grave riesgo de subsistencia a toda la organización social de la UE.
La guerra de Ucrania ha puesto sobre la mesa algo que era conocido, pero ante lo que cerrábamos los ojos, el bienestar de todos los ciudadanos europeos se ha dejado, de forma absolutamente irresponsable en manos de los peores tiranos que sufrimos sobre la faz de la tierra, desde Putin (el más problemático actualmente) hasta los diversos dictadorzuelos del golfo Pérsico, península arábiga o las oligarquías de algunos países petroleros africanos.
El bienestar de todos los ciudadanos europeos se ha dejado de forma absolutamente irresponsable en manos de los peores tiranos
Ya llegamos con retraso y debemos acelerar en la eliminación de nuestra dependencia energética si queremos tener futuro como sociedad desarrollada e independiente.
Ante esta situación, deberíamos exigir a los diferentes niveles de la Administración implicados en los procesos de transición energética que se pongan de una vez manos a la obra en la reducción de nuestra dependencia y de nuestra contribución al cambio climático.
Pediría a las Administraciones autonómicas, como titulares de las competencias en política industrial, que se pongan de una vez manos a la obra para acelerar la tramitación de la construcción y puesta en marcha de toda la potencia renovable que sea posible. Estamos en un momento en que la independencia energética se ha convertido en una urgencia social de primer orden, en una necesidad por el bien común.
También que se emita normativa de urgencia que reduzca a la mínima expresión los procesos burocráticos que están bloqueando el despliegue de toda la capacidad de energía renovable posible en nuestro país en el menor plazo de tiempo posible.
Estamos en un momento en que la independencia energética se ha convertido en una urgencia social de primer orden
Por otro lado, se debería exigir al Gobierno central la normativa necesaria para avanzar en el proceso de implantación de energía eólica marina en nuestro país. Y apoyar con decisión, proyectos de almacenamiento que puedan dar estabilidad a un mercado eléctrico con 100% de fuentes de generación renovables.
Queda pendiente implementar algún método que incremente el control del Estado sobre la generación eléctrica para poder garantizar a los ciudadanos cierta estabilidad de precios.
Y por supuesto, impulsar con fuerza la expansión de las redes de recarga para vehículos eléctricos y la electrificación en la movilidad.
Por último, pediría favorecer medidas de eficiencia energética, tanto en la industria como en usos residenciales e impulsar, apoyar el transporte público, mejorar su calidad y empujarlo a la electrificación.
En resumen, Europa debe apostar sin ambages por el camino de la independencia energética, por apoyarse en nuestros técnicos y científicos para proveernos de energía y eliminar la dependencia de fuentes contaminantes, que además están bajo control de personajes que quieren acabar con nuestros valores más básicos, que aprovechan la dependencia de nuestra sociedad para chantajearnos y utilizan el dinero que les pagamos para armarse y sostener sus tiranías.
En definitiva, más democracia, más Europa, más energías renovables, y más seguridad.
*** Fran Méndez Gómez es responsable de cambio de modelo productivo y sostenibilidad de CCOO Galicia.