“Si crees que no puedes mejorar, no sabes nada de la vida". (Rafa Nadal).
Esta semana, el FMI actualizó sus proyecciones de crecimiento en su informe trimestral de perspectivas de la economía mundial. España se ha llevado una revisión al alza en las previsiones para este año, pero las ve recortadas para 2023.
La actividad económica mundial está experimentando una desaceleración generalizada y más pronunciada de lo esperado, con una inflación más alta que la registrada en varias décadas.
La crisis del coste de la vida, el endurecimiento de las condiciones financieras en la mayoría de las regiones, la invasión rusa de Ucrania y la persistente pandemia pesan mucho en las perspectivas. Se prevé que el crecimiento mundial se desacelere del 6% en 2021 al 3,2% en 2022 y al 2,7% en 2023. Éste es el perfil de crecimiento más débil desde 2001 exceptuando la Gran Crisis Financiera y la fase aguda de la Covid-19.
Se prevé que la inflación mundial aumente del 4,7% en 2021 al 8,8% en 2022, pero que disminuya al 6,5% en 2023 y al 4,1% en 2024. Las reformas estructurales pueden apoyar aún más la lucha contra la inflación al mejorar la productividad y aliviar las restricciones de suministro.
La política monetaria debe mantener el rumbo para restaurar la estabilidad de precios y la política fiscal debe aliviar las presiones del coste de la vida manteniendo una postura lo suficientemente estricta alineada con la política monetaria.
Los riesgos para los mercados de la vivienda están aumentando debido al aumento de los tipos hipotecarios y al endurecimiento de las normas crediticias, y ahora muchos más prestatarios potenciales están siendo expulsados de los mercados. Las valoraciones podrían ajustarse bruscamente en algunos segmentos.
El sector bancario global se ha visto reforzado por altos niveles de capital y amplias reservas de liquidez. Sin embargo, las pruebas de estrés de bancos globales del FMI advierten que estos colchones pueden no ser suficientes para algunos bancos.
En el caso de que un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras provoque una recesión mundial el próximo año en medio de una alta inflación, el 29% de los bancos de mercados emergentes incumplirían los requisitos de capital. A la mayoría de los bancos en las economías avanzadas les iría mucho mejor.
Esta infografía, a modo de resumen, concluye que, en el sumatorio de los años 2021, 2022 y 2023, el mundo habrá crecido un 12,35%; los países ricos, un 8,91%; y los emergentes y subdesarrollados, un 14,63%:
Aquí vemos el detalle por regiones. Es destacable el caso de Asia emergente: en el trienio comentado, habrá crecido a pesar de todo un relevante 17,40%:
Según el organismo, dado que el aumento de los precios continúa reduciendo los niveles de vida en todo el mundo, controlar la inflación debería ser la primera prioridad para los países.
Una política monetaria más estricta inevitablemente tendrá costes económicos reales, pero la demora sólo los exacerbará. El apoyo fiscal específico puede ayudar a amortiguar el impacto en los más vulnerables, pero dichas políticas deberán compensarse con impuestos más altos o un gasto público más bajo.
No tengo dudas de que, con la actitud y el esfuerzo adecuados, saldremos adelante. Tenemos que analizar si somos exitosos o perdedores, positivos o derrotistas, hacedores o habladores. Y es que resulta fascinante ver cómo los triunfadores abordan los problemas: donde otros ven barreras infranqueables, ellos ven desafíos a superar.