¿Habrá una crisis alimentaria?
En junio de 2020, el Secretario General de la ONU, António Guterres, dijo que el mundo estaba al borde de la mayor crisis alimentaria de los últimos 50 años. En mayo de 2021, la ONU publicó un informe, según el cual el número de personas que se enfrentan a una grave escasez de alimentos había aumentado a 155 millones en 55 países de todo el mundo. Las guerras y los conflictos armados empobrecieron a otros 23 millones de personas.
En noviembre del mismo año, China aprobó un "plan de acción para la conservación de los alimentos" que abarca todos los pasos que intervienen de un modo u otro en la producción, el consumo y la eliminación, y cuyo objetivo es minimizar la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Además, el país ha promulgado una ley contra el despilfarro de alimentos que obligará a los propietarios de cafeterías y restaurantes, a los productores de alimentos y a los proveedores a pagar multas por el exceso de desperdicio de alimentos, y los propios establecimientos de restauración podrán cobrar un suplemento a los clientes si no se terminan la comida.
En resumen, la tendencia es clara. Ahora, en cuanto a las causas. Aparte de la pandemia, el aumento de los precios de los alimentos se ha atribuido a factores meteorológicos, pérdidas de cosechas, interrupciones en las cadenas de suministro y, por supuesto, escasez de fertilizantes.
El cese de las exportaciones de grano de Rusia y Ucrania podría desencadenar una hambruna masiva en algunos países.
Ya en octubre, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que el aumento de los costes y la escasez de fertilizantes en los mercados mundiales podrían provocar una crisis alimentaria en el país en 2022. La causa la achacó a la crisis energética y a la caída de la producción de fertilizantes en China.
¿Y ahora qué? Según algunas predicciones, el cese de las exportaciones de grano de Rusia y Ucrania podría desencadenar una hambruna masiva en países como Egipto, Yemen, Líbano y Libia. Todavía no hay indicios de una solución a la crisis alimentaria mundial, ya que los potenciales exportadores de grano están ahora también preocupados por el abastecimiento de sus propias poblaciones.
En cuanto a los potenciales beneficiarios de esta situación, la industria ganadera ofrece buenas oportunidades de inversión. Asimismo, podrían ganar los productores de fertilizantes, especialmente UPL, PI Industries y Bayer CropScience.
***Igor Kuchma es analista de Trading View