Tras semanas de gran agitación política, Rishi Sunak, antiguo ministro de Hacienda, se convertirá en el tercer primer ministro del Reino Unido en apenas tres meses. Los retos económicos del país se han intensificado tras el Gobierno de Liz Truss, pero siguen siendo los mismos. Los mercados financieros y los inversores extranjeros buscan que el próximo Gobierno se comprometa con una senda de política fiscal que el país pueda permitirse.
No obstante, su elección de salir de la Unión Europea está teniendo un efecto lento, pero de gran alcance, y en las últimas semanas, un experimento fiscal de recortes de impuestos sin financiación desbarató la confianza en la capacidad del Gobierno para gestionar la economía. Mientras tanto, el coste de la vida de los ciudadanos británicos aumenta debido al incremento de las hipotecas.
Esta situación tuvo graves consecuencias en los mercados financieros. El 21 de octubre, la agencia de calificación Moody's confirmó su nota "Aa3" para el Reino Unido, pero recortó la perspectiva de la economía británica de "estable" a "negativa", citando unas perspectivas de crecimiento más débiles y una mayor inflación e incertidumbre política.
Según la agencia, el país se enfrenta a una deuda menos asequible con un mayor endeudamiento y al "riesgo de un debilitamiento sostenido de la credibilidad de la política".
"La opinión de los inversores sobre la economía británica se ha dejado ver en los mercados de divisas y de deuda soberana"
La opinión de los inversores sobre la economía británica se ha dejado ver en los mercados de divisas y de deuda soberana. Mientras los rendimientos de los bonos subían en las últimas semanas, el mercado se vendía cuando los fondos de pensiones se enfrentaban a problemas de liquidez en forma de márgenes y garantías para generar efectivo adicional vendiendo deuda soberana a largo plazo.
El Banco de Inglaterra (BoE) intervino prometiendo gastar 65.000 millones de libras esterlinas para comprar bonos hasta el 14 de octubre, en un momento en el que había previsto vender sus 80.000 millones de libras esterlinas de deuda pública tras la pandemia. El rendimiento de los bonos a 10 años del Gobierno británico ha subido drásticamente en 2022 desde menos del 1% en enero, hasta alcanzar un máximo del 4,54% en septiembre. El bono soberano de referencia cotiza ahora al 3,8%.
La dimisión de Liz Truss, el 20 de octubre, la convirtió en la primera ministra con menos tiempo en el cargo dentro de la historia británica, a lo que siguió al nombramiento de un nuevo canciller, el cuarto del país en cuatro meses.
[Dimite Liz Truss, la primera ministra más breve de Reino Unido]
Este último, Jeremy Hunt, revocó inmediatamente casi todas las medidas fiscales prometidas por el gobierno de Truss apenas tres semanas antes. Además, fijó el límite de abril de 2023 para la garantía del precio de la energía, de duración indefinida, lo que podría suponer un ahorro de unos 32.000 millones de libras en ingresos totales, en comparación con las propuestas de septiembre, que el Instituto de Estudios Fiscales estimó que crearían un déficit anual de 60.000 millones de libras.
Aumento de los tipos
Debido al cambio de tendencia, el Gobierno ofrecerá menos estímulos fiscales para impulsar la economía, pero también existirá menos peligro de que la inflación aumente aún más que el 10,1% anualizado de septiembre.
Esto, a su vez, se traduce en una menor presión sobre el Banco de Inglaterra para que siga endureciendo los tipos de interés desde el 2,25% actual. Esperamos que el tipo de interés de referencia del Banco alcance un máximo del 4,5% a finales de este año o principios del próximo.
La incógnita principal para los inversores será la rapidez con la que el banco central decida subir los tipos de interés para luchar contra la inflación sin dañar aún más el sensible mercado inmobiliario.
"La incógnita principal para los inversores será la rapidez con la que el banco central decida subir los tipos de interés"
La economía británica sigue enfrentándose a importantes cuestiones sobre su proceso de crecimiento. Cómo financiará los subsidios energéticos para los consumidores después de abril de 2023, y si otro Gobierno conservador puede proponer un plan fiscal para generar crecimiento económico al tiempo que aborda su deuda y sin alarmar a los mercados financieros. Los mercados están a la espera de un presupuesto más detallado, por ahora previsto para el 31 de octubre.
En términos de PIB real, la producción económica del Reino Unido aún no ha superado los parámetros anteriores a la crisis, mientras que Alemania se encuentra a la par de los niveles de 2019 y la actividad en Italia y Francia se sitúa en torno a un 1% por encima de sus valores anteriores a la pandemia.
Nuestra previsión es que la economía británica se estanque el próximo año, frente a la previsión del FMI de un crecimiento del 0,3% del PIB. El Fondo considera que la economía francesa crecerá un 0,7% en 2023, y que Alemania e Italia se contraerán un -0,3% y un -0,2% respectivamente.
Parlamento y elecciones
El partido conservador, que cuenta con una mayoría de 80 escaños en la Cámara de los Comunes desde diciembre de 2019, ha nombrado un nuevo líder y primer ministro de facto sin celebrar elecciones generales. La actual legislatura de cinco años se extiende hasta el 17 de diciembre de 2024, por lo que la fecha más tardía para unas elecciones generales sería enero de 2025.
Sunak se convierte en el quinto primer ministro conservador en los seis años transcurridos desde el referéndum del 'brexit'. En parte, los problemas políticos de los conservadores se remontan a los intentos de conciliar las posiciones partidistas cuando el entonces primer ministro David Cameron decidió celebrar un referéndum no vinculante y "consultivo" sobre la Unión Europea en 2016.
Caída de la libra
Desde el referéndum del brexit, la moneda del Reino Unido se ha debilitado, aumentando el coste de las importaciones, sin una mejora en los volúmenes de exportación que normalmente seguirían a los bienes británicos más competitivos.
La semana pasada, un estudio estimó que el comercio de bienes del Reino Unido a la UE está un 16% por debajo del nivel que habría tenido sin el brexit, y las exportaciones de la UE al Reino Unido son un 20% menores, según el Economic & Social Research Institute.
En las últimas semanas, la moneda británica ha sufrido una gran volatilidad, cayendo y luego repuntando alrededor de un 10% tanto frente al dólar como al euro tras los anuncios fiscales del 23 de septiembre.
La crisis está lejos de terminar. A largo plazo, los indicadores fundamentales de la economía apuntan a una mayor debilidad de la libra esterlina. El déficit por cuenta corriente sigue siendo históricamente amplio, lo que dificulta aún más la financiación del déficit en el futuro.
Como dijo el expresidente del Banco de Inglaterra, Mark Carney, en enero de 2016, el Reino Unido depende del apetito de los inversores por los activos británicos. En aquel momento, el déficit por cuenta corriente del Reino Unido era del 3,7% del PIB, y alcanzó un récord del 8,3% en el primer trimestre de 2022, ya que el valor de las importaciones superaba al de las exportaciones.
Esperamos que el euro / libra cotice en un rango de 0,855 a 0,885 en los próximos meses, antes de subir potencialmente por encima de 0,90, y en línea con nuestra estimación sobre su valor justo. A un año vista, esperamos que relación la libra / dólar acabe cayendo por debajo de 1,05.
*** Stéphane Monie es estratega de inversiones de Lombard Odier Private Bank.
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